VIVIR LAS BIENAVENTURANZAS
DAR LA VIDA A FONDO PERDIDO
Meditación-Oración de la PALABRA DE DIOS
PALABRA DE DIOS
5 minutos en nuestro "día a día"
(Clic en los textos para leer)
Lucas 6, 17.20-26
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VI DOMINGO TIEMPO ORDINARIO
-CICLO
I Cor 15,12,16-20
Estamos aquí por el anuncio que Cristo ha resucitado.
Jr 17, 5-8
Maldecir
no está en el vocabulario del Dios que es Amor.
El
hombre es quien termina maldiciéndose a sí mismo
cuando pone toda su confianza en edificar, su propia casa, donde no hay
fundamento.
El
prójimo es necesario en nuestra vida más que el pan;
de igual modo que éste nos alimenta y se pierde en nuestro ser -símbolo
de saber perder con amor para fundirnos en un solo ser- el prójimo existe
para convivir en igualdad y realizarse en comunión; lo cual exige claridad, no de conceptos,
sino del sentido de la vida, de su por
qué y para qué de su temporalidad y su destino.
El
error
no está en confiar en el prójimo, sino en equivocarse sobre quién y es nuestro prójimo considerado un
absoluto, siendo todos relativos, y en
equivocarse por hacer de él un objetivo o, muy inocentemente, por
más sabio que uno sea, poner sola y toda
la razón de ser en el ser humano.
Nuestro
semejante es para sentarnos a su mesa, o él a la nuestra, para convivir y comer del mismo pan.
Fuera
de esta relación nos lleva a equivocar el camino, quedando
nuestra vida como cardo en la estepa, sin recibir la lluvia; y el
corazón árido desierto, donde nadie se puede cobijar, por ser como tierra
salobre e inhóspita.
“¡Dichoso el hombre que ha puesto
su confianza en el Señor! Ps1,1-6
Será un árbol plantado junto al agua…, y no dejará de dar fruto.
Lc 6, 17.20-26
Hoy lo primero que hacemos es programar. Las diócesis hacen sus planes de pastoral,
las parroquias y nosotros programamos el día, o amanecemos teniéndolo
programado.
Jesús no programa; ha
venido a superar toda ley y toda letra, porque sabe que
esclavizan; bien lo ha entendió Pablo, y mejor lo expresa en su carta a los
gálatas.
El programa de Jesús “ES JESÚS”.
Las Bienaventuranzas no son el plan de pastoral para sus
seguidores.
Nosotros no podemos entenderlas cuando las
vemos como exigencias morales exigidas por Jesús para seguirle. En este
sentido leemos la letra de las Bienaventuranzas y, no entendemos nada. La dirección de LAS BIENAVENTURANZAS siempre va por
donde no va el mundo. Por esto no se pueden entender, y menos vivir desde ser
sólo buenas personas; hay que creer
porque “SON LA VIDA DE JESÚS”.
Jesús, el Cristo que vino a liberar nuestra libertad, es el programa,
es el Camino, es la libertad liberada, es Dios-con-nosotros.
Pretender entender las Bienaventuranzas, sin la fe en Cristo, es más difícil que entender cualquier planteamiento científico o
ideológico del mundo; porque todo lo del mundo entra muy fácilmente
en la mente y en el corazón, porque no dejamos de ser y estar en él.
Entender
a Jesús, incluso los que le tienen como un buen
hombre, dejan de pensar en Él cuando
la razón o el corazón tropiezan con el
muro de su Vida de amor, que contrasta con muchas de las realidades
de la nuestra.
Pretender entender la pobreza, el dolor, el
llanto, la persecución, la pureza de corazón, la sed de Verdad, la justicia y
la paz, desde las Bienaventuranzas, es
leer una letra que el mundo
no puede aceptar. Se trata de
escuchar a Jesús diciéndonos que son el Camino de la libertad y de la
felicidad humana; Sin
embargo,, desde la condición humana, se rechaza que sea el camino de
nuestro bienestar, según lo ofrece el mundo.
Una contradicción, como creyentes, es aceptar y leer, complacidos, las Bienaventuranzas, como
el canto de las criaturas de S.
Francisco, hermanado hasta con la muerte, y no ver que es la Vida de Cristo sintetizada en unas sentencias
que, sin la fe y sin la ayuda
del Espíritu, son imposibles cumplirlas desde
la sola voluntad humana.
Contemplando la Vida de Jesús es como entendemos que, la pobreza, en su medida material y sobre todo espiritual, sea el fundamento de la libertad para edificar
una vida de amor, de convivencia con el prójimo, de respeto a su
dignidad, de trabajo por la verdad y la justicia y, sobre todo, para ser capaces de corresponder al Amor
conocido de Dios en Cristo, y entender la vida como una donación de lo que somos,
en servicio del bien para todo prójimo sea amigo o enemigo.
La pobreza de Jesús es revelación de la sabiduría
divina, desde la que contemplamos el fundamento de
una vida libre para amar a Dios y servir.
"Dichosos los pobres porque vuestro es el Reino de Dios"
Con la bienaventuranza de la pobreza puede
ser verdad el amor, se puede construir el hogar de la familia,
y se puede trabajar por la dignidad de todo ser humano, y establecer medidas de
paz, incapaces de lograrlo el
poder, las ideologías, la buena voluntad o el solo deseo de ser buenos.
Quien no entra en el conocimiento y el
agradecimiento del don de la fe, para el encuentro con la Vida de Jesús,
puede gustar de leer las Bienaventuranzas, pero será incapaz de entenderlas
para vivirlas, porque las
Bienaventuranzas leídas, como programa religioso o ideológico, no sirven para perseverar en su
cumplimiento. Por una sola razón:
· Todo lo que es humano se usa con miras de recompensa y de eficacia.
Vivir las Bienaventuranzas es trabajar y dar la vida a fondo perdido -y los que pierden esta vida por Cristo, la ganan-.
Creer la primera Bienaventuranza las enlaza
todas.
F. Allara
En el Libro JESUCRISTO-- "Bienaventurados vosotros..."
Es una profunda Meditación-Reflexión y Oración del Autor, Federico Allara-
(Clic en la imagen)
SANTORAL DEL DÍA
s. Juliana, virgen y mártir
de Nicomedia, en Campania
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