sábado, 15 de febrero de 2025

VIVIR LAS BIENAVENTURANZAS

DAR LA VIDA A FONDO PERDIDO

Meditación-Oración de la PALABRA DE DIOS

Fray Federico Allara O.F.M

PALABRA DE DIOS

5 minutos en nuestro "día a día"

(Clic en los textos para leer)

Lucas 6, 17.20-26

Jesús enseña a mucha gente
(Mt 4.23-25)
17 Jesús bajó del cerro con ellos, y se detuvo en un llano. Se habían reunido allí muchos de sus seguidores y mucha gente de toda la región de Judea, y de Jerusalén y de la costa de Tiro y Sidón. Habían venido para oir a Jesús y para que los curase de sus enfermedades.
Lo que realmente cuenta ante Dios
(Mt 5.1-12)
20 Jesús miró a sus discípulos y les dijo:
“Dichosos vosotros los pobres, porque el reino de Dios os pertenece.
21 “Dichosos los que ahora tenéis hambre, porque quedaréis satisfechos.
“Dichosos los que ahora lloráis, porque después reiréis.
22 “Dichosos vosotros cuando la gente os odie, cuando os expulsen, cuando os insulten y cuando desprecien vuestro nombre como cosa mala, por causa del Hijo del hombre. 23 Alegraos mucho, llenaos de gozo en aquel día, porque recibiréis un gran premio en el cielo; pues también maltrataron así sus antepasados a los profetas.
24 “Pero ¡ay de vosotros los ricos, porque ya habéis tenido vuestra alegría!
25 “¡Ay de vosotros los que ahora estáis satisfechos, porque tendréis hambre!
“¡Ay de vosotros los que ahora reís, porque vais a llorar de tristeza!
26 “¡Ay de vosotros cuando todos os alaben, porque así hacían los antepasados de esta gente con los falsos profetas!

VI DOMINGO TIEMPO ORDINARIO  

-CICLO


I Cor 15,12,16-20

 Estamos aquí por el anuncio que Cristo ha resucitado.

Jr 17, 5-8

Maldecir no está en el vocabulario del Dios que es Amor.

El hombre es quien termina maldiciéndose a sí mismo cuando pone toda su confianza en edificar, su propia casa, donde no hay fundamento.

El prójimo es necesario en nuestra vida más que el pan; de igual modo que éste nos alimenta y se pierde en nuestro ser -símbolo de saber perder con amor para fundirnos en un solo ser- el prójimo existe para convivir en igualdad y realizarse en comunión; lo cual exige claridad, no de conceptos, sino del sentido de la vida, de su por qué y para qué de su temporalidad y su destino.

El error no está en confiar en el prójimo, sino en equivocarse sobre quién y es nuestro prójimo considerado un absoluto, siendo todos relativos, y en equivocarse por hacer de él un objetivo o, muy inocentemente, por más sabio que uno sea, poner sola y toda la razón de ser en el ser humano.

Nuestro semejante es para sentarnos a su mesa, o él a la nuestra, para convivir y comer del mismo pan.

Fuera de esta relación nos lleva a equivocar el camino, quedando nuestra vida como cardo en la estepa, sin recibir la lluvia; y el corazón árido desierto, donde nadie se puede cobijar, por ser como tierra salobre e inhóspita.

“¡Dichoso el hombre que ha puesto 

su confianza en el Señor! Ps1,1-6

Será un árbol plantado junto al agua, y no dejará de dar fruto.

 

Lc 6, 17.20-26

Hoy lo primero que hacemos es programar. Las diócesis hacen sus planes de pastoral, las parroquias y nosotros programamos el día, o amanecemos teniéndolo programado.

Jesús no programa; ha venido a superar toda ley y toda letra, porque sabe que esclavizan; bien lo ha entendió Pablo, y mejor lo expresa en su carta a los gálatas.

El programa de JesúsES JESÚS”.

Las Bienaventuranzas no son el plan de pastoral para sus seguidores.

Nosotros no podemos entenderlas cuando las vemos como exigencias morales exigidas por Jesús para seguirle. En este sentido leemos la letra de las Bienaventuranzas y, no entendemos nada. La dirección de LAS BIENAVENTURANZAS siempre va por donde no va el mundo. Por esto no se pueden entender, y menos vivir desde ser sólo buenas personas; hay que creer porque “SON LA VIDA DE JESÚS”.

Jesús, el Cristo que vino a liberar nuestra libertad, es el programa, es el Camino, es la libertad liberada, es Dios-con-nosotros.  

Pretender entender las Bienaventuranzas, sin la fe en Cristo, es más difícil que entender cualquier planteamiento científico o ideológico del mundo; porque todo lo del mundo entra muy fácilmente en la mente y en el corazón, porque no dejamos de ser y estar en él.

Entender a Jesús, incluso los que le tienen como un buen hombre, dejan de pensar en Él cuando la razón o el corazón tropiezan con el muro de su Vida de amor, que contrasta con muchas de las realidades de la nuestra.

Pretender entender la pobreza, el dolor, el llanto, la persecución, la pureza de corazón, la sed de Verdad, la justicia y la paz, desde las Bienaventuranzas, es leer una letra que el mundo no puede aceptar. Se trata de escuchar a Jesús diciéndonos que son el Camino de la libertad y de la felicidad humana;  Sin embargo,, desde la condición humana, se rechaza que sea el camino de nuestro bienestar, según lo ofrece el mundo.

Una contradicción, como creyentes, es aceptar y leer, complacidos, las Bienaventuranzas, como el canto de las criaturas de S.  Francisco, hermanado hasta con la muerte, y no ver que es la Vida de Cristo sintetizada en unas sentencias que, sin la fe y sin la ayuda del Espíritu, son imposibles cumplirlas desde la sola voluntad humana.

Contemplando la Vida de Jesús es como entendemos que, la pobreza, en su medida material y sobre todo espiritual, sea el fundamento de la libertad para edificar una vida de amor, de convivencia con el prójimo, de respeto a su dignidad, de trabajo por la verdad y la justicia y, sobre todo, para ser capaces de corresponder al Amor conocido de Dios en Cristo, y entender la vida como una donación de lo que somos, en servicio del bien para todo prójimo sea amigo o enemigo.

La pobreza de Jesús es revelación de la sabiduría divina, desde la que contemplamos el fundamento de una vida libre para amar a Dios y servir.

"Dichosos los pobres porque vuestro es el Reino de Dios"

Con la bienaventuranza de la pobreza puede ser verdad el amor, se puede construir el hogar de la familia, y se puede trabajar por la dignidad de todo ser humano, y establecer medidas de paz,  incapaces de lograrlo el poder, las ideologías, la buena voluntad o el solo deseo de ser buenos.

Quien no entra en el conocimiento y el agradecimiento del don de la fe, para el encuentro con la Vida de Jesús, puede gustar de leer las Bienaventuranzas, pero será incapaz de entenderlas para vivirlas, porque las Bienaventuranzas leídas, como programa religioso o ideológico, no sirven para perseverar en su cumplimiento. Por una sola razón:

·       Todo lo que es humano se usa con miras de recompensa y de eficacia.

Vivir las Bienaventuranzas es trabajar y dar la vida a fondo perdido -y los que pierden esta vida por Cristo, la ganan-.

Creer la primera Bienaventuranza las enlaza todas.                              

 F. Allara


En el Libro JESUCRISTO-- "Bienaventurados vosotros..."

Es una profunda Meditación-Reflexión y Oración del Autor, Federico Allara- 

"Las Bienaventuranzas son el testamento de Jesús, 
anunciado al comienzo de su mesianismo.
La atención espiritual al Espíritu y la meditación de las Bienaventuranzas son dos esencias del Evangelio que debemos meditar e interiorizar.
Esto es lo que humildemente he procurado hacer, vivir lo que significó Pentecostés como fin de las dádivas de Dios trino
inicio de la nueva vida desde Jesús resucitado,
como tarea humana de su Cuerpo místico que es la Iglesia,
de la que formamos parte como miembros bautizados
para vivir en Ella desde la Vida que nos transmite por el Espíritu Santo"

(Clic en la imagen)



 SANTORAL DEL DÍA

s. Juliana, virgen y mártir 

de Nicomedia, en Campania



ANUNCIO DEL REINO


 

 

 



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