sábado, 8 de febrero de 2025

 "JESÚS SE SENTÓ EN LA  BARCA 

Y COMENZÓ A ENSEÑAR A LA GENTE"

Meditación-Oración de la PALABRA DE DIOS

Fray Federico Allara O.F.M

PALABRA DE DIOS

5 minutos en nuestro "día a día"

(Clic en los textos para leer)

Lucas 5,1-11

La pesca abundante
(Mt 4.18-22; Mc 1.16-20)
En una ocasión se encontraba Jesús a orillas del lago de Genesaret, y se sentía apretujado por la multitud que quería oir el mensaje de Dios. Vio Jesús dos barcas en la playa. Estaban vacías, porque los pescadores habían bajado de ellas a lavar sus redes. Jesús subió a una de las barcas, que era de Simón, y le pidió que la alejara un poco de la orilla. Luego se sentó en la barca y comenzó a enseñar a la gente. Cuando terminó de hablar dijo a Simón:
–Lleva la barca lago adentro, y echad allí vuestras redes, para pescar.
Simón le contestó:
–Maestro, hemos estado trabajando toda la noche sin pescar nada; pero, puesto que tú lo mandas, echaré las redes.
Cuando lo hicieron, recogieron tal cantidad de peces que las redes se rompían. Entonces hicieron señas a sus compañeros de la otra barca, para que fueran a ayudarlos. Ellos fueron, y llenaron tanto las dos barcas que les faltaba poco para hundirse. Al ver esto, Simón Pedro se puso de rodillas delante de Jesús y le dijo:
–¡Apártate de mí, Señor, porque soy un pecador!
Porque Simón y todos los demás estaban asustados por aquella gran pesca que habían hecho. 10 También lo estaban Santiago y Juan, hijos de Zebedeo, que eran compañeros de Simón. Pero Jesús dijo a Simón:
–No tengas miedo. Desde ahora vas a pescar hombres.
11 Entonces llevaron las barcas a tierra, lo dejaron todo y se fueron con Jesús.

V DOMINGO TIEMPO ORDINARIO 

CICLO -C                                  

Isaías 6,1-2.3-8

El Profeta Isaías piensa que está perdido después que el Señor le ha hecho ver y oír la voz de los Ángeles.

Quedó purificado simbólicamente por la brasa que tocó sus labios.

Escuchando la voz del Señor: ¿A quién enviaré?

Contestó: “Aquí estoy, mándame”

 

I Corintios 15,1-11

Os recuerdo el Evangelio 

que os anuncié y que vosotros aceptasteis”

El Evangelio, que es Cristo, ha de ser anunciado.

Cada lectura que hacemos del Evangelio, cada predicación, cada palabra dicha en el hogar en su Nombre, y sobre todo a los hijos desde muy temprana edad, es un anuncio, que debe ser escuchado y aceptado, “porque nos está salvando” ahora, por ser actual y real la Salvación que Cristo hizo de una vez para siempre siendo Dios; su decir y hacer eran eternos, y es en cada tiempo cuando debe ser escuchado, creído y aceptado.

Anunciarlo desde la realidad de la propia vida.

Pablo lo anuncia como el menor de los apóstoles, indigno, porque había perseguido a la Iglesia”. No se avergüenza, al contrario, afirma ser el que es por la Gracia de Dios.

En Pablo vemos el ejemplo de hablar de sí mismo, desde el anuncio de lo que Dios ha hecho en él; Pablo no se anuncia a sí mismo sino a Cristo.

Estos son los verdaderos educadores en la fe.

 

Lc 5,1-11

El texto está cargado de signos.

·       “Estar de pie” es signo de estar ante Dios dignamente, porque su vida complace al Padre.

·       Vio dos barcas:

Ø Una era la de Pedro, vemos el signo de elegir esta barca para hablar.

.Pide a Pedro que aparte un poco su barca. Es signo de que Él, que se ha hecho Hombre para ser Dios-con-nosotros, no deja de SER EL OTRO.

Es decir, que este signo es para que veamos las dos realidades en Él:

-        La cercanía, hasta tocarnos, y

-        El respeto que hemos de tener a Dios, que “se ha hecho uno de tantos”, pero que le hemos de creer y amar como Maestro y Señor que es.

Ø La otra es signo del pueblo, que va a recibir su Palabra y la elección

·       Jesús se sienta para enseñar; es signo de ser el Maestro, que educa desde su cátedra, que no es una universidad, sino una barca; porque no es el lugar el que lo dignifica, sino que es Él quien magnifica el lugar.

Cuando acabó de hablar, ordena a Simón que “reme mar adentro y eche las redes”. Quiere mostrar a Simón que es dueño del mar.

Jesús, como hombre que enseñaba, no tenía que saber de las cosas de la mar, a pesar de todo, Simón obedece.

·       Otro signo, tal vez de los más importantes para una vida espiritual, que desea alcanzar medidas de Gracia: la obediencia como virtud.

Obedecer al Espíritu de Jesús es tener la experiencia de ver que, no es nuestra pericia ni nuestro talento, sino que, donde nosotros no podemos, Dios puede y lo hace. Es el signo de aceptar que somos dignos instrumentos en manos de Dios, que respeta nuestra libertad.

Simón hubiese podido seguir en su razonamiento de no haber pescado, y no echar las redes.

Simón reconoce cuál era su actitud interior cuando Jesús le dijo que echara las redes, por esto, ante la experiencia de ver lo sucedido, se echa a sus pies.

“Señor, apártate de mí, 

que soy un hombre pecador”

¿A qué vino Jesús al mundo?

A quitar el pecado de la conciencia de los seres humanos y a vencer los enemigos del hombre: mundo, demonio y muerte.

Y Jesús va a pronunciar una frase, que es signo de la fidelidad a su Palabra:

“No temas; 

desde ahora serás pescador de hombres”

El texto nos dice que, “sacaron las barcas a tierra y, dejándolo todo, lo siguieron”

Lo importante, siendo un signo más para nosotros, es que aparcaron las barcas, como los profetas, como quien decide obedecer a Jesús siguiéndole.

Marchar tras Jesús, desde el signo de dejarlo todo, no quiere decir que estos cuatro hombres habían alcanzado su perfección.

Tal cual eran optaron por seguir a Jesús. Empezaba el tiempo de convivir con Él y de tener que dialogar e incluso discutir lo que no entendían, porque no era fácil pasar de ser discípulos de la Ley, a ser discípulos del Amor.

“La paciencia de Dios es nuestra Salvación” (2 Ped.,3,15), es la que tuvo Jesús con todos los discípulos que llamó.

Los que deseamos ser seguidores de Cristo sabemos de su Misericordia y de nuestra tardanza en convertirnos a lo que vamos entendiendo día a día de su Vida.

¡Cuántos hechos y dichos a meditar de Jesús y sus Apóstoles, desde el día que fueron llamados uno a uno, hasta el día de Pentecostés!

La conversión nunca es cosa nuestra, sino de los que aceptan la voz del Espíritu en el suyo.

Dios dispone el tiempo y la hora.

  F. Allara


SANTORAL DEL DÍA

sANTA  Apolonia, virgen y mártir 

de Alejandría en Egipto



ME LLAMASTE AMIGO





 

No hay comentarios: