sábado, 25 de enero de 2025

Salmo: "ESPERO EN TU PALABRA"

Importancia de la Sagrada Escritura

Meditación-Oración de la PALABRA DE DIOS

Fray Federico Allara O.F.M

PALABRA DE DIOS

5 minutos en nuestro "día a día"

(Clic en los textos para leer)

Nehemías 8,2-6.8-10

1 Corintios 12,12-30

Muchos han emprendido la tarea de escribir la historia de los hechos sucedidos entre nosotros, tal y como nos los enseñaron quienes, habiendo sido testigos presenciales desde el principio, recibieron el encargo de anunciar el mensaje. Yo también, excelentísimo Teófilo, lo he investigado todo con cuidado desde sus comienzos, y me ha parecido oportuno escribirte estas cosas ordenadamente para que compruebes la verdad de cuanto te han enseñado.
Jesús comienza su trabajo en Galilea
(Mt 4.12-17; Mc 1.14-15)
14 Jesús volvió a Galilea lleno del poder del Espíritu Santo, y su fama se extendía por toda la tierra de alrededor. 15 Enseñaba en la sinagoga de cada lugar, y todos le alababan.
Jesús en Nazaret
(Mt 13.53-58; Mc 6.1-6)
16 Jesús fue a Nazaret, al pueblo donde se había criado. Un sábado entró en la sinagoga, como era su costumbre, y se puso en pie para leer las Escrituras. 17 Le dieron a leer el libro del profeta Isaías, y al abrirlo encontró el lugar donde estaba escrito:
18 “El Espíritu del Señor está sobre mí,
porque me ha consagrado
para llevar la buena noticia a los pobres;
me ha enviado a anunciar libertad a los presos
y a dar vista a los ciegos;
a poner en libertad a los oprimidos;
19 a anunciar el año favorable del Señor.”
20 Luego Jesús cerró el libro, lo dio al ayudante de la sinagoga y se sentó. Todos los presentes le miraban atentamente. 21 Él comenzó a hablar, diciendo:
–Hoy mismo se ha cumplido esta Escritura delante de vosotros.

III DOMINGO  T. ORDINARIO 

 CICLO   -C 

La Creación, en todas sus criaturas y sobre todo en el ser humano vemos la huella del Pensamiento del Padre, la voz de la Palabra pronunciada y el Amor que nos ama.

La Palabra se ha hecho Hombre, y en su Humanidad conocemos a Dios, y le damos Gloria a Él; y por Él y con Él, desde el Espíritu que se nos ha dado, nos admiramos de la belleza de todas las criaturas, porque desde la más insignificante, nos hablan de la Presencia del Amor que nos ha creado.

Si admirarnos la belleza del ser humano y del Universo, confesemos al Creador, porque quien ama lo bello, cree en Dios.

Ne. 8,2-6.8-10

El Pueblo se recuperaba del destierro y daba gracias a Dios.

Siempre me llama la atención este texto cuando dice que, estaban presentes, escuchando el Libro de la Ley, hombres, mujeres y niños.

“Todo el pueblo escuchaba atentamente la lectura del Libro de la Ley”

Dios llamó a un Pueblo, y éste se consideró para siempre hermanado por Dios.

Hoy cuenta lo político, y es bueno, porque somos ciudadanos del mundo; pero no hemos educado a los cristianos a sentirnos familia y hermanos por ser miembros del Cuerpo de Cristo, que es más que sentirse Pueblo desde la Ley, y desde la política. San Pablo nos lo dice en la 2ª lec. (I Cor. 12,12-30)

Valen todos los gestos: “Tan pronto Esdras abrió el libro, todo el pueblo se puso de pie

Hoy nos faltan detalles de simple educación, que está por encima de ser creyentes o no. Cuando se falta el respeto, a lo que cada uno puede tener como sagrado, se revela estar muy lejos de una disposición humana capaz de atender a lo que la vida nos ofrece

“Leyeron el Libro de Dios con claridad y explicando su sentido, de modo que entendieran la lectura. Los levitas instruían al pueblo”

¡Cuánto hemos de meditar el hecho de comentar la Palabra de Dios en las Eucaristías y en todas las demás celebraciones de la Palabra, la Lectio!

Si la Palabra de Dios no es de libre interpretación, tampoco lo puede ser la predicación.

“Id, comed buenos manjares y bebed buen vino, e invitad a los que no tienen nada preparado”

La Eucaristía, para los creyentes católicos, es comer buenos manjares y beber buen vino; nunca debe ser un cumplimiento legal, ni pensar que, “el podéis ir en paz” es el final; deberíamos pensar y actuar con los que no tienen nada preparado.

“¡No os pongáis tristes; el gozo del Señor es vuestra fuerza!”

·       El pueblo había entendido lo que les habían enseñado.

Todo conocimiento produce gozo y estimula a querer más, tanto en lo humano como en lo propiamente espiritual. La acomodación a lo que se piensa que se sabe produce pereza, impropia de un ser humano inteligente.

Hemos de conocer y dominar lo creado, y estamos capacitados para saciar la sed con la Verdad que se nos ofrece gratuita.

 Lc. 1,1-4. 4,14-21

“Muchos han emprendido la tarea de componer un relato de los hechos que se han cumplido entre nosotros”

Muchos han emprendido la tarea de escribir, tanto de Dios como de los hechos de Jesús; pero, los hay que sólo les queda su pensamiento, que dista mucho de lo que nos dicen los testigos que han vivido los dichos y los hechos de Jesús.

“También yo he resuelto escribirlos por su orden”

Lucas, hombre culto, médico, (Col. 4,14) y mártir, investigó todo diligentemente, desde el principio, de los testigos oculares y servidores de la Palabra, con el fin de que

“Conozcamos la solidez de las enseñanzas recibidas”

Lo que hizo Lucas es lo que hemos de hacer responsablemente todos los cristianos.

Aceptemos nuestro bautismo; éste tiene mucha trascendencia. No seamos indiferentes.

Lo que llevamos puesto es de cultura y educación conocerlo para ser responsables de la opción tomada, positiva o negativa; pues la indiferencia no es un acto de libertad, ni tampoco la despreocupación personal ante todo lo que afecta a nuestra vida, si no tenemos razones objetivas de conocimiento.

Como creyentes tenemos la obligación de formarnos.

No se puede vivir y determinar lo espiritual “desde el traje de la primera comunión”; y menos, “desde este traje”, pensar que tocamos la realidad de la fe, bien para acomodarnos a ella, para adaptarla a nuestra subjetividad o para negarla. Esto no se hace con nada de la realidad de nuestra vida. ¿Es válido sólo en religión?

Hoy los tiempos exigen especialidades; la fe exige conocimientos objetivos, y más cuando hay tantos maestros que enseñan desde sus criterios, cuando el mismo Jesús dijo que, no llamáramos a nadie maestro, porque solo lo es Él”.

Nadie es maestro de su propia cultura y, en cristiano, quien más conoce a Jesús es el que sabe que, a Jesús solo se le conoce por los cauces por Él indicados.

“En aquel tiempo, volvió a Galilea, a Nazaret, donde se había criado.

Jesús se crio en tierra de paganos “donde nada bueno podía salir de allí”. El Mesías no podía proceder de Galilea.

La fe es luz para la razón; por sí sola puede pensar que su lógica no necesita creer.

¡Cuánto hemos de agradecer el don de la inteligencia!, pero más importante es reconocer que, si por sí sola es capaz de muchos pensamientos y razonamientos sobre Dios, si no  aceptamos, con humildad, la condición humana podemos errar y hasta negar.

“Volvió con los suyos después que su fama se había extendido por toda la comarca”

La fama es muy subjetiva y posiblemente engañosa. No se puede vivir de la fama por ser muy relativo su valor, y no fue suficiente a Jesús para ser creído como Mesías.

“Entró en la sinagoga, como era costumbre, y se puso en pie para hacer la lectura.

El A.T. es el cauce por el que reconocemos, en el cumplimiento de las profecías, la realidad de la Verdad de Jesús como Mesías.

No puede gozar de la desembocadura de un rio quien olvida la pobreza de su nacimiento.

El texto de Isaías no es solo la profecía que Jesús leyó, sino el programa mesiánico, que iba a resultar tan diferente, en actitud, respecto a su Precursor Juan Bautista.

No es lo mismo remover las conciencias adormecidas que ser la Verdad en el mundo.

El texto es para ser creído todo él. “El Espíritu del Señor está sobre mí”

Isaías habla del Espíritu, que podía ser aceptado en Isaías como el Espíritu de Dios.

Será Jesús quien dirá al Pueblo de la Ley que el Espíritu es el Consolador enviado que nos encamina al conocimiento de la Verdad. “Porque él me ha ungido”

En el Jordán fue ungido Jesús por el Espíritu.

El Espíritu nos ha sido dado para ser lo que Dios quiere de nosotros, como fue ungido Jesús para que Dios Padre pudiera decir que en Él se complacía como Hijo enviado a reconciliar y salvar a toda la Humanidad”.

La fe nos impulsa a conocer la voluntad del Padre, que es el camino para alcanzar la plenitud de sentido de la vida, de la libertad y del gozo de vivir en medio de la tribulación; una forma de vida que la razón no puede entender, que sea así desde la revelación del Amor en formas reales de cruz, por romper su lógica que no llega a más.

“Me ha enviado a evangelizar a los pobres, a los cautivos la libertad, y a los ciegos, la vista; a poner en libertad a los oprimidos; a proclamar el año de Gracia”

·       Su Vida ha sido el cumplimiento de esta profecía.

¿Qué he de hacer?

·       Si me reconozco pobre, Jesús resucitado sigue estando para enriquecerme.

·       Si me acepto esclavo, Jesús me quiere liberar, si le creo y le dejo.

·       Si estoy cautivo, Jesús llama a mi puerta para que pueda salir del cautiverio.

·       Si estoy ciego para ver a Jesús, Él me da la vista de la fe para gozar de poder verle.

·       Si la vida me oprime hasta no respirar, Jesús me ofrece el aire libre que deseo.

¿Qué solemos pensar y hacer?

-        Juzgar al prójimo, también a la Iglesia, como si fuera un objeto que está fuera de mí;

-        Desear la conversión de los demás, ver la pobreza, la ceguera, la esclavitud del prójimo como algo negativo. No caemos en la cuenta de que, creer es vivir las actitudes de Jesús.

Él acudió, y sigue acudiendo, amando a las personas para liberarlas de sus actitudes negativas.

Muchos no entienden su amor consintiendo en espera, y les sirve para negarle, revelando su falta de amor a Dios y al prójimo, sin reconocer ser esperado.

Esta forma de vivir, de amar, de perdonar, seguirá siendo el Año de Gracia para los pobres, los esclavos y los oprimidos.

El programa de Cristo, profetizado por Isaías, es el programa permanente para todo creyente, el primero necesitado de misericordia y de reconciliación, que ha cumplido su programa de liberación, y nos llama a seguirle.

F. Allara


El autor, Federico Allara Aragó, 

nos comenta la PALABRA de DIOS  

desde su experiencia personal y Oración.


(Clic en la Imagen)


Este libro nos permite adentrarnos 

en la PALABRA Y MENSAJE de Jesús 

para un crecimiento humano, espiritual y de Fe personal.


SANTORAL DEL DÍA

ss. Timoteo y Tito, obispos, discípulos de s. Pablo



UN SOLO CORZÓN





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