SANTO ES QUIEN SE RECONOCE HIJO DE DIOS
DIOS ES QUIEN NOS RECONOCE HIJOS EN SU HIJO
Meditación-Oración de la PALABRA DE DIOS
Animación a la lectura
PALABRA DE DIOS
5 minutos en nuestro "día a día"
(Clic en los textos para leer)
Apocalipsis 7,2-4.9-14
Mateo 5,1-12
DÍA 1 NOVIEMBRE
FIESTA DE TODOS LOS SANTOS
La
Iglesia al dedicar un día a los que han llevado una vida evangélica, que no significa vida perfecta, sino haber practicado la
justicia y vivido en verdad y en amor, nos
dice que, llegar a ser en Dios es reconocer que en Él todo es santidad. El
santo es más que “ser solo bueno”.
Dios
es Santo.
Los que llegan a Él, desde la experiencia de la muerte, son los reconciliados por Cristo; han aceptado
su Vida y la del Espíritu, que
han recibido, identificando su propia vida
a la de Cristo en el tiempo
que Dios da para vivirla.
Jesús
no
fue sólo un buen hombre que “pasó
haciendo el bien”, sino que fue y es
Dios-con-nosotros.
Los bautizados en Cristo
no debemos conformarnos con “ser buenos”, sino
hacer de nuestra vida la imagen de Dios en nuestro tiempo.
Imagen
del Dios vivo revelado que dijo al Ángel que avisara de:
“No dañar a la tierra ni
al mar ni a los árboles
hasta que sellemos en la
frente a los siervos de nuestro Dios”
Dios,
que
creó el Universo y al ser humano y vio que todo era bueno, nos manda que el hombre no dañe
a su prójimo ni a ninguna criatura.
Vivir
así es
responder al mandato de amor de Dios y
al
don de la fe.
Es
en la vida donde hay que cantarle a Dios
con el riesgo de ser testigos:
“Amén. La alabanza y la gloria y la sabiduría y la acción de gracias
y el honor y el poder son
de nuestro Dios, por los siglos de los siglos”
La
vida de fe
no es vivir mirando al cielo, sino conviviéndola
con el prójimo dando a conocer a Dios Padre, Hijo y Espíritu Santo, de quien procedemos.
“Estos que están vestidos con vestiduras blancas,
¿quiénes son y
de dónde han venido?
Yo le respondía: “Señor, tú lo sabrás”.
Santo es el que llega a Dios “desde la gran tribulación:
han lavado y blanqueado sus vestiduras en la Sangre del Cordero”
Santo
es quien se reconoce hijo de Dios, aceptando que es Dios
quien nos reconoce hijos en su Hijo enviado al mundo para reconciliarnos.
Por
esto el mundo no nos reconoce. (I Jn. 3,1-3).
No
seamos mundo siendo creyentes; reconozcámonos hijos y, si lo somos, esperemos
llegar a ver a Dios tal cual es desde la Vida de Cristo.
Las
Bienaventuranzas
no son el mandamiento de Jesús como
exigencia moral para ganar el cielo.
· Jesús hablaba con su Vida; las
Bienaventuranzas revelan la vida de Cristo.
· Jesús vivió en extrema pobreza, como
referencia a toda pobreza.
· Jesús fue humilde, compasivo, hasta
dejar traspasar su limpio Corazón.
· Jesús fue perseguido, calumniado, condenado
y estableció la Paz.
· Jesús recompensa a los que dan la vida como Él. Creer es amar.
F. Allara
SANTO DEL DÍA
s. Alfonso Rodríguez, religioso jesuita
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