miércoles, 13 de noviembre de 2024

 QUIEN TIENE A DIOS NO PREGUNTA 

El amor ama y no pregunta

Meditación-Oración de la PALABRA DE DIOS

Fray Federico Allara O.F.M

Animación a la lectura 

PALABRA DE DIOS

5 minutos en nuestro "día a día"

(Clic en los textos para leer)

Filemón 1,3.7-20

Salmos 125

Lucas 17,20-25

Cómo llegará el reino de Dios
(Mt 24.23-28,36-41)
20 Los fariseos preguntaron a Jesús cuándo había de llegar el reino de Dios, y él les contestó:
–La venida del reino de Dios no es posible de calcular. 21 No se dirá: ‘Aquí está’ o ‘Allí está’, porque el reino de Dios ya está entre vosotros.
22 Y dijo a sus discípulos:
–Vendrán tiempos en que querréis ver siquiera uno de los días del Hijo del hombre, pero no lo veréis. 23 Algunos dirán: ‘Aquí está’, o ‘Allí está’, pero no vayáis ni los sigáis. 24 Porque así como el relámpago, con su resplandor, ilumina el cielo de uno a otro lado, así será el Hijo del hombre el día de su venida. 25 Pero primero tiene que sufrir mucho y ser rechazado por la gente de este tiempo"

DÍA 14 NOVIEMBRE  CICLO  -B

Dudar de la Verdad es asemejarse a Pilatos que, lejos de desear conocerla, su pregunta fue de total indiferencia ante Jesús.

Sólo Dios puede ser La Verdad, y se comprende que nadie la posea.

·       La  VERDAD, ¡DIOS!, se cree, se vive y no se discute ni se pregunta; mientras que, las nuestras sí las discutimos.

·       La VERDAD tiene la sensibilidad de darse a conocer a quien la ama, y callar ante quien solo pregunta. Jesús calló ante la indiferencia de Pilatos.

El silencio es la virtud de quien ha aceptado a Dios, lo cual no contradice ser testigo y anunciarla “a tiempo y a destiempo”, como dice Pablo.   

Los fariseos preguntaron cúando iba a llegar el Reino de Dios.

“No vendrá espectacularmente, 

ni anunciarán que está aquí o está allí”

Hoy vivimos del espectáculo, de la imaginación y hasta de los “milagros”.

Las cosas de Dios pasan en la noche, es decir, sin advertir, y las descubre quien “abre la puerta”; porque Dios se da a quien lo busca y lo espera.

Así llegó Jesús al mundo, “vino a su casa, pero los suyos no le recibieron” (Jn 1,11-12). La causa fue pensar que lo sabían todo de Dios.

Sólo Jesús, Dios y Hombre verdadero, nos puede decir que,

“El Reino de Dios está dentro de vosotros”

¡Qué difícil es creer que la vida del ser humano es un camino hacia el interior para conocer la Realidad de Dios y la realidad del mundo exterior!

Difícil creerlo y más difícil vivirlo; sin embargo es el camino lógico de la fe.

También hoy algunos se preguntan y hasta temen el fin del mundo.

Los medios de comunicación ayudan a crecer en angustia y confusión.

¡Cuánta palabrería inútil de lo que ha de pasar hoy, mañana y este año!

Tengamos claro desde la fe que Dios ha venido. Su Reino lo vivimos, lo celebramos y creemos que vive con nosotros, y llega a los altares del mundo entero como alimento, consuelo y paz para quien lo cree y lo ama.

“Llegará un tiempo en que desearéis vivir 

un día con el Hijo del Hombre, y no podréis”

No cabe la soledad en el ser humano cuando el cielo lo tenemos en casa.

Otra cosa es hablar del regreso del Hijo del Hombre, que sólo el Padre sabe cuándo será.

Dejemos de imaginar y de prestar atención a medios y “anuncios” de hechos que están sólo en el Pensamiento del Padre.

Pongamos la virtud de la fe donde debe estar y seamos agradecidos.

Creamos lo que nos dice hoy Jesús:

“Como el fulgor del relámpago

será el Hijo del Hombre en su día. 

Antes tiene que padecer mucho 

y ser reprobado por esta generación”

Esta generación somos nosotros desde que vino y, cumplió su propia profecía y las que hablaban de su padecer por nosotros.                   

F. Allara 


SANTORAL DEL DÍA

s. Serapio




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