CUANDO VUELVA JESÚS,
“¿ENCONTRARÁ ESTA FE EN LA TIERRA?
Meditación-Oración de la PALABRA DE DIOS
Animación a la lectura
PALABRA DE DIOS
5 minutos en nuestro "día a día"
(Clic en los textos para leer)
3 Juan 1,5-8 |
Salmos 111 |
Lucas 18,1-8
|
DÍA 16 NOVIEMBRE CICLO -B
Jesús, para explicar a los discípulos cómo tenían que orar siempre sin desanimarse, les propuso una parábola sin ponerse Él como ejemplo.
Somos nosotros quienes
hemos de ver y aprender de Jesús.
No todo lo que “se hace y se dice” puede ser llamado
propiamente oración.
Una cosa es orar, y otra
vivir en actitud orante, que es estar integralmente en lo que la vida nos
obliga a aceptar como realidad cotidiana: trabajo, servicio al prójimo, la exigencia
de cada profesión, ofrecer la vida en su situación concreta de enfermedad, de
soledad, de adversidad con mente y
corazón viviendo en presente, sin
dualismo y sabiendo que Dios no nos abandona en lo cotidiano de nuestra vida.
Jesús, con su vida, nos
aclara esta doble realidad:
·
La de orar y
·
La de vivir de su Presencia la objetividad de nuestra
vida.
“Había un juez en una ciudad que
ni temía a Dios ni le importaban
los hombres”
Quien vive despreocupado
del prójimo, lo que revela es no creer ni
temer a Dios.
Todo ser humano a quien le importa
el prójimo y se preocupa por él, aunque no sea creyente, camina en verdad, y sabemos que, donde hay verdad y amor, allí
está Dios.
“Una viuda solía decirle:
“Hazme justicia frente a mi adversario”
Conocemos cuál era el
estado en que vivía una viuda en aquel tiempo.
Esta viuda de la parábola
es imagen de los que hoy viven en
soledad, sin voz, en situación social de pobreza.
Meditemos ante los tiempos que
vivimos para orar y descubrir nuestras
actitudes.
Hoy se margina lo que huele a sagrado y a
divino, y la actitud social es sorda al grito de los que viven en situación
como la de la viuda.
¿Quiénes son hoy los
adversarios de los que viven en situación indigna?
Los que pueden y deben,
¿querrán hacer justicia, algún día, como el juez?
“Aunque ni temo a Dios…,
como esta
viuda me está fastidiando, le haré justicia.
A Dios nunca le fastidia
nuestra actitud de acercarnos confiados
desde nuestras situaciones reales y personales de pobreza.
“Dios, ¿no hará justicia a sus elegidos que le gritan día y
noche?
Tú y yo somos elegidos. Nadie nos impide llegar a
Dios tal
cual sea la medida de nuestra fe.
No confundamos su
justicia con esperar que corresponda
inmediatamente a lo que le pedimos.
¿Miramos al Crucificado a
la hora de pedir y creer?
¡Dios ha mostrado ser
Amor! ¡Cuánta confusión ante
su Amor!
¡Cuánta ante la Vida y la
Muerte de Jesús!
¿Hacia dónde miramos?; la inteligencia es para
conocer la Verdad.
“¿Encontraré esta fe en
la tierra cuando vuelva?”
F. Allara
SANTORAL DEL DÍA
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