miércoles, 9 de octubre de 2024

 SI ALGUNO DE VOSOTROS 

TIENE UN AMIGO

Meditación-Oración de la PALABRA DE DIOS

Fray Federico Allara O.F.M

Animación a la lectura 

PALABRA DE DIOS

5 minutos en nuestro "día a día"

(Clic en los textos para leer)

Gálatas 3,1-5

También les dijo Jesús:
–Supongamos que uno de vosotros tiene un amigo, y que a medianoche va a su casa y le dice: 'Amigo, préstame tres panes, porque otro amigo mío acaba de llegar de viaje a mi casa y no tengo nada que ofrecerle.' Sin duda, aquel le contestará desde dentro: '¡No me molestes! La puerta está cerrada y mis hijos y yo estamos acostados. No puedo levantarme a darte nada.' Pues bien, os digo que aunque no se levante a dárselo por ser su amigo, se levantará por serle importuno y le dará cuanto necesite. Por esto os digo: Pedid y Dios os dará, buscad y encontraréis, llamad a la puerta y se os abrirá. 10 Porque el que pide, recibe; el que busca, encuentra y al que llama a la puerta, se le abre.
11 "¿Acaso algún padre entre vosotros sería capaz de darle a su hijo una culebra cuando le pide pescado? 12 ¿O de darle un alacrán cuando le pide un huevo? 13 Pues si vosotros, que sois malos, sabéis dar cosas buenas a vuestros hijos, ¡cuánto más el Padre que está en el cielo dará el Espíritu Santo a quienes se lo pidan!"

DÍA 10 OCTUBRE  CICLO  -B

 A veces se compara el amor de amistad como si fuera igual a cualquier otro amor de libre opción.

Lo digo así porque, los amigos se encuentran y las opciones de amar son consecuencia de un acto libre de elección.

Hay amistades que revelan un gran amor, pero no debe compararse este amor de amistad con las obligaciones y responsabilidades de una opción.

La relación de amistad nunca es igual a la cotidianidad de una vida en común.

Con el amigo se viven momentos, la opción de vida es cotidiana.

Las libres opciones de amar exigen más verdad de amor que las de una amistad por grande y verdadera que sea.

Lo difícil de ambas maneras de amar es saber poner los medios para perseverar en la amistad, y más en las opciones libres, que hacen de la vida una forma concreta de amar.

Todo amor responde a su propia realidad.

El mismo texto hace una clara diferencia entre el amor a un amigo y el amor a la familia.

Me llama la atención del texto la respuesta que da al amigo, que “va de madrugada”  porque lo necesita.

“Si alguno de vosotros tiene un amigo y viene a medianoche

Y le dice:

No me molestes; la puerta está cerrada; mis niños y yo estamos acostados; no puedo levantarme

Sabemos que la situación familiar desde la que hablaba Jesús era la que se vivía en condiciones muy diferentes de las nuestras.

Abrir la puerta era abrir el hogar donde todos estaban presentes; pero aun así, me plantea lo dicho que, por más amor que se tenga a un amigo, primero es la familia.

No obstante, el texto también nos pide revisar hasta dónde demostramos ser verdaderos amigos de los que tenemos como tales.

Un amor, sea de amistad o de opción, que precise de una repetida insistencia para conseguir del amigo o del amado lo que necesita, no es verdad el amor de esta amistad o del amor a la familia.

Responder por la inoportunidad no es signo de amistad ni de amar.

El amor es una virtud del alma y ésta no tiene espacio ni tiempo.

Desde la verdad del amor no cabe la inoportunidad del amigo.

Son otras causas las que envuelven el amor que mide según quien sea y según el tiempo y el espacio.

El texto pone otra vez la condición del amor de familia

“¿Qué padre entre vosotros, cuando el hijo le pide pan, mira la hora o la inoportunidad del hijo?...

¿Cuánto más vuestro Padre dará el Espíritu Santo a los que lo pidan?

Lo de Dios es Pan por Cristo, desde el Espíritu Santo.

Dios nos da mucho más que pan, y nunca somos inoportunos ante su Amor eterno.      

F. Allara

SANTORAL DEL DÍA

ss. Daniel, Samuel y Compañeros, 

primeros mártires franciscanos



VENGO A ORAR






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