MARÍA ESCOGIÓ LA MEJOR PARTE
Meditación-Oración de la PALABRA DE DIOS
Animación a la lectura
PALABRA DE DIOS
5 minutos en nuestro "día a día"
(Clic en los textos para leer)
Gálatas 1, 13-24
Salmos 138
Lucas 10,38-42
DÍA 8 OCTUBRE CICLO B
La frase puede se interpretada en varios aspectos, uno de ellos es la del egoísmo.
¡Con
qué facilidad podemos “escoger la mejor parte” olvidando a los demás!
¡Cómo
es de fácil el egoísmo!; no lo es tanto el “discernir
y saber escoger lo mejor” para el
sentido de la vida y para la relación con el prójimo, sobre todo a partir
de las comunidades familiares en las que
se mueve nuestra vida.
“Jesús entró en una aldea”
Me
parece bien que Lucas no dé el nombre de la aldea, Betania, como lo hace Juan
en su Evangelio. De esta manera expresa mejor
la itinerancia y la pobreza de Jesús que no
tenía donde reclinar la cabeza.
Los
valores humanos que buscamos los hallamos todos en el Hombre Jesús
¡No
es fácil optar libremente por vivir en pobreza como medio de libertad!
Ayer
veíamos como el “hombre”, siendo dueño del universo, vivía en soledad hasta que
se asombró
al ver a la mujer y reconocerla como ser humano semejante. La unidad
de ambos viene dada desde el principio.
“Una mujer llamada Marta
lo recibió en su casa”
Otro
aspecto importante escrito hace dos mil años.
No
se nombra a Lázaro, sino a Marta recibiéndolo
en su casa.
Los
Evangelios nos dicen sólo lo que nos
quieren enseñar en su momento.
Marta
tenía una hermana llamada María que,
“Sentada a
los pies de Jesús, escuchaba su palabra”
Es
el ejemplo de quien,
en su vida, valora la Presencia de
Jesús, una Presencia que, si
bien ayer era real físicamente y reconocida por María como Dios en su casa, hoy sigue siendo real esta Presencia, si
cabe, con más valor porque es la Humanidad resucitada la que habita permanentemente en nuestro propio
hogar.
María
nos enseña que desear vivir en relación con Jesús es saber dejarlo todo para vivir
la experiencia de estar a solas con Dios.
Lo
cual no nos priva de ser también como
Marta, aunque en aquel momento, ante Jesús, que no iba solo, le dijera:
“Señor, ¿no te importa
que mi hermana me haya dejado sola con el servicio?
Marta
era tan creyente de Jesús y mujer de vida de oración como lo podía ser María.
Lo
que tenemos que valorar, para
nuestra vida, es el ejemplo de ambas,
· De
María: entregada a Jesús valorando
su Presencia y su Palabra.
· De
la Marta: valorando su entrega para mejor servir a su Señor.
La
respuesta de Jesús es:
· Para
que tomemos conciencia de que el primer valor para un creyente es Él.
Dejar
todo es la medida de valorar a quien
amamos
“Marta, Marta…, solo una
cosa es necesaria”
Quien se lo cree escoge la mejor parte, siendo el egoísmo de mayor amor.
F. Allara
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