lunes, 7 de octubre de 2024

 MARÍA ESCOGIÓ LA MEJOR PARTE  

 Meditación-Oración de la PALABRA DE DIOS

Fray Federico Allara O.F.M

Animación a la lectura 

PALABRA DE DIOS

5 minutos en nuestro "día a día"

(Clic en los textos para leer)

Gálatas 1, 13-24

Salmos 138

Lucas 10,38-42

Jesús en casa de Marta y María
38 Seguían ellos su camino. Jesús entró en una aldea, donde una mujer llamada Marta le recibió en su casa. 39 Marta tenía una hermana llamada María, la cual, sentada a los pies de Jesús, escuchaba sus palabras. 40 Pero Marta, atareada con sus muchos quehaceres, se acercó a Jesús y le dijo:
–Señor, ¿no te importa que mi hermana me deje sola con todo el trabajo? Dile que me ayude.
41 Jesús le contestó:
–Marta, Marta, estás preocupada e inquieta por muchas cosas; 42 sin embargo, solo una es necesaria. María ha escogido la mejor parte, y nadie se la quitará"

DÍA 8 OCTUBRE  CICLO   B

La frase puede se interpretada en varios aspectos, uno de ellos es la del egoísmo.

¡Con qué facilidad podemos “escoger la mejor parte” olvidando a los demás!

¡Cómo es de fácil el egoísmo!; no lo es tanto el “discernir y saber escoger lo mejor” para el sentido de la vida y para la relación con el prójimo, sobre todo a partir de las comunidades familiares en las que se mueve nuestra vida.

“Jesús entró en una aldea”

Me parece bien que Lucas no dé el nombre de la aldea, Betania, como lo hace Juan en su Evangelio. De esta manera expresa mejor la itinerancia y la pobreza de Jesús que no tenía donde reclinar la cabeza.

Los valores humanos que buscamos los hallamos todos en el Hombre Jesús

¡No es fácil optar libremente por vivir en pobreza como medio de libertad!

Ayer veíamos como el “hombre”, siendo dueño del universo, vivía en soledad hasta que se asombró al ver a la mujer y reconocerla como ser humano semejante. La unidad de ambos viene dada desde el principio.

“Una mujer llamada Marta lo recibió en su casa”

Otro aspecto importante escrito hace dos mil años.

No se nombra a Lázaro, sino a Marta recibiéndolo en su casa.

Los Evangelios nos dicen sólo lo que nos quieren enseñar en su momento.

Marta tenía una hermana llamada María que,

“Sentada a los pies de Jesús, escuchaba su palabra”

Es el ejemplo de quien, en su vida, valora la Presencia de Jesús, una Presencia que, si bien ayer era real físicamente y reconocida por María como Dios en su casa, hoy sigue siendo real esta Presencia, si cabe, con más valor porque es la Humanidad resucitada la que habita permanentemente en nuestro propio hogar.

María nos enseña que desear vivir en relación con Jesús es saber dejarlo todo para vivir la experiencia de estar a solas con Dios.

Lo cual no nos priva de ser también como Marta, aunque en aquel momento, ante Jesús, que no iba solo, le dijera:

“Señor, ¿no te importa que mi hermana me haya dejado sola con el servicio?

Marta era tan creyente de Jesús y mujer de vida de oración como lo podía ser María.

Lo que tenemos que valorar, para nuestra vida, es el ejemplo de ambas,

·       De María: entregada a Jesús valorando su Presencia y su Palabra.

·       De la Marta: valorando su entrega para mejor servir a su Señor.

La respuesta de Jesús es:

·       Para que tomemos conciencia de que el primer valor para un creyente es Él.

Dejar todo es la medida de valorar a quien amamos

“Marta, Marta, solo una cosa es necesaria”

Quien se lo cree escoge la mejor parte, siendo el egoísmo de mayor amor.   

F. Allara


SANTORAL DEL DÍA

sS.Sergio y Baco, mártires de Siria




ESTOY A LA PUERTA Y LLAMO...





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