¡DIOS NOS AYUDE A DISCERNIR
QUÉ ES SER RICO!
Meditación-Oración de la PALABRA DE DIOS
Animación a la lectura
PALABRA DE DIOS
5 minutos en nuestro "día a día"
(Clic en los textos para leer)
Efesios 2,1-10
Salmos 99
Lucas 12,13-21
El peligro de las riquezas13 Uno de entre la gente dijo a Jesús:–Maestro, dile a mi hermano que reparta conmigo la herencia.14 Jesús le contestó:–Amigo, ¿quién me ha puesto sobre vosotros como juez o partidor?15 También dijo:–Guardaos de toda avaricia, porque la vida no depende delj poseer muchas cosas.16 Entonces les contó esta parábola: “Había un hombre rico, cuyas tierras dieron una gran cosecha. 17 El rico se puso a pensar: ‘¿Qué haré? ¡No tengo donde guardar mi cosecha!’ 18 Y se dijo: ‘Ya sé qué voy a hacer: derribaré mis graneros y construiré otros más grandes en los que guardar toda mi cosecha y mis bienes. 19 Luego me diré: Amigo, ya tienes muchos bienes guardados para muchos años; descansa, come, bebe y goza de la vida.’ 20 Pero Dios le dijo: ‘Necio, vas a morir esta misma noche: ¿para quién será lo que tienes guardado?’ 21 Eso le pasa al hombre que acumula riquezas para sí mismo, pero no es rico delante de Dios.”
DÍA 21 OCTUBRE CICLO -B
Dios ha creado un Universo bueno;
En él tenemos lo necesario para vivir. Ello es la mayor riqueza a la que el ser humano, convencido, ha podido llegar.
“Maestro, dile a mi hermano que reparta conmigo la herencia”
El Evangelio no es casuístico; nos ayuda a discernir el camino que conduce al bien de poder convivir en paz.
Teniendo esto claro no haría falta pedir limosna ni darla, porque tenemos medios para vivir bien toda la Humanidad por los siglos de los siglos.
El error en el discernimiento humano de ser rico es la causa de una Sociedad de tanta pobreza y miseria, en todos los aspectos, que nos denigran.
“Buen hombre, ¿quién me ha encomendado ser juez entre vosotros?”
Cristo ha sido y es mediador para convertir el corazón humano al deseo de un origen feliz; no para mediar en una causa que, sin Él no tiene solución.
“Mirad: guardaos de toda clase de codicia”
Esta frase vale para todos. Desde la mayor pobreza, incluso optada libremente, se puede vivir y desear cualquier cosa buena, que la codicia la convierte en mal.
“Aunque uno ande sobrado, su vida no depende de sus bienes”
Un ser humano espiritual se interroga sobre la riqueza. Qué es ser rico y cómo puede vivir en paz y bien con el prójimo.
Este ser humano espiritual “no hace cálculos” porque sabe que, lo que tiene no es “para derribar los graneros y construirlos más grandes”, porque su espíritu le dice que lo que tiene no es del todo suyo.
No hace falta ser creyente para tener un espíritu sano que sabe discernir.
Lo importante es ser humanos valorando lo que tenemos, y ser fraternos con los que no tienen lo que nosotros poseemos y, quizás, no apreciemos ni estimamos.
La persona con poca sensibilidad humana y espiritual tiende a decirse a sí misma:
“Alma mía, tienes bienes almacenados para muchos años;
descansa, come, bebe, banquetea alegremente”
El mundo, y para quien es del mundo, no hay más alma que la considerada para vivir un solo tiempo de la vida, piensa en saciarse de lo que tiene de forma inmediata.
¿Por qué tanta prisa?
Esto indica que se valora el tiempo sin discernir su verdad sobre la vida.
El gozo entretenido por ver los bienes almacenados no es vivir lo eterno en el tiempo.
Su verdadero sentido es más trascendente, contemplado y medido desde el espíritu humano.
El alma es la vida que disfrutamos los seres humanos.
Decir vida es apreciar su valor, su trascendencia, su riqueza espiritual y su misterio.
Dios nos ha dado la vida y Dios no la reclama con la muerte, sino que es el medio por el que el ser humano llega al fin por lo que fue creado en cuerpo y alma.
F. Allara
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