miércoles, 4 de septiembre de 2024

 “LA GENTE LO ANDABA BUSCANDO

Meditación-Oración de la PALABRA DE DIOS

Fray Federico Allara O.F.M 

Animación a la lectura 

PALABRA DE DIOS

5 minutos en nuestro "día a día"

(Clic en los textos para leer) 

1 Corintios 3, 1-9

Salmos 32

Jesús sana a la suegra de Simón
(Mt 8.14-15; Mc 1.29-31)
38 Jesús salió de la sinagoga y entró en casa de Simón. La suegra de Simón estaba enferma, con mucha fiebre, y rogaron a Jesús que la sanase. 39 Jesús se inclinó sobre ella y reprendió a la fiebre, y la fiebre la dejó. Al momento, ella se levantó y se puso a atenderlos.
Jesús sana a muchos enfermos
(Mt 8.16-17; Mc 1.32-34)
40 Al ponerse el sol, todos los que tenían enfermos de diferentes enfermedades los llevaron a Jesús; él puso las manos sobre cada uno de ellos y los sanó. 41 De muchos enfermos salieron también demonios que gritaban:
–¡Tú eres el Hijo de Dios!
Pero Jesús reprendía a los demonios y no los dejaba hablar, porque sabían que él era el Mesías.
Jesús anuncia el mensaje en las sinagogas
(Mc 1.35-39)
42 Al amanecer, Jesús salió de la ciudad y se dirigió a un lugar apartado. Pero la gente le buscó hasta encontrarle. Querían retenerlo para que no se marchase, 43 pero Jesús les dijo:
–También tengo que anunciar las buenas noticias del reino de Dios a los otros pueblos, porque para esto he sido enviado.

44 Así iba Jesús anunciando el mensaje en las sinagogas de Judea"


 DÍA 4 SEPTIEMBRE  CICLO  -B

Si nos situamos en el tiempo en que Jesús salió de Nazaret, vemos que dejó a su Madre y empezó su camino mesiánico.

Jesús fue revelando y manifestándose como Mesías durante los tres últimos años de su estancia humana con nosotros.

Ayer vimos que fueron sus coetáneos los primeros en saberlo, y también muy pronto, el Evangelio de Juan nos dice que, la Samaritana, una mujer pagana, es la que recibe la máxima revelación cuando ella le dice que “el Mesías lo aclararía todo” y Jesús le contesta “Yo soy, el que habla contigo”  manifestando cómo iba a ser su vida y su mesianismo.

Jesús, tratando a solas con el Padre, iba conociendo su voluntad a través de la cotidianidad de la vida en su “casa”.

Decía ayer que “Dios nos dé la Gracia de entender la lógica de su revelación para ver que, no es diferente la situación actual de la de su Presencia como Cristo, Dios y Hombre verdadero en su tiempo.

Dios se revela a todos, pero no todos estamos dispuestos a aceptar a Dios.

Los pobres, que experimentaban su Bien en su vida, eran los que le seguían; exactamente como hoy.

Los sabios y entendidos, o no le necesitan o bien acomodados a su riqueza material o espiritual no experimentan el Bien divino. Y las religiones tienen sus dioses y su manera de vivir, su culto y su fe.

Ayer y hoy, quienes encuentran verdaderamente a Dios en Cristo, no sólo no le dejan, sino que, heridos por la herida del Amor divino, lo andan buscando e intentan retenerlo hasta que entienden que, Dios habita en ellos en espíritu y en la presencia real del prójimo.

Son los que, ayer y hoy, han entendido la lógica de revelarse Dios, empezando por reconocer que, ha sido en su pobreza donde Jesús les ha manifestado su Presencia para no ausentarse jamás.

Jesús enseñaba en las sinagogas y le entendían los que apreciaban un lenguaje y una forma de ser diferente a los Maestros.

Curaba a los que acudían a Él con dos intenciones claras,  

1.      reconociendo su enfermedad física o espiritual y

2.     con fe y plena confianza.

Éstos, ayer y hoy, son los que creen en Jesús y por Él, en el único y verdadero Dios, como Padre que nos hermana en su Hijo.

Jesús se acercaba a los enfermos.

“La suegra de Simón estaba con fiebre muy alta y le pidieron que hiciera algo por ella”

Él, de pie a su lado increpó a la fiebre

Al ponerse el sol, los que tenían enfermos, se los llevaban y Él, poniendo la mano sobre cada uno de ellos, los curaba.

 F. Allara


SANTOAL DEL DÍA

s. Bonifacio I, papa



DIOS FIEL

PERO COMO ES POSIBLE...







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