viernes, 9 de agosto de 2024

 “SI EL GRANO DE TRIGO NO MUERE

  Meditación-Oración de la PALABRA DE DIOS

Fray Federico Allara O.F.M


 Animación a la lectura 

PALABRA DE DIOS

5 minutos en nuestro "día a día"

(Clic en los textos para leer)


2 Corintios 9, 6-10

Salmos 111


Juan 12. 24-26

24 Os aseguro que si un grano de trigo no cae en la tierra y muere, seguirá siendo un solo grano; pero si muere, dará fruto abundante. 25 El que ama su vida, la perderá; pero el que desprecia su vida en este mundo, la conservará para la vida eterna. 26 Si alguno quiere servirme, que me siga; y donde yo esté, allí estará también mi servidor. Si alguno me sirve, mi Padre le honrará"


DÍA 10 AGOSTO  CICLO   -B


Es importante que pensemos y meditemos las experiencias de la vida para llegar a saber qué es vivir y porqué vivimos.

Si hablamos del amor y de la muerte, ¡miremos no estar lejos de conocer la trascendencia de ambas y su relación!

“La muerte nos priva del don de la vida; el amor nos restituye a una vida mejor. La muerte nos desposee del cuerpo; el amor tiene poder para arrebatar a la muerte su presa y devolvérnosla. A la muerte nadie puede resistir; el amor es capaz de vencerla y de confundir su victoria. El amor es fuerte como la muerte, porque el amor de Cristo da muerte a la misma muerte”.

(De los tratados de Balduino de Cantorbery)

Somos muy dignos como seres humanos si esta dignidad procede de Dios. De otro modo no dejamos de ser materia con existencia temporal. ¡Como para enorgullecernos de lo que en realidad no somos!

Jesús, que tantas veces nos habla del pan y del trigo, hoy nos dice:


“Si el grano de trigo no cae en tierra y muere, queda infecundo


El grano que se siembra ha de morir para dar fruto.

El grano de trigo no sabe que tiene vida cuando el agricultor lo siembra, ni tiene conciencia de que va a morir.

Los seres humanos sí que tenemos conciencia de que hemos de morir. Precisamente porque somos conscientes de la vida y, de la muerte sabemos que no se trata de morir, sin más, para que demos fruto.

El ser humano debe saber por qué vive y, debe libremente optar sobre lo que pretende y espera con su muerte, porque no somos un grano de trigo.


“Si el grano muere, da mucho fruto”


Esta es la trascendencia desde la pura materialidad de la vida pero, cuando se trata de nosotros está la conciencia, la inteligencia, la voluntad y la libertad para decidir sobre la vida y sobre la muerte.


“El que se ama a sí mismo, se pierde”


El amor es el eje de la vida de los seres humanos.

¡Qué difícil es conocer el amor y mucho más acertar a vivir desde él!

Nos hemos de amar a nosotros mismos; lo cual exige conocer la objetividad del amor para no errar en la vida y en nuestra relación con el prójimo.

Hay que entender lo de aborrecerse a sí mismo”.

Quien se hace centro de la vida no ha conocido el amor, ni se ama a sí mismo ni al prójimo, ni sabe que es causa de que los demás no le aprecien y que hasta en cierta manera le aborrezcan.

Esto indica no saber amarse a sí mismo, cuando todos necesitamos del aprecio de los demás.


“El que quiera servirme, que me siga, 

y donde esté Yo, allí también estará mi servidor, 

y será honrado por mi Padre"


Y Cristo estuvo primero en el Calvario y después en su Gloria.           

 F. Allara



SANTORAL DEL DÍA

s. Lorenzo, diácono y mártir




LA HERIDA







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