lunes, 26 de agosto de 2024

SER SÓLO “CUMPLIDORES” 

NO HABLA DE AMOR

  Meditación-Oración de la PALABRA DE DIOS

Fray Federico Allara O.F.M


Animación a la lectura 
PALABRA DE DIOS

5 minutos en nuestro "día a día"

(Clic en los textos para leer) 

2 Tesalonicenses 2,1-3.14-17

Salmos 95

Mateo 23,23-26

23 “¡Ay de vosotros, maestros de la ley y fariseos, hipócritas!, que separáis para Dios la décima parte de la menta, del anís y del comino, pero no hacéis caso de las enseñanzas más importantes de la ley, como son la justicia, la misericordia y la fidelidad. Esto es lo que se debe hacer, sin dejar de hacer lo otro. 24 ¡Guías ciegos, que coláis el mosquito y tragáis el camello!
25 “¡Ay de vosotros, maestros de la ley y fariseos, hipócritas!, que limpiáis por fuera el vaso y el plato, pero por dentro estáis llenos de lo que habéis obtenido con el robo y la avaricia. 26 Fariseo ciego, ¡limpia primero el vaso por dentro, y así quedará limpio también por fuera!

DÍA 27 AGOSTO  CICLO  -B

Jesús hablaba claro a cada uno; a muchos con aparente dureza.

“Aparente” porque lo único que movía a Jesús, y mueve hoy su PALABRA, es la conversión de todos a la Verdad del Amor trinitario que vino a revelar.

No basta ser buenos a nuestra manera, aun siendo sumamente importante.

Dios nos pide más que ser buenos.

El hombre que le pidió consejo para “llegar a la vida eterna” era bueno y cumplidor de los mandamientos.

No llama a todos a un mismo modo de seguir sus huellas pero sí, a todos, a no quedarnos con nuestra manera de entender “bondad y cumplimiento”.

Podemos ser fieles en nuestra vida acordes con la justicia, la misericordia y la lealtad; pero Jesús es quien ha objetivado, con su propia vida, lo que es justo, el verdadero modo de ser misericordiosos y la forma de ser leales y fieles ante todos.


“Ay de vosotros, letrados y fariseos hipócritas, 

que pagáis a Dios el décimo de la menta, 

del anís y del comino, y descuidáis lo más grave de la Ley, 

el derecho, la compasión y la sinceridad”


Cuantos vivamos siendo justos, misericordiosos y fieles agradaremos a Dios.

Los bautizados somos quienes nos tenemos que examinar ante el texto del Evangelio de hoy.

Antes deberíamos conocer la realidad espiritual que obra en nosotros el Bautismo desde la fe.

Algunos dicen que no les pidieron permiso para dejarse bautizar.

Tal argumento no es respuesta válida a la “responsabilidad que tenemos” de saber qué significa “estar bautizado” porque, no es una “prenda” que se puede quitar.

¿Piden permiso los “ideólogos” y los “maestros” a quienes le siguen “devotamente y con fe”? Esta “prenda ideológica” jamás se puede comparar con “el vestido del bautismo”. Es injusto decir no, “sin saber QUIÉN nos ha vestido”

·       ¿Puede considerarse justo con Dios quien no se plantea su bautismo?

·       ¿Usamos la misericordia con Cristo crucificado, de donde brotan los Sacramentos, sin considerar nuestro Bautismo?

·       Cuando nos justificamos en nuestra manera de vivir la fe, ¿Nos consideramos sinceros con Dios?

Por esto, la referencia de nuestra justicia, misericordia y sinceridad, no es nuestra subjetividad, ni nuestro criterio de “ser buenos”, sino atreverse a aceptar que la referencia es Dios, o la ideología o la religión optada.


“¡Fariseo ciego!, limpia primero la copa por dentro 

y así quedará limpia también por fuera”


A Dios no le engañamos con nuestra bondad cuando, de hecho, nos parece duro su lenguaje y su misma Vida humana, y no lo aceptamos.

Podemos ser humanos de muchas maneras y también, desgraciadamente, podemos ser muy inhumanos, incluso con Dios.                 

 F. Allara


SANTORAL DEL DÍA

s. Mónica, madre de S. Agustín, obispo




SIN TU LUZ...






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