HOY PODEMOS ACUDIR
A JESÚS Y PREGUNTAR…
Meditación-Oración de la PALABRA DE DIOS
PALABRA DE DIOS
5 minutos en nuestro "día a día"
(Clic en los textos para leer)
Ezequiel 37, 1-14
Salmos 106
Mateo 22,34-40
DÍA 23 AGOSTO CICLO -B
Creer, como realidad propia de un ser humano que dice ser creyente, es tener conciencia de aceptar lo que Dios le da gratuitamente a su ser.
No
podemos creer en la propia vida porque la experimentamos viviendo.
· Creer en la propia vida es aceptar que procede de una realidad que no es la nuestra.
· Creer es siempre aceptar algo que
no procede directamente de nosotros.
La
fe no depende de uno mismo; sí poder errar en la objetividad de la fe.
Cuando
alguien dice que “cree en Dios” sin aceptar su revelación es darse uno mismo
la razón de su vida sin aceptar la objetividad de los padres.
¡Qué
poco pensamos hoy que, no aceptar lo que “nos precede a ser” es vivir sin tierra bajo los pies!
Vivir
de la fe en Jesús es aceptar los medios que nos hablan
de Él, que son los Evangelios como Palabra
de Dios.
Los
aceptamos y nos fiamos de quienes los han escrito, estudiado
y precedido en su elaboración y los acogemos y aceptamos al abrir los Evangelios
¿Qué
quiere decir esto desde la fe?
Que
Jesús, el Cristo, no es alguien que existió ayer y nosotros abrimos el
Evangelio para saber algo de Él, sino
que Cristo vive entre nosotros hoy.
Al
abrir los Evangelios tenemos delante a
Jesús, a quien le puedo preguntar y
con quien podemos dialogar. Él lo desea y busca nuestra amistad.
“Los fariseos, al oír que
había hecho callar a los saduceos…”.
Los
fariseos, que acudieron a Jesús, creyeron
en Él por haber dado respuesta a los saduceos que no creían en la vida después de la muerte.
Esta
respuesta implica aceptar que hay vida real después de la muerte.
¿Dónde
está el “fariseísmo” de los fariseos y el posible nuestro?
En
creer lo que me complace de Jesús y luego acudir a ponerlo a prueba.
“Maestro, ¿Cuál es el mandamiento principal de la Ley?”
- Amarás al Señor tu Dios"
La
frase de Jesús es objetiva; no se
trata de creer y amar a nuestro dios.
Detengámonos
aquí
· Para
preguntarnos en que Dios creemos, y si amamos al Dios que creemos,
· Para
saber
si creemos en el Dios Padre de Jesús, en Él como Hijo de Dios, o no.
“Amarás a tu prójimo como
a ti mismo”
El
amor no es algo natural. No somos capaces de amar a Dios como
Padre.
Y
la experiencia nos dice que tampoco sabemos amar al prójimo como nos lo pide Jesús: amar
y perdonar hasta al enemigo.
Si podemos hablar de cara con Jesús, no razonemos dándole la espalda.
F. Allara
SANTORAL DEL DÍA
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