DIOS, EL ÚNICO VERDADERO,
SE LO MERECE TODO
Meditación-Oración de la PALABRA DE DIOS
Animación a la lectura
PALABRA DE DIOS
5 minutos en nuestro "día a día"
(Clic en los textos para leer)
Ezequiel 24, 15-24
Mateo 19,16-22
DÍA 19 AGOSTO CICLO - B
Entre
muchas preocupaciones que tenemos, como creyentes, desde la fe en el único Dios verdadero, que ha revelado
su existencia y su identidad, es el
relativismo existente en la Iglesia por falta de objetividad de las verdades reveladas.
Esto puede llevarnos a
una vida de fe en la que, la incertidumbre y la duda crean una práctica de vida litúrgica y
sacramental que, aceptando su verdad, no
suele ser experiencia de la Gracia que llena de paz y establece la comunión y la unidad por la que Jesús
oró al Padre.
“Maestro, ¿Qué tengo que hacer de bueno,
para obtener la vida eterna”
El trabajo que el Padre quiere es que creamos
en el enviado, su Hijo, que nos da la posesión de la vida eterna en el aquí
de la vida.
A
Jesús le gustaba el diálogo desde la intimidad de cada ser humano que salía a su
encuentro.
“¿Por qué me preguntas
qué es bueno?”
Es
la pregunta que todos nos tenemos que hacer en medio de un mundo donde “el mal se justifica por ley” y, “el
relativismo de conocimientos” crea la confusión
de lo que objetivamente es bueno.
Jesús
nos dice que “Uno solo es bueno”
La
confusión desde el contenido de la fe llega a
no tener ni a Dios por bueno.
Si
nuestra mente y nuestro corazón no saben ni creen que Dios Padre es el único bueno,
quiere decir que, lo más grande del Amor
divino no está claro en muchas mentes creyentes
y practicantes.
Es
perder el tiempo dejar que el pensamiento viva en estado de duda.
“Si quieres entrar en la
vida, guarda los mandamientos”
Jesús,
antes de hablar de la vida eterna, nos
dice si queremos entrar en la vida, lo cual quiere decir que, no todo
cuanto decimos y hacemos entra en lo que,
para Dios es la vida desde la fe.
El
primer camino
para entrar en la vida, según Dios, es
cumplir los mandamientos.
El
muchacho contestó: “Todo esto lo he cumplido”.
Nosotros,
¿respondemos igual?
Si
no es así, ¿podemos dar el primer paso para una vida de entrega a Dios?
Hoy
son muchos los Maestros que hablan
con toda seguridad de Dios.
Del
Amor divino podemos estár seguros, pero
no de nosotros.
“Si quieres llegar hasta el final, vende lo que tienes…,
y luego vente conmigo”
No
sólo los religiosos están llamados a venderlo todo; si unos y otros no vendemos lo que nos impide entrar en la vida, no
hay seguimiento de Jesús.
Hermanos,
no experimentar la tristeza, “si somos ricos”, no es bueno.
F. Allara
SANTO DEL DÍA
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