domingo, 28 de julio de 2024

 SEÑOR, SI HUBIERAS ESTADO AQUÍ

 Meditación-Oración de la PALABRA DE DIOS

Fray Federico Allara O.F.M  


Animación a la lectura 

PALABRA DE DIOS

5 minutos en nuestro "día a día"

(Clic en los textos para leer)


Jeremías 13,1-11

Salmo: Deuteronomio 32,18-27



Y muchos judíos habían ido a visitar a Marta y María, para consolarlas por la muerte de su hermano. 20 Cuando Marta supo que Jesús estaba llegando, salió a recibirle; pero María se quedó en la casa. 21 Marta dijo a Jesús:
–Señor, si hubieras estado aquí, mi hermano no habría muerto. 22 Pero aun ahora yo sé que Dios te dará cuanto le pidas.
23 Jesús le contestó:
–Tu hermano volverá a vivir.
24 Marta le dijo:
–Sí, ya sé que volverá a vivir cuando los muertos resuciten, en el día último.
25 Jesús le dijo entonces:
–Yo soy la resurrección y la vida. El que cree en mí, aunque muera, vivirá; 26 y ninguno que esté vivo y crea en mí morirá jamás. ¿Crees esto?
27 Ella le dijo:
–Sí, Señor, yo creo que tú eres el Mesías, el Hijo de Dios, el que tenía que venir al mundo"


DÍA 29 JULIO  CICLO   - B


Nos dice el Evangelio que, Dios hecho hombre en Jesús de Nazaret, vivió como uno de tantos”

Este hecho hace objetiva nuestra fe por creer en la Encarnación del Hijo de Dios, conociéndole conviviendo como ser humano entre sus coetáneos.

Nos situamos demasiado alto cuando razonamos la fe pensando a Dios. Y lo más difícil y sublime es creer lo que Dios ha hecho como Hombre.

Esto es creer en el Evangelio y hacer de Él nuestra vida de fe en Cristo.

Así lo han hecho los Santos. Han identificado a Cristo con el Evangelio, para no inventar caridades y devociones, viviendo la fe desde lo que dijo e hizo Jesús.

Es tiempo de revisar nuestras devociones, valorándolas; porque nuestro tiempo exige concreción, unidad y vida evangélica para ser testigos en medio de tanto relativismo y subjetivismo en materia de fe.

Puede que sean muchas las veces que, inconscientemente pensamos de Dios, diciéndole: “si hubieras estado aquí”.

Entendemos las palabras de Marta y de María; como entendemos las de toda persona que sufre por amor y, sobre todo en la pérdida de un ser amado. No olvidemos que Dios siempre está; lo eterno es un presente.

Por esto, un cierto ateísmo lo llevamos dentro, por ser ésta la frase de los que dudan o no creen: Si Dios estuviera, o existiera

 Nosotros somos los que no vivimos la puntualidad de la fe como Marta que, 

“Cuando se enteró que llegaba Jesús, salió a su encuentro”


Si sabemos y creemos que está, hemos de hacer como Marta, ir a su encuentro con la fe de que Cristo vive y está en el Altar, en el Sagrario, en el prójimo y en lo más íntimo de nuestro ser.

Salir a su encuentro es emprender el camino difícil de ir hacia dentro.

Al Cristo vivo del Altar, del Sagrario y del prójimo, se le encuentra en la misma medida con que es conocido, creído y tratado en el interior.


“Señor, si hubieras estado aquí, mi hermano no hubiera muerto"


Esta frase indica la fe plena y segura que Marta tenía en Jesús. Cree y refuerza su fe en Él al escuchar su  respuesta cuando le dice:


“Yo soy la Resurrección y la Vida”


“Yo Soy”.  Está afirmando quién es, Dios.

Jesús le afirma que “Es la Resurrección y la Vida”

Jesús tenía que morir y resucitar -que es no volver a morir jamás-.


“¿Crees esto?

Si, Señor, yo creo que tú eres el Cristo, 

el Hijo de Dios, el que tenía que venir al mundo”

Marta no es la mujer de las labores, sino una verdadera creyente que se desvivía por servir a Jesús.

A Dios le debemos adorar.

Hoy nos preguntamos: 

¿Cómo es mi fe? ¿Cómo sirvo a Jesús en mi hogar?                  

F. Allara



SANTORAL DEL DÍA

s. Marta, discípula del Señor




COMO MARÍA

Basta con mirar y callar 
para escuchar tu PALABRA
Basta con hacer silencio dentro
para escuchar tu voz...





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