DONDE HAY TIERRA
HAY QUE ECHAR LA SEMILLA
Meditación-Oración de la PALABRA DE DIOS
Animación a la lectura
PALABRA DE DIOS
5 minutos en nuestro "día a día"
(Clic en los textos para leer)
Jeremías 1,1.4-10
Salmos 70 |
Mateo 13, 1-9Parábola del sembrador 1 Aquel mismo día salió Jesús de casa y fue a sentarse a la orilla del lago. 2 Como se reunió mucha gente, subió Jesús en una barca y se sentó, mientras la gente se quedaba en la orilla. 3 Y se puso a hablarles de muchas cosas por medio de parábolas. Les dijo: “Un sembrador salió a sembrar. 4 Y al sembrar, una parte de la semilla cayó en el camino, y llegaron las aves y se la comieron. 5 Otra parte cayó entre las piedras, donde no había mucha tierra; aquella semilla brotó pronto, porque la tierra no era profunda; 6 pero el sol, al salir, la quemó, y como no tenía raíz, se secó. 7 Otra parte cayó entre espinos, y los espinos crecieron y la ahogaron. 8 Pero otra parte cayó en buena tierra y dio una buena cosecha: unas espigas dieron cien granos por semilla, otras dieron sesenta y otras treinta. 9 Los que tienen oídos, oigan.” |
DÍA 24 JULIO CICLO - B
Empecemos
por contemplar en oración a Jesús sentado
junto al mar.
Jesús
oraba al Padre
en cualquier lugar de la Naturaleza.
“Y acudió a Él tanta gente que tuvo que subirse a
una barca”
Cuando
el maestro es bueno
y también lo es el alumno, a éste le resulta fácil escucharle y entender el tema que explica aunque sea
complicado.
Ante
Jesús, la primera actitud es aceptar que es
buen Maestro.
Si
el alumno no cree en su maestro se
incapacita él mismo de poder aprender.
Quien duda de Jesús no está en condiciones de poder
entender sus sencillas formas de enseñar
lo más sublime,
además de recordar que, “la Escritura no está a merced de ser interpretada
subjetivamente” (2 Pd. 12-21).
Dudar
de alguien,
y más de Dios, es una sutileza intelectual; no niega la credibilidad,
pero la impide por ser una actitud que se niega a ver la luz.
“Salió el sembrador a sembrar”
Ayer
nos decía que su Padre era el labrador.
Quien
siembra la semilla es el Padre, por ser el origen de todo Bien.
No
pensemos en la materialidad de la
semilla. Aceptemos que lo
divino trasciende todo lo humano.
No
conocemos al Padre, aun viéndolo en
Jesús, ni podemos hablar de la semilla porque sale del Corazón del
Padre.
Jesús, en
el texto de hoy, nos dice dónde cae la
semilla. El viernes nos explicará la parábola, que en principio nos parece
sencilla de entender.
Hemos
empezado la oración contemplando a Jesús.
Ahora
les diría que no contemplemos la diversidad de condiciones de la tierra
donde es echada la semilla.
Antes
de releer el texto,
que lo aconsejo no sólo hoy, sino cada día, meditemos algo que considero muy importante:
No
nos toca a nosotros hacer juicio de la tierra.
La
enseñanza de la parábola sólo le corresponde a Jesús, que
puede decir la clase de tierra sobre la que se echa abundante la semilla.
Quien
mira la tierra, antes
de echar la semilla, revela
que está haciendo
juicio de ella y puede que, desde su
forma subjetiva de ver la tierra, no
eche la semilla o dude que pueda crecer.
“Dios puede hacer de las piedras hijos de Abrahán”, es decir, hijos descendientes del padre de la fe y, por tanto, hijos de Dios.
Si
el mundo es enemigo del alma, porque
lo es de Dios por sus criterios opuestos, ¿cómo
Jesús envía a sus Apóstoles al mundo, y
cómo la Iglesia debe sembrar en tierra
enemiga?
Vemos,
hermanos, como sin comentar la parábola,
Jesús, buen Maestro, nos enseña si sabemos estar, por su
gracia, de pie en la orilla escuchándole con fe.
“El que tenga oídos,
que oiga”
F. Allara
SANTORAL DEL DÍA
No hay comentarios:
Publicar un comentario