NO ESTÁS LEJOS DEL REINO DE DIOS
Meditación-Oración de la PALABRA DE DIOS
5 minutos en nuestro "día a día"
(Clic en los textos para leer)
2 Timoteo 2, 8-15 |
Salmos 24 |
DÍA 6 JUNIO CICLO -B
No somos creyentes por nuestra fe, sino por aceptar a Dios con fe.
Feliz
quien escucha en su interior lo que oyó el Maestro de la Ley por la boca de
Jesús:
“No estás lejos del Reino de Dios”
Podremos
escucharlo si es verdad nuestra respuesta a Dios. De lo contrario no se lo
podemos decir a la conciencia.
“Si morimos con él, viviremos con él; si perseveramos,
reinaremos con él; si lo negamos, también él nos negará;
si le somos infieles, él permanece fiel,
porque no puede negarse a sí mismo. (2Tim.2,12-13)
¡Qué
respeto a nuestra libertad, y qué amor fiel aun siendo infieles!
Esto
no es propio de dioses arbitrarios, sino del
Dios conocido en Cristo.
El
mismo Dios que nos dice cuál es el primer mandamiento.
“Escucha Israel”
Al
decir Dios al ser humano que escuche entendemos que, Dios es un Ser personal con quien podemos tener una relación de tú a
tú, siendo Dios.
Por
ley natural y por educación, tengamos muy presente que, lo primero es escuchar
a Dios.
Escucharle
es oír su voz en
la Creación, en cada ser humano y en la historia, que Él convierte en Historia
de salvación, hasta escucharle en su PALABRA.
“El Señor es nuestro Dios, el Señor es único.
Ama al Señor, tu Dios, con todo tu corazón, con toda tu alma,
con todo tu pensamiento y con
todas tus fuerzas”
Y
esto entendiendo que es a nosotros a
quienes nos hace bien este amor único al Dios único, y no a Él, que es la plenitud del Amor, aceptando el bien de creer en el
Dios único, porque nos libera de nuestro natural politeísmo.
“El segundo es: Ama a los
demás como te amas a ti mismo”
Ya
en el Antiguo Testamento Dios nos libera de la necesidad de vivir determinados por nuestros dioses, e iguala toda la exigencia de nuestro amor a
Él, amando al prójimo.
Hasta
el punto de que, “no es verdad decir que amamos a Dios si no amamos a los demás”.
Más tarde Jesús identificará estos dos mandamientos.
El
Maestro de la Ley lo entendió no con la razón, sino aceptando lo que escuchaba de la boca de
Jesús.
Por
esto, la fe no es nunca puramente
subjetiva, aun siendo nosotros seres humanos sujetos creyentes, sino que es la aceptación de estas palabras dichas
por Dios en el A.T. y por Jesús en el Nuevo.
No
es lo mismo ver el amor como lo más importante desde nuestra lógica de razón.
Por
algo lo primero que se nos dice es: “Escucha”.
La
respuesta del Maestro,
que lleva a decir la frase de Jesús, es
de fe.
“Es verdad que de Dios sólo hay uno y
que no hay ninguno fuera de Él.
Y que amarlo… y amar al
prójimo es mejor que todos los sacrificios”
Bienaventurados
los que en el aquí no están lejos del Reino.
F. Allara
SANTORAL DEL DÍA
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