UN DÍA CON JESÚS
Meditación-Oración de la PALABRA DE DIOS
Animación a la lectura PALABRA DE DIOS
5 minutos en nuestro "día a día"
(Clic en los textos para leer)
Santiago 4,1-10
Salmos 18 |
Marcos 9,30-37
DÍA 21 MAYO CICLO -B
Los
Evangelios son muy parcos en explicar los hechos
y dichos de Jesús.
Nos
dicen
lo esencial para que nosotros,
conducidos por el Espíritu, entremos en relación personal con Él de manera
sencilla y natural.
Pasar
un día con Él es una forma de rezar y permanecer con Dios.
Jesús
y sus discípulos
no necesitaban hacer footing. Se
desplazaban de un lugar a otro caminando, anunciando la Buena Noticia del Reino
de Dios.
Hoy
nos unimos al grupo de los discípulos
y cruzamos “Galilea”. Jesús quiere pasar, inadvertido.
Es
la primera lección que, de forma
indirecta, nos podemos aplicar: “pasar desapercibidos”.
Se
necesita haber madurado en vida espiritual, a ejemplo del Hijo anonadado, para crecer en el hábito de no ser protagonistas en todo lugar.
Llamar
la atención es
motivo para rodearse de seres humanos
superficiales, mientras que, pasar inadvertidos es poder ser observados por
los que viven de su vida interior.
Jesús
aprovecha ir de camino para instruir a sus discípulos.
Por
esto, pasar un día con Él es estar
atentos a sus palabras, porque en cualquier momento y lugar nos dice algo
importante.
Las
sinagogas eran para otro modo de enseñar con autoridad.
“El Hijo del Hombre será entregado en manos de los
hombres,
lo matarán y, una vez muerto, resucitará después de tres
días.
Los
discípulos no entendían qué quería decir; oían palabras que no eran conocidas
dentro de su fe mosaica.
¿Las
hemos entendido nosotros?
Orar
es el medio para que el Espíritu ilumine la Vida de Cristo en la nuestra.
Llegamos
a Cafarnaúm.
Y Jesús nos da otra enseñanza: “El hecho por lo que discutían sus discípulos”
“¿Qué veníais discutiendo por el camino?
Se quedaron callados, porque en el camino habían
discutido
sobre cuál de ellos era el más importante”
“Si alguien quiere ser el primero, ha de ser el
último y servidor de todos”
¡Qué
sutil es la manera de querer ser
importantes!
¡De
cuántas maneras se nos descubre con
esta debilidad del corazón!
Jesús
ahora ha llamado a un niño y lo ha puesto en medio de nosotros.
¿Qué
nos dice ahora?
“Quien acoge a uno de estos niños porque lleva mi nombre,
me acoge a Mí, y quien me acoge a Mí,
no me acoge a Mí, sino al que me ha enviado”
· El nombre del niño es pobreza, debilidad, necesidad de amor, de
cuidado.
· Su nombre es libertad, dignidad, imagen de Dios. Su Nombre está en medio.
Leer
su Nombre es reconocerle a Él, y acoger
al Padre.
Un
día con Jesús no es del todo cómodo; pero aprendes a mirar y a leer con los ojos
de la Verdad y del Amor. ¡Vale la pena!
Es
maravilloso caminar con Jesús escuchándole. ¡Pruébalo!
SANTORAL DEL DÍA
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