JESUCRISTO,
SUMO Y ETERNO SACERDOTE
Meditación-Oración de la PALABRA DE DIOS
Animación a la lectura PALABRA DE DIOS
5 minutos en nuestro "día a día"
(Clic en los textos para leer)
Hebreos 10,11-18 |
Salmos 109 |
Marcos 14, 12 . 22-25La Cena del Señor 12 El primer día de la fiesta en que se comía el pan sin levadura y se sacrificaba el cordero de Pascua, los discípulos de Jesús le preguntaron: –¿Dónde quieres que vayamos a prepararte la cena de Pascua? |
22 Mientras cenaban, Jesús tomó en sus manos el pan, y habiendo dado gracias a Dios lo partió y se lo dio a ellos, diciendo: –Tomad, esto es mi cuerpo. 23 Luego tomó en sus manos una copa, y habiendo dado gracias a Dios se la pasó a ellos, y todos bebieron. 24 Les dijo: –Esto es mi sangre, con la que se confirma el pacto, la cual es derramada en favor de muchos. 25 Os aseguro que no volveré a beber del fruto de la vid hasta el día en que beba vino nuevo en el reino de Dios" |
DÍA 23 MAYO CICLO -B
JESUCRISTO SUMO Y ETERNO SACERDOTE
Jesucristo ES la última Alianza de Dios con nosotros.
“Pondré mi Ley en su interior, la escribiré en sus corazones”
Dios
lo que dice lo hace. No ha sido su Ley, externa al creyente, sino DIOS mismo ha sido quien ha puesto su morada en lo más íntimo del ser humano.
Aunque
el mundo nos muestre su lejanía de Dios,
este sigue manifestando el poder de su
Amor y, mientras el mundo lo niega, vive en cada
alma esperando el amanecer de un día
nuevo en cada ser humano, cansado de vivir huérfano en la oscuridad de tan largas noches en vano.
·
Sacerdocio
significa mediador entre Dios y los
hombres.
Sólo
desde la fe se entiende la mediación
sacerdotal y su necesidad.
Jesucristo
es el único Sacerdote, por ser Dios mismo quien se ha
hecho mediador entre el Padre y la
Humanidad.
El
Sacerdocio de Jesucristo es eterno por el Verbo que sustenta
su Humanidad.
Morir en la Cruz e instituir la
Eucaristía son
ejercicios de su Sacerdocio, desde la Encarnación al
asumir con la Naturaleza humana el
mal del mundo.
Son
muchos los religiosos o pensadores que
pretende ser redentores, pero nadie ha sido juez asumiendo el mal para liberar la libertad humana.
También
es cierto que somos un Pueblo sacerdotal;
y en función de esto y, desde el
Espíritu recibido somos libres para relacionarnos
directamente con el Padre.
Esto
es
posible por el único Sacerdocio de
Jesucristo. No aceptarlo es apropiarse de un don no reconocido ni agradecido.
“Una vez que Dios
ha perdonado la culpa y el pecado,
no hace falta
presentar ninguna ofrenda para obtener el perdón”
Esta
frase justifica el Sacerdocio de Cristo.
Nosotros,
como Pueblo creyente, no ofrecemos holocaustos
ni sacrificios, pero nos hemos de preguntar “¿cómo
le pagaré al Señor todo el bien que me ha hecho?”.
Tenemos
el mandato de “levantar
la copa de la salvación”.
Celebramos
la acción de gracias por la gratuidad de la Salvación, haciendo real y presente
a Cristo, por el Espíritu.
El Don
mayor
que nos ha dado Jesús es el de celebrar
su Memorial de Muerte y Resurrección.
“Tomad, esto
es mi Cuerpo…, esta es mi Sangre,
la Sangre de
la Alianza, derramada por todos los hombres”
La
Eucaristía
no es un milagro, se fundamenta en la Palabra de Jesús pronunciada sobre el pan y el
vino que nosotros, como Pueblo sacerdotal y ministerial, actualizamos y vivimos en presente por el
Espíritu que se nos ha dado.
Dios
ha puesto su morada en el centro de nuestra alma, siempre
vacía por más que la llene nuestra bondad, que también es
Don.
No
nos quedemos con la ley y la huella, cuando
Dios sigue llamando a la puerta para
llenar el alma con el sabor de su Presencia gratuita.
F.
Allara
SANTORAL DEL DÍA
sAN JUAN BAUTISTA DE ROSSI, SACERDOTE ROMANO
A TU LADO QUIERO PERMANECER
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