DIOS ES EL HOGAR QUE NECESITAMOS
PARA NO MORIR DE SOLEDAD
Meditación-Oración de la PALABRA DE DIOS
Animación a la lectura PALABRA DE DIOS
5 minutos en nuestro "día a día"
(Clic en los textos para leer)
Hechos 18,1-8
Salmos 97
Juan 16,16-20
DÍA 9 MAYO CICLO -B
¿Qué entiendo por hogar?
La
experiencia del espíritu de vivir en la paz de una comunidad de amor.
Es
la experiencia de la fe verdadera.
La
Comunidad de amor, que es nuestro
Dios, es la paz que respira el espíritu
del creyente, aun en medio de la tribulación de la vida.
Creer
es vivir del hogar divino; experiencia real en el alma del creyente.
Fe es vivir con sentido, por Gracia, la
realidad del aquí de la vida.
Dios
no es el engaño que cubre al pobre
añorando un mañana que no ha de llegar; más bien, quien reconoce su pobreza conoce la mentira del mundo.
· El Espíritu se nos ha dado para conocer
la Verdad en el hoy de la vida y,
· El Espíritu que resucitó a Jesús es el
que vence nuestra muerte y nos abre la puerta de la eternidad como
viva sucesión de lo que ha sido la vida.
Es
importante vivir esta experiencia. Lo contrario es revestir
la soledad para no morir de frio. Se confunde la vestimenta con la verdad; es
un vestido-disfraz que esconde la soledad y
pobreza humana sin darle sentido. Pobres lo somos todos.
Sólo
Dios-Amor puede decir a un ser humano:
“Vuestra tristeza se convertirá en alegría”
La
experiencia de sentirse amado por Dios vence la tribulación de la vida
por la evidente certeza que tiene el
alma de la Verdad que cree: la Vida,
Muerte y Resurrección de Jesucristo.
De
“desaparecer
y volver” nos habla Jesús en el texto de hoy.
“Dentro de poco no me veréis, pero poco después volveréis a
verme”
Es
lógico que los discípulos no entendieran y se entristecieran pensando en no ver a Jesús; pues, además de perder
la experiencia de vivir con Él, que no nos
la podemos ni imaginar, les iba también su futuro.
“Os digo en verdad que lloraréis y os lamentaréis,
mientras el mundo estará alegre;
vosotros estaréis tristes, pero vuestra pena se convertirá
en gozo”
Jesús
se refiere a su muerte por la que llorarán y, los que pensaban
que “hacían un favor a Dios” reirán.
Pero
ellos vivirán la experiencia de verle
resucitado; por esto, su tristeza se
convertirá en gozo.
Cristo
no les engaña.
Les ha dicho y saben que, la promesa de
felicidad en el aquí de sus vidas, por
su fe en dar la vida en testimonio,
de lo que han vivido con Jesús, pasará
por la misma experiencia de su Maestro.
En
esta verdad,
profetizada por el mismo Jesús sobre ellos, vemos que la Fe no es el engaño de vivir la vida
con una esperanza sin fundamento.
Los
discípulos vivieron con fe la promesa de
Jesús, porque
les fue permitido trascenderla, comprobando con ojos y manos, y haber
comido con Él después de resucitado.
¡Pidamos
la fe y amemos lo que creemos!
F.
Allara
SANTORAL DEL DÍA
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