lunes, 15 de enero de 2024

A VINO NUEVO ODRES NUEVOS

Meditación-Oración de la PALABRA DE DIOS

Fray Federico Allara O.F.M



Animación a la lectura PALABRA DE DIOS

5 minutos de nuestro "día a día"




16 –¡Pues déjame que te comunique lo que el Señor me dijo anoche! –le interrumpió Samuel.
–Habla –respondió Saúl.
17 Y Samuel le dijo:
–¿No te considerabas tú de poca importancia? Sin embargo, has llegado a ser el jefe de las tribus israelitas, y el Señor te ha consagrado como rey de Israel. 18 Ahora bien, si el Señor te envió con la orden estricta de destruir a esos pecadores amalecitas, y de atacarlos hasta acabar con ellos, 19 ¿por qué desobedeciste sus órdenes y te lanzaste sobre el botín arrebatado al enemigo, actuando mal a los ojos del Señor?....ss
22 Entonces Samuel dijo:
“Más agrada al Señor que se le obedezca, que no que se le ofrezcan sacrificios y holocaustos; vale más obedecerle y prestarle atención, que ofrecerle sacrificios y grasa de carneros.
23 Tanto peca el que se rebela contra él como el que practica la adivinación; semejante a quien adora a los ídolos es aquel que le desobedece. Y como tú has rechazado sus mandatos, ahora él te rechaza como rey.”


DÍA 15 ENERO   CICLO -B


Dios es quien llama y la respuesta de fe es obedecer.

Vivamos atentos a cómo llega el Señor a nuestras almas; porque no siempre llama como al profeta Samuel, sino por mediaciones humanas; y lo hace cuando menos lo esperamos y de quienes no pensamos.

Los profetas eran la voz de Dios para los reyes de Israel.

Saúl tenía al profeta Samuel; pero prefirió ofrecerle  víctimas y holocaustos a obedecer a Dios. Él nos lo ha dicho: 

“no quiere holocaustos”, 

sino obediencia y amor a sus llamadas.

¡Cuántas veces ofrecemos a Dios sacrificios y ofrendas que no nos pide!

Así es como hacemos nuestra voluntad y no la de Dios.

Así es como se crea una fe subjetiva que espera de Dios milagros.

Es una manera de desobedecerle esperando su favor.

Samuel le dijo a Saúl:

Tú has descartado la palabra del Señor 

y Él te descarta como rey de Israel”.


Mc 2,18-22
La cuestión del ayuno
(Mt 9.14-17; Lc 5.33-39)
18 En una ocasión estaban ayunando los seguidores de Juan el Bautistan y los de los fariseos. Algunas personas fueron a Jesús y le preguntaron:
–Los seguidores de Juan y los de los fariseos ayunan: ¿por qué no ayunan tus discípulos?
19 Jesús les contestó:
–¿Acaso pueden ayunar los invitados a una boda mientras el novio está con ellos? Mientras está presente el novio, no pueden ayunar. 20 Pero vendrá el momento en que se lleven al novio; entonces, cuando llegue ese día, ayunarán. 21 “Nadie remienda un vestido viejo con un trozo de tela nueva, porque lo nuevo encoge y tira del vestido viejo, y el desgarrón se hace mayor. 22 Tampoco se echa vino nuevo en odres viejos, porque el vino nuevo hace que revienten los odres y que se pierdan tanto el vino como los odres. Por eso hay que echar el vino nuevo en odres nuevos.”


Desde el Evangelio vivimos una aparente contradicción, porque con Jesús lo tenemos todo y, sin embargo, es el tiempo de ayunar y hacer penitencia.

Es una exigencia que nace desde la lógica de la fe.

¿Qué entendemos por ayunar y ser penitentes?

Es el amor el que reclama el ayuno y la penitencia. Estos son medios que libremente los acepta quien ama, por corresponder al amor.

Todos los santos han sido penitentes, aun sin aceptar libremente el menor pecado.

Los pecadores debemos entender el sentido positivo de la penitencia y practicarla.

Los fariseos ayunan y cumplen en todo.

Dios no examina sobre el ayuno, sino del amor.

Quien ama renuncia a sí mismo. Es una manera de empezar a ser penitentes y de permanecer en la verdad del amor.

Quien no sabe de amor, y más de amar a Dios, no entiende la penitencia.

“Nadie pone un remiendo en ropa no lavada”


En el Bautismo fuimos lavados de pecado. Es a partir de él cuando necesitamos el remiendo de la penitencia. No entenderlo es no haber conocido la trascendencia del Bautismo.

-          “El trozo nuevo se llevaría parte del viejo y el desgarro sería mayor”

Ya lo sabemos; holocaustos sin amor causa desgarros en el alma que se sacrifica, como quien remienda en ropa, sin pensar que está bautizada.

“Nadie pone vino nuevo en odres viejos”.

Vino nuevo es Jesús, que rompe con todas las ideologías y religiones.

Donde no hay conversión, que permita verter el vino nuevo, se pierden los odres viejos, por más novedosos que pretendan ser.               

 F. Allara



"Hazme nacer de nuevo"



 

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