miércoles, 20 de noviembre de 2024

NO RECONOCISTE EL MOMENTO 

DE MI VENIDA

 Meditación-Oración de la PALABRA DE DIOS

Fray Federico Allara O.F.M

Animación a la lectura 

PALABRA DE DIOS

5 minutos en nuestro "día a día"

(Clic en los textos para leer)

Apocalipsis 5,1-10

Salmos 149

Lucas 19, 41-44

41 Cuando llegó cerca de Jerusalén, al ver la ciudad, lloró por ella 42 y dijo: “¡Si entendieras siquiera en este día lo que puede darte paz!... Pero ahora eso te está oculto y no puedes verlo. 43 Pues van a venir días malos para ti, en los que tus enemigos te cercarán con barricadas, te sitiarán, te atacarán por todas partes 44 y te destruirán por completo. Matarán a tus habitantes y no dejarán en ti piedra sobre piedra, porque no reconociste el momento en que Dios vino a salvarte.”

DÍA 21 NOVIEMBRE  CICLO  -B

Cuando dejamos que, lo que vivimos envuelva nuestra mente y el saber de nuestro corazón es como si una niebla evitara la visión de la realidad; nos incapacita para ver el cielo abierto mostrándonos la belleza, que trasciende lo más próximo desde la Luz que emana de Él.

La mente imagina y el corazón ama inadvertidos de presencias, que nos darían luz al entendimiento y sabor de paz al corazón.

¡Pensamos demasiado a Dios! sin que, “este pensar”, sea vivir con actitud de agradecer su Presencia, sino una manera de “querer ver del cielo” lo que aquí, “en nuestro tiempo”, hemos de ver en la tierra.

¡Dejemos de imaginar! y demos crédito a lo que el entendimiento puede asentir, porque no lo puede hacer la imaginación o la sola razón.

No es la imaginación la que ve a Dios llorando; de igual modo como los discípulos le vieron sufrir en Getsemaní le vieron llorando contemplando Jerusalén.

Es el entendimiento el que lo ha de reconocer y creer.

El Dios omnipotente se ha acercado a nuestro ambiente. Él, que lo ve todo desde su Ser divino, lo quiso vivir cercano hecho hombre “como uno de tantos”.

ES el Hijo de Dios visible en la Humanidad de Jesús sostenida por su Persona; y por su Naturaleza divina en perfecta unidad con el Padre y el Espíritu Santo.

Por esto quien ve a Jesús, ve al Padre.  

“Al acercarse a Jerusalén y ver la ciudad, le dijo llorando”

¿Por qué lloró Jesús?

Porque su Pueblo no reconoció el momento de su venida.

Nos podemos quedar, en el mejor de los casos, con la “imaginación de creer en Dios pero, ¡cuántos bautizados hoy no le reconocen!

“¡Si al menos tú comprendieras 

en este día lo que conduce a la paz!”

El cielo, Dios, sigue llorando. Sí, en medio de la Paz.

Del mismo modo que no sabemos cómo es su Gloria eterna, tampoco podemos conocer cómo se conjuga su Paz

·       Con el dolor del Corazón paternal de Dios y

·       Con el dolor y lágrimas de cuantos “en su paz” esperan, nuestros padres y nuestros mejores amigos, poder compartir la Mesa eterna con nosotros si ven que, no comprendemos ni aceptamos la Presencia de Dios en nuestro tiempo.

Jesús lloró contemplando a su Pueblo, orgulloso de rezar en el Templo, sabiendo que iban a rechazarle siendo Él el verdadero Templo, que iba a ser eterno como el único ser que ha resucitado al tercer día.

“Llegará el día en que tus enemigos te rodearán

y no dejarán piedra sobre piedra

Refiriéndose al Templo dónde rezaban; y así fue pocos años después.

¿Qué queda del gran Templo? Un resto de piedras

Si aceptamos que, nadie posee la Verdad no hagamos que nuestras verdades sustituyan la Verdad de la Presencia de Dios-con-nosotros.       

F. Allara


SANTORAL DEL DÍA

Presentación de la B. virgen María












NO SOMOS UN ABSURDO EXISTENCIAL

  Meditación-Oración de la PALABRA DE DIOS

Fray Federico Allara O.F.M

 Animación a la lectura 

PALABRA DE DIOS

5 minutos en nuestro "día a día"

(Clic en los textos para leer)

Apocalipsis 4, 1-11

Salmos 150

Lucas 19, 11-28

Parábola del dinero
(Mt 25.14-30)
11 La gente escuchaba estas cosas que decía Jesús. Y él les contó una parábola, porque ya se encontraba cerca de Jerusalén y ellos pensaban que el reino de Dios estaba a punto de manifestarse. 12 Les dijo: “Un hombre de la nobleza se fue lejos, a otro país, para ser hecho rey y regresar. 13 Antes de partir llamó a diez de sus criados, entregó a cada uno una gran suma de dinero y les dijo: ‘Negociad con este dinero hasta que yo vuelva.’ 14 Pero las gentes de su país le odiaban, y enviaron tras él una comisión con el encargo de decir: ‘No queremos que este hombre sea nuestro rey.’
15 “Pero él fue hecho rey. A su vuelta, mandó llamar a aquellos criados a quienes había entregado el dinero, para saber cuánto había ganado cada uno. 16 El primero se presentó y dijo: ‘Señor, tu dinero ha producido diez veces más.’ 17 El rey le contestó: ‘Muy bien, eres un buen administrador. Y como has sido fiel en lo poco, te hago gobernador de diez ciudades.’ 18 Se presentó otro y dijo: ‘Señor, tu dinero ha producido cinco veces más.’ 19 También a este le contestó: ‘Tú serás gobernador de cinco ciudades.’
20 “Pero se presentó otro, que dijo: ‘Señor, aquí está tu dinero. Lo guardé en un pañuelo, 21 pues tuve miedo de ti, porque eres un hombre duro que recoges lo que no pusiste y cosechas donde no sembraste.’ 22 Entonces le dijo el rey: ‘Tú eres un mal administrador, y por tus propias palabras te juzgo. Puesto que sabías que yo soy un hombre duro, que recojo lo que no puse y cosecho donde no sembré, 23 ¿por qué no llevaste mi dinero al banco para, a mi regreso, devolvérmelo junto con los intereses?’ 24 Y ordenó a los que estaban allí: ‘Quitadle el dinero y dádselo al que ganó diez veces más.’ 25 Ellos le dijeron: ‘Señor, ¡pero si este ya tiene diez veces más!’ 26 El rey contestó: ‘Os digo que al que tiene se le dará más; pero al que no tiene, hasta lo poco que tiene se le quitará. 27 Y en cuanto a mis enemigos, a esos que no querían tenerme por rey, traedlos acá y matadlos en mi presencia.’ ”

DÍA 20 NOVIEMBRE  CICLO -B

No somos un absurdo existencial por tener conciencia de nuestro ser, pero vivir sin conocer lo que le da su razón de ser lo convierte en un absurdo existencial. (Sartre)

El ser humano no puede vivir de una esperanza incierta, mientras espera conocer la razón de ser de su vida, porque cada amanecer es nacer y cada atardecer morir y, el día un presente que pide saber por qué se vive.

La parábola de hoy tiene como signo decirnos que Dios nos ha confiado una fortuna, cada cual a su medida, dejando a nuestra libertad administrar lo que no nos pertenecen en propiedad, de lo cual se nos pedirá cuenta, como es muy lógico, porque ni nos hemos dado la vida, ni hemos creado los bienes que gratuitamente utilizamos.

“Un hombre noble ser marchó a un país lejano

y llamó a sus empleados

-          Negociad mientras vuelvo”

Una de las contradicciones de nuestro ser inteligente es:

·       Saber lo frágil que es la vida y vivirla olvidando que tiene su fin temporal, y

·       Saber que, lo que hoy tenemos mañana lo perdemos, viviendo confiados como propietarios.

No confundamos las palabras; deseemos entender la verdad y la realidad de nuestras vidas con sus bienes espirituales y materiales, porque tenemos la obligación de negociarlos como si todo, vida y bienes, fueran nuestros.

“Tu onza de oro ha producido diez. Tu onza ha producido cinco”

Estos dos errores, olvidar lo frágil de la vida y vivir como propietarios, tienen como consecuencia, en los creyentes, confundir la razón de ser de la misma fe, que no es solo aceptar a Dios y practicar la religión, sino vivir como quien sabe que somos una gratuidad del Amor divino, y que en la vida no tiene  sentido almacenar, sino saber que hay prójimos que no son sólo los familiares a quienes se dejan los bienes acumulados.

·       Otro error es el de negociar para nuestro bien desde las cualidades recibidas, pensando que ser testigos de Dios en el mundo, corresponde a los llamados a una vocación, olvidando que nuestra vocación es la del bautismo que nos hace a todos por igual miembros del Cuerpo resucitado de Cristo, como el mejor bien a negociar para el bien común y del que se nos pedirá cuenta.

“Señor, aquí está tu onza; 

la he guardado en el pañuelo”

Este administrador tenía miedo de su señor que “Reclama lo que ha dado y recoge donde no había sembrado” y le devuelve intacto el bien recibido.

Los bautizados, entre los que somos creyentes, agnósticos, indiferentes y ateos,

·       ¿Pensamos en el encuentro con Dios?

La realidad de cada ser, y más la Realidad de Dios, no depende de lo que cada uno piense.

“Al que tiene, se le dará. Al que no tiene se le quitará hasta lo que tiene”

(Aunque piense que lo tiene)

¡Dios Es Justo!                                                                                                               F.Allara


SANTORAL DEL DÍA

s. Gelasio I, papa




PUEDO CONFIAR EN EL SAÑOR---






lunes, 18 de noviembre de 2024

 HOY HA SIDO LA SALVACIÓN 

DE ESTA CASA

 Meditación-Oración de la PALABRA DE DIOS

Fray Federico Allara O.F.M

 Animación a la lectura 

PALABRA DE DIOS

5 minutos en nuestro "día a día"

(Clic en los textos para leer)

Apocalipsis 3,1-6.14-22

Salmos 14

Lucas 19, 1-10

Jesús y Zaqueo
Jesús entró en Jericó e iba atravesando la ciudad. Vivía en ella un hombre rico llamado Zaqueo, jefe de los que cobraban impuestos para Roma. Quería conocer a Jesús, pero no conseguía verle, porque había mucha gente y Zaqueo era de baja estatura. Así que, echando a correr, se adelantó, y para alcanzar a verle se subió a un árbol junto al cual tenía que pasar Jesús. Al llegar allí, Jesús miró hacia arriba y le dijo:
–Zaqueo, baja en seguida porque hoy he de quedarme en tu casa.
Zaqueo bajó aprisa, y con alegría recibió a Jesús. Al ver esto comenzaron todos a criticar a Jesús, diciendo que había ido a quedarse en casa de un pecador. Pero Zaqueo, levantándose entonces, dijo al Señor:
–Mira, Señor, voy a dar a los pobres la mitad de mis bienes; y si he robado algo a alguien, le devolveré cuatro veces más.
Jesús le dijo:
–Hoy ha llegado la salvación a esta casa, porque este hombre también es descendiente de Abraham. 10 Pues el Hijo del hombre ha venido a buscar y salvar lo que se había perdido"

DÍA 19 NOVIEMBRE  CICLO  -B

    Jesús nos habla de salvación.

Aceptarla significa:

·       Creer que Dios ha venido a nuestra tierra,  

·       Y hallar el sentido de la vida y, la esperanza confiada de un destino acorde a la dignidad que, sólo Él nos ha embellecido a cada uno.

Cristo pasó ayer con su Humanidad para poder ser visto, escuchado y creído como Hombre verdadero, que ofrecía el don de conocer a Dios por la mediación de su palabra y de sus gestos.

Es el mismo Dios y Hombre que sigue visitándonos cada día en el Altar. Su Memorial hace presente y real su muerte y resurrección.

Creemos que vive para siempre entre nosotros.

Quienes lo deseemos de corazón podemos seguir los pasos de quienes le siguieron ayer conociéndole y, creyendo en el Dios revelado por Él como Padre.

¡Cuántos hechos pasaron en Jericó, la ciudad más vieja del mundo!

Todos los que vivimos hemos salido del corazón de Dios; así lo creemos y damos gracias por poder aceptar, con fe, nuestro origen divino y conocer, por Cristo, a Dios como uno y trino. La Trinidad no hay razón que la piense.

Digo “todos” porque Jesús envió a sus Apóstoles a todas las naciones. “La cuestión de Dios” halla su respuesta en la fe en Cristo.

“Un hombre llamado Zaqueo, jefe de publicanos y rico,

trataba de distinguir quién era Jesús

Muchos eran los que seguían a Jesús, pero no todos iban con la buena intención de conocerlo. La gente impedía a Zaqueo poder verle.

Los fariseos se sabían perfectos cumpliendo la ley; Zaqueo era un judío rico, recaudador de impuestos para Roma, y se reconocía necesitado de Dios, sabiendo que era un enemigo de su propio Pueblo.

“Reconocernos necesitados del favor divino” hace que, nuestra actitud sea querer ver a Jesús y reconocerle en su distinción humano-divina.

Jesús, ayer, sabía quiénes deseaban conocerlo, quiénes gozaban de tener lo necesario; y sobre los que le seguían percibía quienes lo hacían con fe, con indiferencia y, ¡hasta  comprometiéndole con sus palabras y dudas!

A todos los que le buscamos y deseamos saber de Él nos dice lo que a Zaqueo:

“Baja en seguida, porque hoy tengo que alojarme en tu casa”

El Evangelio no es solo para escucharlo o comentarlo. Es una Palabra viva que nos habla en presente. ¡Esto también es creer en Dios!

Hoy Jesús, a ti y a mí, nos dice las palabras de Zaqueo si ve que, nuestro corazón desea distinguirlo entre la palabrería inútil del mundo.

Creer en Dios es agradecer que quiera habitar en nuestra casa.

Habiéndose alegrado con Zaqueo, después de su conversión, diciendo: “Hoy ha sido la salvación de esta casa” quiere decirnos que, Dios no viene solo a comer, sino a quedarse para siempre.  

F. Allara

SANTORAL DEL DÍA

s. Matilde (Mechtilde), virgen



TE QUIERO...