"UNO SOLO ES BUENO"
Meditación-Oración de la PALABRA DE DIOS
Animación a la lectura
PALABRA DE DIOS
5 minutos en nuestro "día a día"
(Clic en los textos para leer)
Jueces 2,11-19
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DÍA 18 AGOSTO CICLO -C
En
este texto nos centramos en el “diálogo sobre lo Eterno”, que es por lo que se preocupa este joven
que acudió a Jesús; aunque el diálogo empieza antes.
“¿Qué he de hacer de
bueno?”
Jesús se para ante la palabra “bueno”; también nosotros nos debemos
detener para discernir lo que es
bueno.
“Todo es bueno”; Dios, cada día, que
terminaba el trabajo de crear, satisfecho,
de hacer llegar de la nada a la realidad a cada criatura, nos dice el relato de la Biblia: “Y vio que todo era bueno”.
De ello se deduce que, hacer lo que es
bueno es tratar y cuidar cada
criatura según el designio de Dios al crearla.
-
Así lo pensamos del orden vegetal y animal,
- ¡Cuánto más hemos de cuidar, amar a todos
los seres humanos y mirar nuestra propia vida según Dios!; lo sabemos desde el principio.
Jesús le responde: “¿Por qué me
preguntas qué es bueno?”
Realmente, desde la fe, apoyados en el Génesis, trascendiendo los símbolos vemos que todo es bueno, y que sobran muchas preguntas.
Jesús se extraña de nuestras complicaciones, cuando basta y sobra con estos textos del Génesis para saber que, “todo es bueno” y “qué es lo bueno” que hemos de hacer ante la Naturaleza, las
criaturas y la Humanidad.
Si Dios lo que ha creado todo bueno, y al ser humano a su imagen y semejanza, podemos
deducir, por lógica, la afirmación de Jesús como colofón del diálogo:
“UNO solo es bueno”
·
Es suficiente para dar gracias por la fe en
Dios.
Creemos en el Dios que nos ha revelado su identidad, su Bondad y la razón de ser de habernos dado la vida con destino eterno.
·
Sólo un “DIOS BUENO” nos podía crear con tanto Amor y, no fueron sólo nuestros padres los
que, deseando lo mejor no valoraron lo que eran; también nosotros lo
tenemos todo en Cristo Jesús y, sin embargo, por nuestra arbitrariedad podemos seguir siendo tan
pobres como ellos.
Pudiendo gozar de un paraíso quedamos
esclavizados en nuestras riquezas materiales y espirituales, sorprendiendo
a Jesús, preguntando “qué hay que hacer de bueno para ganar la vida eterna”; hoy vemos con tristeza que, ni se
pregunta.
La vida eterna no se gana, es gratuita y ofrecida a toda la Humanidad, en contra de la inmortalidad,
que cuesta trabajar por conseguirla sólo algunos.
Jesús nos ofrece un paso más ante lo bueno
natural, por ser sobrenatural:
“Si quieres ser perfecto,
vende tus bienes…,
y luego ven y sígueme”
La perfección es la
medida en que es verdad seguir las
huellas de Jesús; no es el resultado de vender lo que estorba.
El joven se quedó triste, porque era muy rico.
¿Qué riqueza nos priva del gozo de la fe?
¿Nos preocupa y quedamos tristes, o ni tan siquiera
esto?
Federico Allara
SANTORAL DEL DÍA
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