ACONTECIMIENTO DE LA PLENITUD DE LOS TIEMPOS.
DIOS EN LA PERSONA DEL HIJO,
CRISTO, MESÍAS, DIOS Y HOMBRE
Meditación-Oración de la PALABRA DE DIOS
PALABRA DE DIOS
5 minutos en nuestro "día a día"
(Haz Clic en los textos para leer y orar estos días )
JUEVES SANTO: Juan 13, 1-15
VIERNES SANTO: Juan 18, 1-19. 42
SÁBADO SANTO: Salmo 16 Es un día para valorar el silencio y la añoranza de la ausencia desde dentro, viviendo la esperanza cierta en “espíritu y verdad”.
PARA ORAR CADA UNO
DE LOS DÍAS EN SEMANA SANTA
Fray Federico Allara nos regala, desde su experiencia de Oración, esta profunda y hermosa Reflexión para una lectura pausada, serena, acompañando a Jesús, Hijo de Dios, en el camino de su PASIÓN, MUERTE Y RESURRECCIÓN.
La
Iglesia nos ofrece vivir litúrgica y sacramentalmente, en tres días. el gran acontecimiento de la plenitud de los tiempos, en los que fuimos visitados por el mismo
Dios en la Persona del Hijo, como Cristo-Mesías, Dios y Hombre verdadero.
Si
lo podemos y debemos celebrar es porque, su
Encarnación en el seno de María, por el Espíritu Santo, fue para nacer y vivir
como uno de tantos, para morir y
resucitar como Dios, permaneciendo vivo
en su Espíritu, y nosotros poder perpetuar su Memorial de forma sacramental,
como bautizados miembros de la Iglesia católica, viviendo fraternalmente desde
el Mandamiento del Amor.
VIVIR LA SEMANA SANTA.
Los
seres humanos estamos llamados a vivir.
Lo que no vivimos lo convertimos en tiempo muerto.
·
Vivir
desde la hondura personal produce conocimiento y paz.
·
Vivir
desde dentro es convivir con las
presencias;
es vivir en espíritu y verdad, como
Jesús le dijo a la Samaritana: “adorarán al Padre
en espíritu y verdad” (Jn.4,23)
La
fe que Dios regala a todo ser humano es para vivirla razonada en espíritu y verdad.
La
venida de Dios a nuestra historia, en la Persona del Hijo, no ha sido de ida y vuelta.
Dios
vino
para quedarse en el alma que le abre la
puerta en espíritu y verdad.
“Dios
está más cerca de nosotros, que nosotros de nosotros mismos”. (S. Agustín).
La
experiencia de los que han conocido a Jesús es que, “Dios Es Amor” (1 Jn 8b)
·
Dios
Amor ha venido
a liberar nuestra libertad y a salvar la
vida de la muerte eterna.
·
Dios
Amor vino
a sufrir el escándalo y el absurdo de la
Cruz; asumiendo nuestro escándalo y el
absurdo de ser creadores de sufrimiento y muerte por la lucha del hombre contra el hombre.
Desde
Dios Amor, amar es esperar y consentir sin justificar el desamor.
·
Dios
Amor
no nos ha abandonado; espera la
conversión de quien le niega.
·
Dios
Amor se ha manifestado en debilidad, en humildad, en pobreza,
en obediencia, como no lo han entendido ni creído los que piensan en una omnipotencia de poder.
Así
es como está presente en los débiles, los pobres y los humildes; no son el opio del pueblo, sino el
sentido del sinsentido del poder que, crea la cruz del débil, del pobre y
del humilde, capaz de comprender el Amor divino, que no entiende el mundo.
ES
SEMANA SANTA
para quien vive en espíritu y verdad los días que condensan la Vida de Jesús de
Nazaret, Dios y Hombre verdadero, que vino
a revelar la identidad de Dios,
no con el poder liberador de la esclavitud de Egipto, sino con el poder del Amor, capaz
de liberarnos de la esclavitud de la
condición de vivir y de morir.
JUEVES SANTO
Es
el día que nos reúne para celebrar el gesto
que nos
revela a Dios en formas y maneras que
no entiende la sola razón, ni la fe encasillada
en lo subjetivo, que solo ve en Dios lo que piensa de su omnipotencia; cuando el mayor poder es el
del Amor.
EL GESTO DE LAVAR LOS PIES A SUS DISCÍPULOS.
·
Quien
no se ha detenido a contemplar a Jesús arrodillado a sus pies, lavándolos, aún no ha entrado en el posible conocimiento de Dios en espíritu y verdad.
·
Quien
no se ha detenido a pensarse en la Mesa del banquete de despedida de sus discípulos,
para experimentar la sorpresa de la realidad de las palabras de Jesús escuchando,
en espíritu y verdad, “Esto es mi Cuerpo que será entregado y esta es mi
Sangre que será derramada por vosotros y por muchos”, aún no ha
entrado en el camino de la fe para el
posible conocimiento de Jesús en espíritu
y verdad.
El
Banquete-Sacrificio de la Eucaristía no invita como Ley, sino desde el Amor.
·
Quien
no se ha detenido a vivir la experiencia espiritual de esta realidad
de la Vida de Jesús, aún no es capaz de entender la trascendencia de su Mandamiento.
El Mandamiento
del Amor brota de la fe vivida en
espíritu y verdad.
VIERNES SANTO
Es
el día de contemplar y meditar a Cristo crucificado en el mayor gesto de revelación del Amor
trinitario.
La
Cruz no
bajó del cielo cuando el Hijo se encarnó en las entrañas de María; en su seno
no cabía la Cruz porque, donde hay plenitud de Gracia no hay cruz.
Sin
embargo, tanto Jesús como María vivieron crucificados desde que el Espíritu Santo engendró al
Hijo de Dios en su seno.
La
omnipotencia del Amor trinitario obró en
Jesús la redención y la reconciliación de la Humanidad por medio de los que,
condenando a Jesús en Nombre de Dios, cumplieron
su Plan de salvación.
Dios
escribe recto
para los que le saben leer desde la fe que, no se detiene en tiempos y en
obras, aunque sean de Dios. Ningún tiempo ni obra es definitivo; sólo el Amor no tiene límites y llega a su
fin revelándose en su Verdad a quien acepta su Don.
·
¡Bienaventurados
los que saben contemplar a Cristo crucificado y ver en Él sus propios sufrimientos
llevados por Jesús, anticipados, por Amor! porque:
Estos
son los que experimentan el consuelo al convivirlos en espíritu y verdad con Quién se sienten unidos,
aun no siendo curados.
SÁBADO SANTO
Es
un día para valorar el silencio y la añoranza de la ausencia desde dentro, viviendo la esperanza cierta en espíritu y
verdad.
·
¡Qué
sería de este mundo
si fuera verdad que estuviéramos solos!
·
¡Qué
sería del preciosísimo Universo si fuera solo de él la realidad, que nos envuelve, y el
abrazo de un silencio absoluto como final, devueltos a la madre tierra!
Puede
ser fácil decir: “No creo”.
No
es fácil mostrar nuestra sola existencia y que tenga sentido integral.
Ni
el prójimo a quien amamos, ni siendo amados por él, llena el vació de una soledad, que tiene la sed de un agua que ninguna
fuente ni nadie la sacia.
Ante
la vida y ante la muerte, solo el Dios,
Único y Verdadero, ilumina la soledad y la añoranza con una esperanza cierta
desde la fe en Él.
·
María
Magdalena fue al sepulcro impulsada por su amor a su Amado.
·
María,
su Madre, esperó a que su hijo, el Hijo de Dios, fuera a abrazarla resucitado.
DOMINGO DE RESURRECCIÓN
Sólo
quienes han vivido el Hecho de ver resucitado a Jesús han podido ser testigos y,
dar la vida por la Verdad de Dios encarnada, por Gracia, en sus vidas.
Es
el asombro de experimentar, en el tiempo, la propia resurrección humana
quienes viven con fe y amor “en espíritu y verdad”.
Cuando
la noche se acerque a nuestra alma en su último adiós al tiempo, que todos veamos la Luz de Cristo, aunque
sea un resquicio, y podamos escuchar la misma voz que oyó Lázaro para
levantarse del sepulcro; que en nosotros sea para no morir jamás.
¡CRISTO HA RESUCITADO!
Federico
Allara
P.
D.- Por este motivo dejamos de enviar las meditaciones hasta pasadas las
Fiestas.
RENACE LA VIDA Y EL CORAZÓN
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