ENTRÓ EL OTRO DISCÍPULO
AL SEPULCRO, VIO Y CREYÓ
Meditación-Oración de la PALABRA DE DIOS
PALABRA DE DIOS
5 minutos en nuestro "día a día"
(Clic en los textos para leer)
Juan 20.1-8
DÍA 27 DICIEMBRE CICLO -C
Ayer
la Navidad
nos planteaba el riesgo de seguir en
verdad a Jesús.
Hoy,
con la experiencia de la Resurrección,
nos da el sentido del riesgo y la
pérdida del temor de perder la vida; perderla es ganarla desde el amor al crucificado-resucitado.
“María Magdalena fue al sepulcro al amanecer”
El
amor no aguanta la añoranza del amado.
· ¡Cuánto amor fue dado a María Magdalena
para amar, la que más, a Jesús después de su Madre!
·
Vio
morir a su amado;
vio dónde quedaba su Cuerpo y, como el amor no duerme, al amanecer corrió al
sepulcro para estar junto al Cuerpo de Jesús.
La
losa que lo cerraba había sido quitada y, María de Magdala corrió pero no
entró en el sepulcro.
“Se han llevado del sepulcro al Señor y no sabemos dónde lo han
puesto”
¿Qué
nos enseña Juan, tras la experiencia que nos narra el final del texto?
· Que
nunca nos hemos de precipitar ante los
hechos sin haberlos objetivado, en la medida que podamos, porque nuestras afirmaciones pueden no expresar
la realidad, por más que actuemos de buena fe.
Vuelvo
a recordar,
para creyentes, agnósticos e incrédulos, que
tomemos ejemplo del silencio impuesto a Zacarías para no
decir, no justificar la incapacidad, y no afirmar increencia desde
la noche del no saber.
¡Cuántas
cosas se dicen de Dios “de forma gratuita”, cuando Él, gratuitamente, nos da la Luz para no errar!
“Salieron Pedro y el otro
discípulo camino del sepulcro”
Esta
vez Pedro y los demás discípulos creyeron a María Magdalena escuchando lo
que no era la realidad, “que se lo habían llevado del sepulcro”.
Sin
embargo cuando, el mismo evangelista
Juan, a renglón seguido, nos narra el primer
encuentro maravilloso del
resucitado, seguramente después de abrazar a su Madre, con la Magdalena, que
es cuando les dice la verdad del hecho, no la creen.
Es
más fácil aceptar que se llevaron a Jesús, a creerle resucitado.
Esto
puede hacernos reflexionar y pensar que, en alguna ocasión nos es más fácil aceptar lo
irreal y lo imaginado que la Verdad.
¿Por
qué nos hace tanto miedo La Verdad?
· La palabrería es
lo nuestro cuando hablamos antes de pensar lo que es lógico y objetivo, mientras
que la palabra es fruto del buen
razonar.
Así
es en lo humano y así nos lo revela lo
divino.
· La Palabra es revelación del Pensamiento del Padre,
· Y es lógico que nuestra razón acepte La
Verdad que conocemos de los hechos, desde
la Humanidad de Jesús, llegados a
nosotros por la experiencia de
quienes los han vivido.
Hasta entonces no habían entendido la Escritura:
“Que Él había de resucitar de entre lo
muertos.
Los
dos se volvieron a casa..., con fe.
F. Allara
SANTORAL DEL DIA
s. Juan, apóstol y evangelista
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