jueves, 26 de diciembre de 2024

 ENTRÓ EL OTRO DISCÍPULO 

AL SEPULCRO, VIO Y CREYÓ

 Meditación-Oración de la PALABRA DE DIOS

Fray Federico Allara O.F.M

PALABRA DE DIOS

5 minutos en nuestro "día a día"

(Clic en los textos para leer)

Juan 20.1-8

El sepulcro vacío
(Mt 28.1-10; Mc 16.1-8; Lc 24.1-12)
20
El primer día de la semana, María Magdalena fue al sepulcro muy temprano, cuando todavía estaba oscuro, y vio quitada la piedra que tapaba la entrada. Corrió entonces a donde estaban Simón Pedro y el otro discípulo, aquel a quien Jesús quería mucho, y les dijo:
–¡Se han llevado del sepulcro al Señor y no sabemos dónde lo han puesto!
Pedro y el otro discípulo salieron y fueron al sepulcro. Los dos iban corriendo juntos, pero el otro corrió más que Pedro y llegó primero al sepulcro. Se agachó a mirar y vio allí las vendas, pero no entró. Detrás de él llegó Simón Pedro, que entró en el sepulcro. Él también vio allí las vendas, y vio además que la tela que había servido para envolver la cabeza de Jesús no estaba junto a las vendas, sino enrollada y puesta aparte. Entonces entró también el otro discípulo, el que había llegado primero al sepulcro, y vio lo que había pasado y creyó"

DÍA 27 DICIEMBRE  CICLO  -C

Ayer la Navidad nos planteaba el riesgo de seguir en verdad a Jesús.

Hoy, con la experiencia de la Resurrección, nos da el sentido del riesgo y la pérdida del temor de perder la vida; perderla es ganarla desde el amor al crucificado-resucitado.

“María Magdalena fue al sepulcro al amanecer”

El amor no aguanta la añoranza del amado.

·       ¡Cuánto amor fue dado a María Magdalena para amar, la que más, a Jesús después de su Madre!

·       Vio morir a su amado; vio dónde quedaba su Cuerpo y, como el amor no duerme, al amanecer corrió al sepulcro para estar junto al Cuerpo de Jesús.

La losa que lo cerraba había sido quitada y, María de Magdala corrió pero no entró en el sepulcro.

“Se han llevado del sepulcro al Señor y no sabemos dónde lo han puesto”

¿Qué nos enseña Juan, tras la experiencia que nos narra el final del texto?

·       Que nunca nos hemos de precipitar ante los hechos sin haberlos objetivado, en la medida que podamos, porque nuestras afirmaciones pueden no expresar la realidad, por más que actuemos de buena fe.

Vuelvo a recordar, para creyentes, agnósticos e incrédulos, que tomemos ejemplo del silencio impuesto a Zacarías para no decir, no justificar la incapacidad, y no afirmar increencia desde la noche del no saber.

¡Cuántas cosas se dicen de Dios “de forma gratuita”, cuando Él, gratuitamente, nos da la Luz para no errar!

“Salieron Pedro y el otro discípulo camino del sepulcro”

Esta vez Pedro y los demás discípulos creyeron a María Magdalena escuchando lo que no era la realidad, “que se lo habían llevado del sepulcro”.

Sin embargo cuando, el mismo evangelista Juan, a renglón seguido, nos narra el primer encuentro maravilloso del resucitado, seguramente después de abrazar a su Madre, con la Magdalena, que es cuando les dice la verdad del hecho, no la creen.

Es más fácil aceptar que se llevaron a Jesús, a creerle resucitado.

Esto puede hacernos reflexionar y pensar que,  en alguna ocasión nos es más fácil aceptar lo irreal y lo imaginado que la Verdad.

¿Por qué nos hace tanto miedo La Verdad?

·       La palabrería es lo nuestro cuando hablamos antes de pensar lo que es lógico y objetivo, mientras que la palabra es fruto del buen razonar.

Así es en lo humano y así nos lo revela lo divino.

·       La Palabra es revelación del Pensamiento del Padre,

·       Y es lógico que nuestra razón acepte La Verdad que conocemos de los hechos, desde la Humanidad de Jesús, llegados a nosotros por la experiencia de quienes los han vivido.

Hasta entonces no habían entendido la Escritura:

“Que Él había de resucitar de entre lo muertos.

Los dos se volvieron a casa..., con fe.                   

 F. Allara


SANTORAL DEL DIA

 

s. Juan, apóstol y evangelista



Silent Night Enya

 


 



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