SER BUENOS Y HACER EL BIEN
ENCIERRA MUCHAS VIRTUDES
Meditación-Oración de la PALABRA DE DIOS
5 minutos en nuestro "día a día"
(Clic en los textos para leer)
2 Corintios 9,6-11 |
Salmos 111 |
Mateo 6,1-6.16-18
|
DÍA 19 JUNIO CICLO -B
Jesús nos aclara muchas
ideas que nosotros podemos tener confusas.
“Sólo Dios es bueno”, le dijo Jesús al hombre
que le preguntó cómo alcanzar la vida eterna.
El hombre, que era bueno y cumplía
los mandamientos, ante la novedad de
la palabra de Jesús, advierte que no hay
límite en el amor a Dios y al prójimo.
Ser bueno encierra muchas
actitudes que hemos de tener en
cuenta para discernir nuestra bondad.
Hoy nos dice:
“Mirad de no hacer el bien delante de la gente para que os
vean”
Igualmente que decimos “ser
buenos” insistimos en “hacer el bien”.
Sólo Dios es quien hace
el Bien porque es todo Bondad.
No hay límites en hacer el bien.
Reflexionemos y Oremos, en nuestro interior, qué
entendemos por hacer el bien,
No todo lo que decimos y
hacemos lo puede ser.
Ha de tener la semejanza de la Bondad divina para no caer,
precisamente, en la vanidad del bien hecho desde la sola subjetividad de lo que
es “el bien” para cada uno.
Nos ayuda a crecer al discernir:
·
Qué limites le ponemos a
hacer el bien,
·
A quién se lo hacemos y
·
Por qué, y a quién nunca
le hacemos bien.
“Hazlo en secreto, y tu Padre, que ve lo que haces en
secreto, te dará tu recompensa”
Jesús hace un
discernimiento sobre cómo dar de lo que somos y tenemos.
Nos
dice que “no
toquemos la trompeta como lo hacen los hipócritas”
No
hay amor donde no hay justicia.
Dar
en verdad es orientar nuestra donación para remediar la necesidad. “Es dar de
lo que nos cuesta”, no nos sobra y puede remediar a quien lo recibe. De lo
contrario este acto puede quedar en una “limosna”
que nos llena de “satisfacción” personal al dar.
Jesús
nos lo advierte:
“Por tanto, cuando ayudes a los necesitados
no lo publiques a los cuatro vientos,
como hacen los hipócritas en las sinagogas y en las calles
para que la gente los elogie”
Cuando ayudemos a los
demás “No sepa la mano
izquierda lo que hace la derecha”
Millones de seres humanos
viven “de la vanidad de las limosnas” que
les hacen.
A estas personas
necesitadas no se les trata, desde la dignidad de ser nuestro prójimo, en igualdad si confundimos la “limosna”
con acto de justicia y hasta de caridad.
Nosotros sabemos que no
podemos solucionar las diferencias humanas
económicas; sí que lo pueden solucionar los que manejan los grandes
presupuestos de armamento y demás.
Pero Dios mira lo que cada uno dice, hace y da desde
su medida en bien, lo que no nos
priva de discernir nuestros actos, nuestras palabras y nuestro modo de dar.
“Tú, cuando reces, entra en tu cuarto,
echa la llave y rézale a tu Padre que está allí en lo escondido"
No tenemos que cerrarnos en un cuarto, sino en lo escondido de nuestro corazón donde el Padre ve lo que amamos, decimos y damos en verdad.
F. Allara
SANTORAL DEL DÍA
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