DISCERNIR PARA SABER
QUIÉN VIENE DE LO ALTO
Meditación-Oración de la PALABRA DE DIOS
Animación a la lectura PALABRA DE DIOS
5 minutos en nuestro "día a día"
Juan 3, 31-36
El que viene de arriba
“El que viene de lo alto está por
encima de todos”
Esta
frase,
como todo el texto de hoy, es para ser escuchada por los que CREEN, como he comentado estos días, porque buscan y están abiertos a la vida desde la trascendencia.
· Es entendida
por quienes viven de la fe a su medida y,
· Es amada
con gratitud por los que viven su vida desde la referencia de Dios.
Esta
frase la dice Jesús desde la “humildad y
anonadamiento de ser Hombre verdadero
siendo enviado por el Padre”.
Jesús
no es enviado como lo fueron todos
los que vinieron en Nombre de Dios, sino que “el enviado es el Hijo”, como meditábamos ayer; por lo que, Jesús de Nazaret fue “uno de tantos entre nosotros”, siendo Dios y Hombre verdadero;
y lo sigue siendo después de morir crucificado por voluntad humana de los suyos y haber resucitado por voluntad divina.
Jamás
el Padre abandonó a su Hijo, y menos en la Cruz y en la sepultura.
Para
empezar un diálogo de creyentes abiertos
a la Verdad, no nos vayamos a lo
alto cuando Dios se ha rebajado hasta lavar los pies de sus discípulos, sin
ser entendida su omnipotencia.
Quien
no empieza por aceptar la humildad y la humillación de Jesús, seguirá pensando en lo alto, cuando Dios
se ha hecho a nuestra semejanza para estar al alcance de cuantos, como Zaqueo, lo quieran ver.
Dios
omnipotente está, precisamente,
donde no siempre miramos: en los más abandonados por el mundo. Éste
los utiliza para decir ¿dónde está tu Dios?
Está
tan esclavo que no lo ven los que miran a lo alto
y nunca agachan su cabeza.
Si
Dios es espíritu no necesita “lugar”
y menos “estar en lo alto”.
No
sólo se ha hecho a nuestra imagen y
semejanza, sino que, quien en su tiempo “no tenía donde reclinar su cabeza”, ha puesto su hogar en nuestra
alma para que no busquemos fuera a “Quien”
habita dentro.
De
dos cosas advierte su frase:
Ser
humildes para mirar hacia abajo, donde vemos a los que no se pueden levantar y,
cambiar la dirección: no caminar hacia fuera sino hacia dentro.
Desde
estas actitudes que son muy humanas podemos
entender que,
"El que es de la tierra es terrenal y habla de las cosas de la tierra.
En cambio, el que viene del cielo está sobre todos y
da testimonio de lo que ha visto y oído.
Sin embargo, nadie cree lo que él dice.
Pero el que lo cree, confirma con ello que Dios dice la verdad"
El
Padre le ha dado a Jesús, el Cristo, la unción del Espíritu Santo (Jordán), y
nos lo han dado a nosotros para poder pasar de buscar, a optar por creer.
“Los que creen en el Hijo tienen (poseen
ya) la vida eterna”
“Quienes no quieren creer
no la conocerán en el ahora de su tiempo”
Valoremos el Amor por saber de dónde procede, y amemos.
F. Allara
SANTO DEL DÍA
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