PALABRA DE DIOS

5 minutos en nuestro "día a día"

Pedir, buscar y llamar a la puerta

(Lc 11.9-13; 6.31)

7 “Pedid y Dios os dará, buscad y encontraréis, llamad a la puerta y se os abrirá. 8 Porque el que pide recibe, el que busca encuentrag y al que llama se le abre.

9 “¿Acaso alguno de vosotros sería capaz de darle a su hijo una piedra cuando le pide pan? 10 ¿O de darle una culebra cuando le pide un pescado? 11 Pues si vosotros, que sois malos, sabéis dar cosas buenas a vuestros hijos, ¡cuánto más vuestro Padre que está en el cielo las dará a quienes se las pidan!

DÍA 6 OCTUBRE CICLO C

Nos podemos examinar viendo, solamente, lo que hemos cumplido según nuestra forma habitual de ser; en un verdadero examen debemos empezar viendo como es nuestra relación con Dios y con los prójimos.

Un examen de la vida, que no parta de la realidad sobre “como tratamos al prójimo, incluido Dios”, suele ser “examen”, si se hace, de cumplimientos y obligaciones que no nos ayuda a crecer; no nos justifica ninguna ley cumplida.

- Debemos examinarnos si somos conscientes del Dios en que creemos, del cual vivimos todos, sea el Dios verdadero o uno de los dioses a los que servimos.

- Somos tal cual el Dios o el “dios” a quien, o de quien nos servimos.

- Podemos creer en el Dios revelado, pero puede no ser el indicador de lo que somos; “los frutos” indican la fe, o la realidad de servirnos de Dios.

· La fe no se tiene; no es exacta la frase cuando decimos “Tengo fe, o no tengo fe”.

La verdadera fe es un regalo del Dios único y verdadero: “Pedid y se os dará”

Sólo el amor sabe dar o negar lo mejor para nuestro bien.

· La fe no es para pedir lo que nosotros pensamos que nos conviene.

· La fe es Luz para el espíritu humano; hasta el punto de que, esta Luz de la fe puede llegar a ver y acoger lo que no aceptaríamos sólo desde nuestro espíritu; y sí para pedirle a Dios, tal vez, lo que no nos conviene.

· Pedir la fe y el Espíritu Santo no es lo mismo:

a) La fe es un don gratuito añadido a la realidad de nuestra vida.

Tener fe no es cualquier cosa, religiosamente hablando, por ser la que da la evidencia espiritual de la identidad y la Verdad del Dios revelado.

b) El Espíritu Santo, Dios, habita en nosotros desde el bautismo.

Esto es sólo creíble desde la fe; no es propio de la sola razón creer en Dios, que sin dejar de ser “el Otro”, en su Ser Trino, Uno y único, su Espíritu tiene como habitáculo el alma humana.

Nos dice S. Pablo: “Vela por el precioso depósito con la ayuda del Espíritu Santo que habita en nosotros” (1 Tim. 1,14)

“Buscad y encontraréis”

No nos conformemos con nuestro saber de Dios; si es de Dios, no es nuestro.

Buscar, desde la fe, es contemplar; porque Dios no es algo que se pueda hallar.

Los estudiosos de la Escritura aciertan cuando van a ella desde la fe; estudiar es escribir lo que se ve desde la fe; es así cuando resulta ser verdad que, “buscar es encontrar”.

Dios es quien sale al encuentro de quien lo busca.

“Llamad y se os abrirá”

Todo saber que podamos tener es porque hemos llamado a una puerta.

De niños llamamos a la puerta de la escuela, se abrió y aprendimos las letras; de mayores seguimos llamando a la puerta que libremente elegimos.

“¡Cuánto más vuestro Padre que está en los cielos dará cosas buenas a los que le piden!”

Federico Allara

SANTORAL DEL DÍA