lunes, 6 de octubre de 2025

 “HÁGASE EN MÍ SEGÚN TU PALABRA”

 Meditación-Oración de la PALABRA DE DIOS

Fray Federico Allara O.F.M

Animación a la lectura 

PALABRA DE DIOS

5 minutos en nuestro "día a día"

Lucas 1,26-38

Un ángel anuncia el nacimiento de Jesús
26 A los seis meses envió Dios al ángel Gabriel a un pueblo de Galilea llamado Nazaret, 27 a visitar a una joven virgen llamada María que estaba comprometida para casarse con un hombre llamado José, descendiente del rey David. 28 El ángel entró donde ella estaba, y le dijo:
–¡Te saludo, favorecida de Dios! El Señor está contigo.
29 Cuando vio al ángel, se sorprendió de sus palabras, y se preguntaba qué significaría aquel saludo. 30 El ángel le dijo:
–María, no tengas miedo, pues tú gozas del favor de Dios. 31 Ahora vas a quedar encinta: tendrás un hijo y le pondrás por nombre Jesús. 32 Será un gran hombre, al que llamarán Hijo del Dios altísimo: y Dios el Señor lo hará rey, como a su antepasado David, 33 y reinará por siempre en la nación de Israel. Su reinado no tendrá fin.
34 María preguntó al ángel:
–¿Cómo podrá suceder esto, si no vivo con ningún hombre?
35 El ángel le contestó:
–El Espíritu Santo se posará sobre ti y el poder del Dios altísimo se posará sobre ti como una nube. Por eso, el niño que va a nacer será llamado Santo e Hijo de Dios. 36 También tu parienta Isabel, a pesar de ser anciana, va a tener un hijo; la que decían que no podía tener hijos está encinta desde hace seis meses. 37 Para Dios no hay nada imposible.
38 Entonces María dijo:
–Soy la esclava del Señor. ¡Que Dios haga conmigo como me has dicho!
Con esto, el ángel se fue.

DÍA 7 OCTUBRE  CICLO  C

·       Toda Palabra de Dios es de fe.

En este tiempo en el que abunda lo religioso a la carta, ser evangelizadores es hablar una y otra vez de que, la respuesta a la voluntad de Dios es aceptar su revelación; partir de lo único que nos permite hablar de Dios: la fe en su Verdad ofrecida al mundo.

-        Su Verdad no es equiparable a nuestras verdades.

-        Su Verdad no va dirigida directamente a la razón, sino a la integridad del ser humano.

Quien no la escucha desde la integridad de su vida, usando sólo la razón, la rebaja, considerándola una más de las verdades, es decir, no dispone su vida al respeto de Dios para aceptar, conocer y creer en Él desde la fe.

Tenemos que conocer a María, según el Evangelio, para tenerla como referencia de Mujer de fe y honrarla desde su dignidad; llamada a ser MADRE DE DIOS.

-        Título que le pertenece sin ser divina; es una criatura humana, miembro del Cuerpo del Hijo de Dios Resucitado y, como todos los bautizados, miembro de la Iglesia.

-        Es más grande ante Dios por pertenecer al Cuerpo de Cristo que por tener el título de Madre de Dios; seamos conscientes de ello y valoremos, los cristianos, el ser y estar bautizados.

“El Santo que va a nacer será llamado Hijo de Dios”

·     María es Hija de la Palabra, como todos nosotros, llamada a la vocación de ser Madre. Vocación que la hace Mujer única y singular por voluntad divina.

-        La fe de la Iglesia católica es la que nos sitúa ante María.

-        Nuestra fe pasa siempre poraceptar las cosas de Dios” desde la Iglesia; no nos llega la voluntad de Dios llovida directamente desde el cielo, ni por medio de ángeles.

A los bautizados nos debe preocupar, no si somos cristianos, sino si somos de Cristo; ser de Cristo no es, solamente, cuestión de discernimiento desde nuestro propio espíritu.

“Alégrate, llena de Gracia, el Señor está contigo”

Estas fueron las primeras palabras del Ángel a María.

Regocijémonos al “saber que Dios nos ha creado para “alegrarnos”, conscientes de poseer una medida de Gracia, de Presencia de Dios para creerlo y conservarlo; no solo pensar o complacernos de ser cristianos.

-       Y como María preguntémonos: “¿Cómo puede ser esto?”

-        La respuesta es: por pura Misericordia de Dios y nunca por méritos propios.

Elegir la vocación, desde nuestro propio discernimiento como cristianos, no es del todo correcto porque, nuestro espíritu puede no estar dispuesto para saber la voluntad de Dios; hasta para la decisión a una vida consagrada.

·       María condicionó su Sí: Hágase en mí según tu palabra

¿De quién depende, en nosotros, la garantía de nuestra respuesta a Dios?

A ningún Santo ha cansado repetir el Anuncio del Ángel a María, y añadir que ruegue por nosotros “ahora y en la hora de nuestra muerte

El rezo del Rosario es una “alabanza a Dios” “honrando a María”            

Federico Allara


SANTORAL DEL DÍA 


Bienaventurada Virgen María del Rosario



TRANSFORMAME








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