martes, 23 de septiembre de 2025

“MI MADRE Y MIS 

HERMANOS SON

Meditación-Oración de la PALABRA DE DIOS

Fray Federico Allara O.F.M

Animación a la lectura 

PALABRA DE DIOS

5 minutos en nuestro "día a día"

Esdras 6, 7-8.12.14-20

Lucas 8, 19-21

La madre y los hermanos de Jesús
(Mt 12.46-50; Mc 3.31-35)
19 La madre y los hermanos de Jesús acudieron a donde él estaba, pero no pudieron acercársele porque había mucha gente. 20 Alguien avisó a Jesús:
–Tu madre y tus hermanos están ahí fuera y quieren verte.
21 Él contestó:
–Los que oyen el mensaje de Dios y lo ponen en práctica, esos son mi madre y mis hermanos.

DÍA 23 SEPTIEMBRE  CICLO  C

Jesús decía el pasado domingo que los hijos del mundo son más sagaces que los hijos de la Luz”. Hoy nos dice quienes son su madre y sus hermanos”.

“Son los que escuchan mi palabra y la cumplen.

Jesús dijo que tenía como familia, nada menos que como madre y como hermanos, a los que le escuchaban.

-        Sabía quienes le seguían escuchando sus palabras.

-      Sabía que María, su Madre, además de identificarse como Madre e Hijo, tuvo que escuchar a su propio hijo, como Hijo de Dios y, al que educó con la Ley mosaica a medida que crecía; escucharle era convertir su corazón al nuevo conocimiento de Dios por lo que significaban sus palabras y sus actos; como fue perderlo a los doce años y encontrarlo en el Templo dialogando con los Maestros de la Ley, asombrados de su talento.

·    Para nosotros su palabra es mucho más que, lo que conocían de Él los que lo seguían, escuchándole o persiguiéndole.

·     Para nosotros la PALABRA, que conocemos por la fe, es la PALABRA que existía en un principio, que significa antes de los tiempos y por la que todo ha llegado a la existencia.

·  Para nosotros aquel hombre, que hablaba y decía que los que le escuchaban eran su madre y sus hermanos, es el Hijo de Dios.

Hasta aquí es fácil desde la fe; pero es una “fe vertical” y, la verticalidad de la fe suele ser cómoda y a veces teórica.

La dificultad de la fe, en primer lugar, es aceptar a Cristo como Hijo de Dios y las consecuencias de creerlo; escuchar a Cristo significa dos cosas:

1.     Cumplir lo que nos ha mandado como Memorial y,

2.    Saber que, el prójimo, sea creyente o no, le escuche o no, es nuestro hermano; como lo es para Él toda la humanidad.

-  Dios nos pedirá cuantas del silencio con el que guardamos el sufrimiento de los perseguidos por ser fieles a Cristo y, por ser el siglo de los mártires. Sólo en Nigeria son más de 62.000 los cristianos martirizados.

Hoy es S. Pio de Pietrelcina, franciscano capuchino, que vivió, desde los 31 años, los estigmas de Cristo crucificado.

¡No es solo, del propio entender humano, llegar a comprender cómo es posible vivir la alegría del Amor de Cristo al unir “la paz y el gozo de la fe” con el dolor!

·       El mártir es un elegido de Dios; para nosotros es un signo el que sea éste un siglo de mártires.

Ser elegido no es privar la libertad. Los mártires aceptan libremente morir por Cristo. Silenciarlo es también pasar de tantos testigos de la Verdad.

“Con el gentío no lograban llegar hasta él “su Madre y sus hermanos”.

El gentío convertido en masa, por la información del poder, es el que sabe lo que tiene que decir y cómo, y lo que le conviene silenciar.

Que María, corredentora, por escuchar y vivir estigmatizada el alma por la espada de dolor que la traspasó, nos ayude a ser testigos en este siglo.   

Federico Allara

SANTORAL DEL DÍA

SAN PIO DE PIETRELCINA


TODA MI VOLUNTAD





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