ETERNIDAD CON DIOS, O SIN DIOS, que no tiene principio ni fin.SOLO DIOS ES ETERNO
Meditación-Oración de la PALABRA DE DIOS
PALABRA DE DIOS
5 minutos en nuestro "día a día"
Amós 6, 1.4-7
1 Timoteo 6, 11-16
Lucas 16,19-31
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XXVI DOMINGO TIEMPO ORDINARIO CICLO C
Jesús
lo explicaba todo a los Doce; así les respondió cuando
le preguntaron por qué hablaba en parábolas a la gente; ésta es una forma de comunicar con claridad el
error con que vivían algunos respecto a la relación con Dios y el prójimo;
sobre todo los fariseos, que pensaban estar en lo cierto apoyados en la
Ley, según su interpretación como maestros.
“Había un hombre rico”
Normalmente el rico “se siente seguro” de lo que supone para él ser rico (Amós
6,1a).
Al rico
se le conoce más por su
seguridad subjetiva que por lo que considera su riqueza.
· Rico es quien está seguro de lo que sabe de
Dios, de sí mismo y del prójimo.
- Una seguridad incomparable con la del pobre, que puede estar más seguro que el rico, en comparación de lo que
sabe uno y otro; su riqueza se apoya en
la humildad de su propia condición humana, que es donde no se
apoya el rico.
- En relación con Dios, el rico vive “confiado en la
montaña de Samaría” (Amós 6,1b).
- Al rico le basta lo que piensa de Dios, apoyado en sí mismo; el pobre confía en la Misericordia divina; en ella apoya su seguridad
y su confianza.
- El hombre
rico “viste
de púrpura y lino, y banquetea todo el día” (Amós
6,4); está satisfecho del vestido que lleva desde su saber y de su
conducta; no necesita nada más.
- ¡Qué fácilmente se puede vivir,
inconscientemente satisfechos, de la propia riqueza!
Es la diferencia entre la fe de quienes viven su religiosidad y la de quienes tienen su espíritu humano abierto
a la revelación de Dios.
Una de las enseñanzas de la parábola está en que el rico es indiferente a la realidad que le
envuelve porque, el banquete de su propia existencia no le permite
ver lo que pasa a los pies de su mesa.
Jesús no pone nombre al rico; pero sí
nombra a Lázaro como pobre.
¿Quiénes son los epulones, hoy y,
quiénes son los Lázaros?
- Basta contemplar la realidad del mundo
actual; pero tenemos el peligro de emular a nuestros primeros padres
echando la culpa siempre a los demás.
- Tú y yo podemos ser ricos epulones, y muchas veces lo somos, banqueteando de lo que pensamos
saber de Dios, del mundo y del prójimo, como quien no ha echado nunca
una piedra, sin enterarnos que
alguien, que está en la misma mesa, necesita
del pan de la comunicación, de la belleza del amor y del perdón.
- Tú y yo, podemos ser Lázaro, y muchas veces lo somos, cuando vivimos con prójimos para los
que somos indiferentes al no ver la realidad de lo que necesitamos
como seres humanos.
Hay más enseñanzas importantes en esta
parábola.
· La vida eterna es gratuita, pero supone el buen combate de la fe para alcanzar aquello por lo
que estamos llamados. (1
Tim. 6,12).
- La
vida eterna no existe si no hay Dios; pero Dios existe, no hace falta
crearlo.
- La
vida eterna es una conquista partiendo que, aceptamos
al único Dios en su Verdad revelada.
·
Aceptar a Dios es nuestra responsabilidad de
bautizados.
No quiere decir que, los que viven su fe,
de otra manera, no anden “en verdad” si es, como dice Pablo, desde “la justicia,
la piedad, la fe, el amor, la
paciencia, la mansedumbre” (1 Tim
6,11)
Estas palabras, si no proceden de la Verdad
de Dios, sirven para cualquier discurso político o religioso; lejos de ser
interpretadas como las dice S. Pablo.
Que no nos distraigan estas palabras; si todos nos preocupáramos, en primer
lugar, de conocer, creer y amar al
único Dios verdadero las
viviríamos de forma natural y universal para bien de todo prójimo, y
sobrarían las parábolas y muchas cosas más.
La fe hay que aceptarla como don del Dios
único y verdadero; pues no es cuestión que dependa de cada
persona, ni se trata de tener buena voluntad, ni de ser buenos.
Es ante Dios crucificado y resucitado desde donde se puede hablar de la fe
y de algo más que de inmortalidad, porque resucitar es no morir
jamás, siendo eternos con
Dios.
De ahí que sea importante la segunda parte de
las dos realidades trascendentes.
· Eternidad
con Dios, o sin Dios, que no tiene principio ni fin. Sólo Dios
es eterno.
- Los escribas y fariseos tenían a Moisés y a
los Profetas, pero como dice el rico de la parábola, “no se convertirán” sólo
con la interpretación de la Ley y de los Profetas.
- El rico pensaba que, “sí que se convertirían si un muerto iba a ellos”; pero quien no tiene oídos para escuchar,
no piensa en la trascendencia de las palabras de Jesús.
Después de la experiencia de verle Resucitado y de aceptar el Don del Espíritu
Santo fue cuando los Once y sus discípulos creyeron y fueron capaces de ser testigos de su vivencia hasta
dar su sangre por la Verdad del Dios
personal, que se ha acercado para revelar su Amor, que
la fe lo hace ver y lo entiende la razón.
¡Dios nos ha visitado hecho Hombre en el Hijo
y, después de haber Resucitado, sigue vivo entre nosotros invitándonos a ser testigos desde el
bautismo, que nos ha incorporado a su Cuerpo resucitado,
visible en la Iglesia!
Federico Allara
SANTORAL DEL DÍA
s. Eustaquia, virgen, hija de s. Paula
EL SEÑOR ES COMPASIVO
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