JESÚS NO HA VENIDO
SOLO A LLAMAR, SINO A CONVERTIR
Meditación-Oración de la PALABRA DE DIOS
PALABRA DE DIOS
5 minutos en nuestro "día a día"
(Clic en los textos para leer)
Lucas 5,27-32
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DÍA 8 MARZO CICLO -C
Es
tiempo de Cuaresma para los creyentes católicos.
¿Cuántos
creyentes cristianos vamos a tener en cuenta este tiempo, que nos ofrece Dios por mediación de la Iglesia, para examinar nuestra vida en
relación con Él y con el prójimo?
Este
interrogante ya nos cuestiona:
· ¿Nos
vamos a examinar o
vivimos convencidos de que, nuestra fe y nuestra relación con el prójimo está en su punto?
· ¿Nos
vamos a examinar sobre nuestra relación con
la Iglesia, desde
donde recibimos todo lo de Dios, o consideramos que ya lo tenemos sin
necesidad de Ella?
· ¿Nos
vamos a examinar de nuestra relación con
el prójimo, o
creemos que todo va bien, sin preguntarle al prójimo si está conforme con
lo que a nosotros nos parece bueno?
· ¿Nos
examinamos de la Palabra de Dios, que
llega cada día a nuestro hogar, o con
abrirla o leerla pensamos que es suficiente, descuidando querer saber lo
que Dios quiere darnos personalmente a cada uno?
Ø Jesús, que ayer llamaba a cada uno desde donde estaba, hoy llama a nuestro hogar de muy
diversas maneras, hasta el punto de poder pasarnos inadvertida su
presencia y su llamada de cada día en nuestro propio hogar.
“Vio Jesús a un publicano llamado Leví,
sentado al mostrador de impuestos,
y le dijo: “Sígueme”
Ø
Jesús, ayer y hoy sigue
caminando de aldea a aldea, aunque hoy sean ciudades;
Pasa, nunca
disfrazado porque nunca esconde
la Verdad, pero mientras ayer su presencia humana era físicamente real,
hoy su presencia es real en un enfermo, en un amigo, en un
desconocido, o en un mensaje.
Así llega cada día a tu hogar y al mío llamando
a nuestro íntimo hogar.
Si estamos escuchando música, el televisor
abierto, distraídos con el móvil, o atentos sólo a nuestros gustos,
puede que no oigamos su llamada.
Mateo sí que escuchó la voz de Jesús, y
sintió que su sola palabra no era la que oía su interior insatisfecho, ni la
palabrería de amigos y enemigos que tenía por su profesión.
Dice
el texto que, “lo dejó todo, se levantó y lo siguió”
Ø
Jesús no vino, ni viene hoy, solo a llamar a la puerta de cada hogar personal, sino a que, siguiéndole,
convirtamos nuestra vida.
¿De qué?
Te digo y me digo, detengámonos a pensar qué sintió Leví, en lo más íntimo, al
escuchar una sola palabra de Jesús para que sepamos, tú y yo, de qué nos hemos
de convertir.
Reconocer
cada uno su enfermedad
es de gran sabiduría; más
que considerarse sano, por no doler nada físicamete.
¡Cuánto dolor espiritual hay en
nuestros corazones por algo, sea por propia
enfermedad o por amar a enfermos! ¡Cuánta injusticia desde seres “justos”!
Jesús sigue llamando a la puerta de los que aceptan
necesitar médico.
Sabe esperar a la puerta largas noches de
invierno.
¿Le abriremos mañana?
F. Allara
SANTORAL DEL DÍA
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