jueves, 6 de marzo de 2025

 EL DON DEL ESPÍRITU, 

CUALIDAD DEL ALMA

 Meditación-Oración de la PALABRA DE DIOS

Fray Federico Allara O.F.M 

PALABRA DE DIOS

5 minutos en nuestro "día a día"

(Clic en los textos para leer)


La cuestión del ayuno
(Mc 2.18-22; Lc 5.33-39)
14 Los seguidores de Juan el Bautista se acercaron a Jesús y le preguntaron:
–Nosotros y los fariseos ayunamos con frecuencia: ¿Por qué tus discípulos no ayunan?
15 Jesús les contestó:
– ¿Acaso pueden estar tristes los invitados a una boda mientras el novio está con ellos? Pero llegará el momento en que se lleven al novio, y entonces ayunarán.

DÍA 7 MARZO  CICLO  -C 

Si ayer dábamos gracias por el don del alma, hoy las damos por el Don del Espíritu, que guarda la vida “una de cuerpo y alma”.

Dios es pura simplicidad, y lo contiene todo sin que nada sea Él.

Siendo Espíritu, en sus tres Personas de la misma Naturaleza, permanece siendo el Otro en nuestra alma creada para ser su habitáculo en todos y cada uno de los seres humanos de forma individual.

Sólo quien decide caminar hacia dentro -decisión no apta para quien tiene su vida solo para deslizarla por la pendiente exterior- puede experimentar, lentamente, su propia riqueza interior, y escuchar en su silencio la voz de las presencias exteriores con más claridad que tocándolas con las manos, o viéndolas con sus ojos. La presencia de lo exterior es real en nosotros cuando lo es en nuestro espíritu.

¡Esta es la riqueza del espíritu!, que hace posible ser rico desde ser pobre.

Puede ocurrir que, muchas de las criaturas del exterior -y por desgracia muchos seres humanos  “no existen”- al no ser advertidas en nuestro interior.

Dios es lo Real fuera y dentro de nosotros; pero puede “no existir” en la vida que sólo se dedica a ver, sentir y tocar, y no estrena su espíritu en su vertiente interior; no advierte que, ver, tocar y sentir es vida espiritual.

Cuerpo y alma, en su unidad, necesitan su propio alimento diferenciado, con la advertencia de que, puede resistir más el cuerpo de su propio alimento que el alma. (Lo han dicho quienes  tienen experiencia del hecho).

Es lógico desde la fe. Quien da la vida al cuerpo es el alma y no al revés.

Lo que ocurre es que, fácilmente se ve la estrechez corporal cuando no recibe el alimento adecuado, y no la estrechez de la vida del alma cuando se la deja sin su alimento preciso y necesario.

Dicen los discípulos de Juan:

“¿Por qué nosotros, y los fariseos 

ayunamos a menudo y, 

en cambio, tus discípulos no ayunan?”

1.     Digamos que, si alguien ayuna debe ser por alimentar su espíritu; porque ayunar el cuerpo sin que crezca el amor a Dios y al prójimo es un absurdo espiritual.

2.    Los discípulos de Juan y los fariseos no tenían en su espíritu a Jesús, como podemos no tenerlo nosotros; y es lógico entonces que, o bien se ayuna por ley o se considera innecesario e incluso inconveniente para la vida corporal.

La respuesta de Jesús es lógica; sería un absurdo hacer duelo mientras se disfruta del amor del amado en presente.

“¿Pueden guardar luto los amigos del esposo, 

mientras está con ellos?”

El ayuno de los que seguían a Jesús, escuchándolo y aprendiendo de Él, era el que no podían entender los discípulos de Juan ni los fariseos.

Se ayuna por el espíritu, para que Dios y el prójimo sean presentes.

La añoranza del amado sólo es real en quienes lo tienen vivo y presente en su interior.

¡Demasiados humanos “no existen” por no ser advertidos por el espíritu de “los suficientes”, que no sienten el hambre de amor de los que sufren!

Triste contradicción: lo real puede “no existir” en quien no lo vive en su interior.

¡Es la sorpresa de ver otro mundo desde la vida interior!

F. Allara


SANTORAL DEL DÍA

ss. Perpetua y Felícitas, mártires



ORAR
"Es ejercer el Amor 
AMAR es ejercer el servicio
SERVIR es ejercer la Vida
VIVIR es Amar y servir..."





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