miércoles, 5 de marzo de 2025

ES RIQUEZA PERSONAL POSEER ALMA

 Meditación-Oración de la PALABRA DE DIOS

Fray Federico Allara O.F.M 

PALABRA DE DIOS

5 minutos en nuestro "día a día"

(Clic en los textos para leer)

Lucas 9, 22-25

Jesús anuncia su muerte
(Mt 16.20-28; Mc 8.30–9.1)
22 Les decía Jesús:
–El Hijo del hombre tendrá que sufrir mucho, y será rechazado por los ancianos, por los jefes de los sacerdotes y por los maestros de la ley. Lo van a matar, pero al tercer día resucitará.
23 Después dijo a todos:
–El que quiera ser mi discípulo, olvídese de sí mismo, cargue con su cruz cada día y sígame. 24 Porque el que quiera salvar su vida la perderá; pero el que pierda su vida por causa mía, la salvará. 25 ¿De qué le sirve al hombre ganar el mundo entero, si se pierde o se destruye a sí mismo?

DÍA 6 MARZO  CICLO  -C

Hay riquezas que sólo las valora un creyente convencido por el don que tiene de creer en Dios desde lo que recibe, únicamente, después de aceptar pertenecer a la Iglesia católica.

Convencido de su fe; porque el mismo don de creer en Dios exige, de su razón y de su corazón, conocer y meditar larga y habitualmente el Credo.

Lo exige la misma responsabilidad de aceptar el don, porque creer es don; sin que se pueda demostrar fácilmente que, quien dice que no tiene fe puede ser por faltarle el don, o por no poner los medios para reconocer que lo tiene.

·       Digo razón, porque no es fácil para ésta pronunciar el sí a lo que es de fe.

Todos los discípulos de Jesús, incluida María, tuvieron que meditar mucho hasta optar por creer en la Verdad de Dios revelado, que es aceptar el proceso de hablar Dios al ser humano, “en muchas ocasiones y de muchas maneras por los profetas, y en esta etapa final, por el Hijo” (He. 1,1-2a).

·       Digo también corazón, porque la fe no es la recreación de la vida en sus propios sentimientos con relación a Dios.

Los creyentes somos quienes necesitamos de nuestra propia integridad personal, de razón y corazón, como garantía y respuesta a la gratuidad del Credo profesado.

El mismo Jesucristo, último revelador de Dios, es “signo de contradicción, y a ti misma (María) una espada te traspasará el alma”. (Lc. 2,34b-35a).

No es complicado el Credo, porque la fe nos lo aclara perfectamente.

Es nuestra mente y nuestro corazón los que pueden complicar la claridad del contenido de la fe que profesamos en su integridad.

Ahí viene lo de la riqueza de creer en nuestra alma, por ser el primer don recibido de Dios, dando vida personal a nuestro propio cuerpo.

Que existimos nadie lo duda; que tenemos vida por poseer alma muchos no lo tienen claro o, por lo menos, no todos nos detenemos a meditarlo y a valorarlo.

“¿De qué le sirve a uno ganar el mundo

si se arruina a sí mismo?

No se trata sólo de acumular riquezas materiales; precisamente porque el único valor que tenemos es la vida, el alma y, todo lo que significa ganar el mundo puede ser quedarnos, con relación a Dios, en lo que la razón y el corazón deciden y, esta opción puede arruinar la verdadera fe en Dios.

·       Creer en Dios, desde la fe católica, es optar por Jesucristo.

Si cualquier opción que hacemos en la vida, por amor a una persona, exige la aceptación de razón y corazón de esta persona concreta, ¿cómo podemos  pensar que, optar por Jesús sea sólo cuestión determinante de la propia razón y corazón?

·       Dios en Cristo, como he dicho otras veces, no pide negar nuestros valores, sino meditar y entender qué significa “negarse a sí mismo”.

F. Allara

SANTORAL DEL DÍA

s. Rosa de Viterbo, virgen franciscana



TU SUFRIMIENTO




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