miércoles, 26 de marzo de 2025

"EL QUE NO RECOGE CONMIGO DESPARRAMA"

Meditación-Oración de la PALABRA DE DIOS

Fray Federico Allara O.F.M

PALABRA DE DIOS

5 minutos en nuestro "día a día"

(Clic en los textos para leer)

Lucas 11,14-23

Acusación contra Jesús
(Mt 12.22-30; Mc 3.20-27)
14 Jesús estaba expulsando un demonio que había dejado mudo a un hombre. Cuando el demonio salió, el mudo comenzó a hablar. La gente se quedó asombrada, 15 aunque algunos dijeron:
–Beelzebú, el jefe de los demonios, es quien ha dado a este hombre poder para expulsarlos.
16 Otros, para tenderle una trampa, le pidieron una señal milagrosa del cielo. 17 Pero él, que sabía lo que estaban pensando, les dijo:
–Todo país dividido en bandos enemigos se destruye a sí mismo, y sus casas se derrumban una tras otra. 18 Así también, si Satanás se divide contra sí mismo, ¿Cómo mantendrá su poder? Digo esto porque afirmáis que yo expulso a los demonios por el poder de Beelzebú. 19 Pues si yo expulso a los demonios por el poder de Beelzebú, ¿Quién da a vuestros seguidores el poder para expulsarlos? Por eso, ellos mismos demuestran que estáis equivocados. 20 Pero si yo expulso a los demonios por el poder de Dios, es que el reino de Dios ya ha llegado a vosotros.
21 "Cuando un hombre fuerte y bien armado cuida de su casa, lo que guarda en ella está seguro. 22 Pero si otro más fuerte que él llega y le vence, le quita las armas en las que confiaba y reparte sus bienes como botín.
23 "El que no está conmigo está contra mí; y el que conmigo no recoge, desparrama.

DÍA 27 MARZO  CICLO -C

Es una reflexión de la Palabra ante la realidad intraeclesial que vivimos hoy.

·     ¿Puede existir un enamorado que no desee conocer objetivamente lo que ama, siendo posible hacerlo?

·       ¿Es posible que haya un creyente, me refiero a creer en Dios revelado, que nunca tenga en sus manos la Palabra de Dios? Porque tener el Evangelio en la mano es tener a Cristo vivo delante comunicándose en presente.

Un creyente católico vive sacramentalmente la fe; quiero decir que vive del encuentro con Jesús, por creerle resucitado revelando sus dichos y hechos en el hoy de nuestra relación personal con Él.

Jesús no era un mago. Fue un hombre que dijo e hizo cosas que hoy nos deben sorprender si lo escuchamos y vivimos en presente.

Pierde el tiempo y la lógica de su creencia quien dice que, eran otros tiempos, que no son los de hoy; porque dejar el Evangelio es dejar a Jesús.

Con esta manera de pensar sepultamos a Jesús y nos cerramos al encuentro con Él.

El Evangelio nos presenta hoy a una persona muda; la acción de Jesús sobre ella hace que el mudo empiece a hablar.

La gente quedó admirada. Tú y yo, viendo este hecho hoy, ¿nos admiramos?

No pretendo ocultar la realidad del diablo, que no es cosa del tiempo de Jesús, sino la de un ser espiritual que cree en Dios, pero que lo odia porque, habiendo sido creado libre, y para el servicio del bien, optó por rebelarse.

La acusación de Jesús a sus perseguidores es por saber qué piensan de sus milagros; dicen que son obra de estas criaturas espirituales rebeldes.

Tú y yo, que estamos viendo hablar a un mudo, ahora en presente, ¿qué dicimos?

Discernir que lo hacía con el poder de Belcebú, como dice Jesús, es contradecirse, porque sería el diablo quien echa al diablo; cuando su pretensión es engañar en presente y en propio hogar a todo ser humano.

“Todo reino dividido contra sí mismo va a la ruina”

Toda vida que no está ensamblada en su unidad se encamina a la ruina.

El mundo es una realidad absolutamente dividida, causada por el ser humano; lo que contrasta, en su buena filosofía y en su buena fe, es desear la verdad del amor y el bien y la felicidad y la paz y ver, a más progreso sólo humano, como constatamos que va cayendo casa por casa.

“Pero si lo hago con el dedo de Dios, 

entonces es que ha llegado a vosotros el reino de Dios”

También esto lo escuchamos hoy dicho por Jesús. Su reino está aquí, es Él.

“El que no está conmigo está contra mí; 

el que no recoge conmigo desparrama”

Dios es claro en su revelación; la indefinición es ofensa y un desparramar la vida; como lo es la indefinición ante un ser amado.

F. Allara


SANTORAL DEL DÍA

s. Ruperto, obispo de Salisburgo


CÚRAME





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