sábado, 13 de diciembre de 2025

 FIARSE DE DIOS 

ES SABER VIVIR ALEGRES

 Meditación-Oración de la PALABRA DE DIOS

Fray Federico Allara O.F.M

Animación a la lectura 

PALABRA DE DIOS

5 minutos en nuestro "día a día"

Mateo 11,2-11

Los enviados de Juan el Bautista
(Lc 7.18-35)
Juan, en la cárcel, oyó hablar de lo que Cristo estaba haciendo, y envió algunos de sus seguidores  a preguntarle si él era quien había de venir o si debían esperar a otro.
Jesús les contestó: “Id y contadle a Juan lo que estáis viendo y oyendo: los ciegos ven, los cojos andan, los leprosos quedan limpios de su enfermedad, los sordos oyen, los muertos resucitan y a los pobres se les anuncia la buena noticia. ¡Y dichoso aquel que no pierde su confianza en mí!”
Cuando se fueron, Jesús comenzó a hablar a la gente acerca de Juan, diciendo: “¿Qué salisteis a ver al desierto? ¿Una caña sacudida por el viento? Y si no, ¿Qué salisteis a ver? ¿Un hombre lujosamente vestido? Los que se visten lujosamente están en las casas de los reyes. En fin, ¿a qué salisteis? ¿A ver a un profeta? Sí, verdaderamente, y a uno que es mucho más que profeta. 10 Juan es aquel de quien dice la Escritura:
‘Yo envío mi mensajero delante de ti
para que te prepare el camino.’
11 Os aseguro que, entre todos los hombres, ninguno ha sido más grande que Juan el Bautista; sin embargo, el más pequeño en el reino de los cielos es más grande que él.

III DOMINGO DE ADVIENTO 

Domingo Gaudete

Is 35,1-6.10

·       Estaba profetizado que el Mesías iba a padecer; también se profetizó lo que significaría su paso en bien de la Humanidad.

-   Mientras llegaba, que fueron siglos de espera, quienes debían cuidar del Pueblo tenían que, "Fortalecer las manos débiles, afianzar las rodillas vacilantes y decir a los inquietos: sed fuertes y no temáis"

-    Ésta, y no otra, sigue siendo la tarea de “los robustos con los débiles” mientras se espera la venida gloriosa de Jesucristo. Jamás abusar del poder, ni crear división y confusión.

“Viene en persona y os salvará”

·     La salvación empieza aquí”, en nuestro tiempo, cuando se acepta que, los ojos se abren a la verdadera fe “viendo despegar los ojos de los ciegos, abrir los oídos de los sordos y ver saltar a los cojos”. Dios nunca es el opio del pueblo.

-        Donde no hay conversión a ser humanos no hay que esperar ser sobrehumanos.

·    “La salvación comienza aquí”, y no es soñar en cielos y tierra nuevos”; es ahora si se opta por Cristo; atrásquedan la pena y la aflicción”; la fe es “alegría sin límites en los rostros”   

 

Santiago 5, 7-10

Esperad con paciencia también vosotros, y fortaleced vuestros corazones”, como el labrador aguarda el fruto precioso de la tierra que ha trabajado" (Os invito a leer todo el texto).

 

Mt 11,2-11

Jesús dijo: Si no creéis en Mí, creed las obras que Yo hago.

Nadie puede negar los dichos y hechos de Jesús; su realidad histórica es evidente.

-    Abundan las pruebas evangélicas, y la de los historiadores porque, nadie había dicho que era Dios con hechos que, garantizaban su identidad para quien los quiera ver.

La pregunta de Juan es muy importante para todos y cada uno de nosotros.

-    Antes de cuestionarnos, o de afirmar la fe en Jesús, nos hemos de preguntar si conocemos y creemos las obras que hizo este Hombre que procedía de Galilea.  

-   Es la respuesta que Jesús dio a los discípulos de Juan cuando éste les envió a preguntarle “si era Él el que había de venir o tenían que esperar a otro”

Si Juan predicaba con fuerza la conversión, y amenazaba sin temor a los escribas y saduceos es porque sabía que, el Mesías iba a renovar la faz de la tierra.

-  Si envió a sus discípulos a preguntarle es porque, él mismo esperaba la ratificación de su fuerza en el Mesías y al ver que, Jesús era manso y humilde de corazón, que se dedicaba a los marginados del Pueblo, sin ir a Jerusalén a imponer su ley y aplacar a los que lo gobernaban mal, nos muestra la importancia de la pregunta.

-   Cuando en nosotros la Luz de la fe se vuelve niebla es porque esperamos, también ahora, otra forma divina de actuar, como la esperaba el mismo Juan Bautista.

La respuesta de Jesús parece que está lejos de la pregunta de Juan, pero es la que le responde a él y a nosotros hoy.

“Id a anunciar a Juan lo que estáis viendo y oyendo: los ciegos ven y los cojos andan; los leprosos quedan limpios y los sordos oyen; los muertos resucitan y los pobres son evangelizados”

-        Ayer se cumplieron las profecías del bien que iba a realizar el Mesías.

-    Ayer, los que no quisieron ver la realidad en las palabras de Jesús, a los discípulos de Juan, no creyeron en Él, no aceptaron sus obras y sus palabras.

-    Jesús no vino a hacer milagros para que el Pueblo creyera, sino que, los que hizo fue para demostrar que hacía obras que nadie podía hacer. Hoy se realizan los mismos milagros:

¡Cuántos son los que, siendo incrédulos, de toda clase y condición humana, pasan a ver despegados sus ojos y creen! Muchos son los convertidos a la hora de vísperas.

¡Cuántos son los que, caminando por senderos equivocados ven curada su cojera y optan por el Camino de la Verdad, y consiguen tirar su camilla y andar rectamente!

¡Cuántos son los leprosos que, esclavizados en lo que deshace al ser humano, son liberados y, ven su cuerpo y espíritu renovados y su vida con sentido, porque pueden regresar a su tierra natal, a sus ambientes de familia!

¡Cuántos son los que tienen la fe, tan segura en su mente y en su corazón, como el mejor bien después de la vida, que son capaces de preferir morir amando y perdonando antes que renunciar al Bien profetizado y realizado en Jesús, el HIJO DE DIOS! y, a su semejanza, prefieren la gloria del martirio que las que ofrece el mundo.

Estas obras Dios las sigue haciendo hoy, pero el mundo calla y, a veces nosotros también, por vergüenza o por no saber que, estos milagros son realidad también hoy.

¡Cuántos santos de nuestro tiempo, de nuestros días, son canonizados!

Es curioso que, las personas convertidas lo primero que hacen es reconocer a la Iglesia, al ver en Ella el único medio de reconciliación con Dios.

¿Dónde miramos para poder ver con ojos nuevos de fe?

-     Si no vemos es que, estamos “ciegos”; no andamos por el Camino, que es Cristo; es que somos cojos y habitualmente caemos en la tentación; es que estamos enfermos.

“¿Qué salisteis a contemplar en el desierto?”

-     Se equivocaron los que iban a ver y a escuchar a Juan, no por QUIÉN decía que hablaba; se equivocaron porque la conversión que pedía era por QUIÉN venía detrás de él.

Cuando nos quedamos con el miedo, o con nuestra fe, vamos a cumplir con los ritos, o no tenemos necesidad de ir; ni lo uno ni lo otro son signo de conversión a la fe.

Con Jesús se equivocaron los que veían solo al hombre, pero no veían las obras que Dios hacía en el Hombre Jesús, que era VERDADERO DIOS Y HOMBRE.

Es muy poco ver en Jesús “sólo un gran hombre, fiel, honrado, lleno de amor, bueno”; Veamos a Dios en Jesús por las obras que hizo y las que hace hoy, y acertaremos el camino de la fe.

Llegar al Altar es el mayor acto de omnipotencia divina.               

Federico Allara    

SANTORAL DEL DÍA

s. Juan de la Cruz, 

sacerdote y doctor de la Iglesia, 

carmelita descalzo



CANTEN CON GOZO








No hay comentarios: