sábado, 18 de mayo de 2024

Y DIOS NOS DIO SU ESPÍRITU

 Meditación-Oración de la PALABRA DE DIOS

Fray Federico Allara O.F.M


Animación a la lectura PALABRA DE DIOS

5 minutos en nuestro "día a día"

(Clic en los textos para leer)

Hechos 2,1-11

1 Corintios 12, 3-7.12-13

Juan 20,19-23

Jesús se aparece a los discípulos
(Mt 28.16-20; Mc 16.14-18; Lc 24.36-49)
19 Al llegar la noche de aquel mismo día, primero de la semana, los discípulos estaban reunidos y tenían las puertas cerradas por miedo a los judíos. Jesús entró y, poniéndose en medio de los discípulos, los saludó diciendo:
–¡Paz a vosotros!
20 Dicho esto, les mostró las manos y el costado. Y ellos se alegraron de ver al Señor. 21 Luego Jesús dijo de nuevo:
–¡Paz a vosotros! Como el Padre me envió a mí, también yo os envío a vosotros.
22 Dicho esto, sopló sobre ellos y añadió:
–Recibid el Espíritu Santo. 23 A quienes perdonéis los pecados, les quedarán perdonados; y a quienes no se los perdonéis, les quedarán sin perdonar"


DOMINGO DE PENTECOSTÉS  CICLO   -B

Sólo Dios, el Dios único y verdadero, Dios trino y uno, nos puede dar su Espíritu.

El Padre se nos da en el Hijo y ambos nos dan su Espíritu, que es la Persona divina que procede de ellos. Es Dios de igual Naturaleza divina.

El Espíritu Santo es la Persona que vive la relación de amor entre el Padre y el Hijo.

Darnos el Espíritu es ofrecernos el don de poder alcanzar nuestra medida de conocimiento de la Verdad de Dios.


“Los discípulos con los Apóstoles se hallaban juntos celebrando la diada de Pentecostés cuando como un viento violento llenó la casa, apareciendo unas lenguas de fuego sobre ellos, quedando llenos de Espíritu Santo”


La gente acudió y quedaron desconcertados, porque

“Cada uno los oía hablar en su propia lengua”


Cuando Jesús nos dice que hablaran lenguas extrañas”, viene a significar que el lenguaje de la Verdad es uno e inteligible por todos. Hay que optar por la Verdad.


“Nadie puede confesar (ser creyente y testigo)

que Jesús es el Señor si no es por un don del Espíritu Santo.


Creer o no creer es opción de nuestra libertad personal, aunque sea Don de Dios.

Esta semana nos decía Jesús:


“Yo les he dado a conocer tu Nombre y les daré a conocer mucho más”


Dios acepta nuestra buena fe, pero nos podemos quedar sin el verdadero Dios.

Es de suma importancia hacer nuestro discernimiento acerca de la fe en la resurrección de Jesús por ser el eje que mueve realmente la vida de fe.

¿Qué es para nosotros tener experiencia de Dios?

A los Apóstoles Jesús les regaló la experiencia de verle y comprobarle resucitado, pero esta experiencia, que parece que les suprime la fe, es causa de la verdadera fe.

Una cosa es:

·         La experiencia del crucificado-resucitado y otra,

·         La fe en Dios escondido como Hijo en la Humanidad de Jesús.

La fe es la que da el paso del temor a la alegría, es decir, de la transformación interior de la persona.

“La Paz esté con vosotros”.

 

No es una frase, sino una experiencia del espíritu.

 

“Diciendo esto, les enseño las manos y el costado”


“Las llagas de las manos y del costado son signos de lo que sucedió y que nunca se borrará: su Humanidad gloriosa permanece “herida”.

Benedicto XVI, Ángelus 2012

Experiencia de que Jesús, “tres días antes de resucitar, fue clavado en la Cruz.

También es signo de que su Cuerpo visible, la Iglesia, vivirá siempre resucitada-crucificada.

Como Cristo fue crucificado y resucitado, la Iglesia es Cuerpo resucitado-crucificado.

“Como el Padre me ha enviado, así también os envío Yo”


Los bautizados estamos llamados a salir de casa, enviados a educar en la fe.

 

“Recibid el Espíritu Santo. A todos aquellos a quienes perdonaréis los pecados,

les quedarán perdonados, pero mientras no los perdonéis, quedarán sin perdón

 

Tener el poder de perdonar es desde la experiencia de la Paz de ser perdonados.

Sólo desde el Amor a Cristo se cree en la Iglesia que perdona los pecados.       


F. Allara



SANTORAL DEL DÍA

S. PEDRO CELESTINO V, PAPA (PEDRO DE MORONE)



RECIBID MI ESPÍRITU



EN ORACIÓN ACOGEMOS LOS DONES DEL ESPÍRITU 

 RECIBID MI ESPÍRITU (Jn 20,22)

Te doy mi ternura, acógela, recíbela en ti

Te doy mi alegría, acógela, recíbela en ti.


RECIBID MI ESPÍRITU, MI ESPÍRITU.

RECIBID MI ESPÍRITU, MI ESPÍRITU.


Te doy mi fortaleza, acógela, recíbela en ti.

Te doy mi sabiduría, acógela, recíbela en ti.

RECIBID MI ESPÍRITU,…


Te doy mi consuelo, acógelo, recíbelo en ti.

Te doy mi amor, acógelo, recíbelo en ti.

RECIBID MI ESPÍRITU...


Te  doy mi luz, te doy mi paz, acógelas, recíbelas en ti

Te doy mi luz, te doy mi paz, acógelas, recíbelas en ti.





viernes, 17 de mayo de 2024

 FIJAR LA MIRADA EN JESÚS PARA NO DISTRAERNOS 

Meditación-Oración de la PALABRA DE DIOS

Fray Federico Allara O.F.M


Animación a la lectura PALABRA DE DIOS

5 minutos en nuestro "día a día"

(Clic en los textos para leer)


Hechos 28, 16-20.30-31

Salmos 10

Juan 21, 20-25

El discípulo a quien Jesús quería mucho
20 Pedro se volvió y vio que detrás de él venía el discípulo a quien Jesús quería mucho, el mismo que en la cena había estado junto a él y le había preguntado: “Señor, ¿Quién es el que va a traicionarte?” 21 Cuando Pedro le vio, preguntó a Jesús:
–Señor, ¿y qué hay de este?
22 Jesús le contestó:
–Si yo quiero que permanezca hasta mi regreso, ¿Qué te importa a ti? Tú sígueme.
23 Por esto corrió entre los hermanos el rumor de que aquel discípulo no moriría. Pero Jesús no había dicho que no moriría, sino: “Si yo quiero que permanezca hasta mi regreso, ¿Qué te importa a ti?”
24 Este es el mismo discípulo que da testimonio de estas cosas y lo ha escrito. Y sabemos que dice la verdad.
25 Jesús hizo otras muchas cosas. Tantas que, si se escribieran una por una, creo que en todo el mundo no cabrían los libros que podrían escribirse"

DÍA 18 MAYO   CICLO   -B

 

Terminaba el Evangelio de ayer con la frase de Jesús a Pedro:

“Tú, sígueme”

En el diálogo de ayer se nos decía, con claridad, que sólo Jesús nos reconcilia con nosotros mismos.

Pedro le traiciona y Jesús, sin llevar cuentas del mal, le deja en paz.

No terminamos de creer lo que sigue haciendo Jesús por todos y cada uno de nosotros.

Nadie puede ni debería creer en reconciliarse consigo mismo.

Es al prójimo a quien le hacemos mal de palabra o de obra. Es de ellos de quienes hemos de recibir el perdón para recuperar la paz interior; Recibirlo de todos los prójimos heridos.

Sólo Dios, en Cristo, no lleva cuentas del mal, ni retira sus promesas de amor.

Reconciliarse uno mismo es cómodo y no cambia las actitudes de relación.

Reconciliarse uno mismo revela más bien no tener conciencia del mal.

Sabernos amados y perdonados por Jesús es experimentar una paz que sólo la puede expresar quien la vive. El hombre del mundo hoy no la puede conocer.

Pedro ha visto en Jesús el olvido de la traición; también él pronto olvida su pasado negativo y

“Se gira al ver acercarse al discípulo que Jesús amaba”


Dejar de mirar a Jesús es olvidarnos pronto el bien recibido y distraernos con la vida de los demás sin poner la debida atención en la propia.


“Señor, ¿y éste qué?

“Si quiero que se quede hasta que Yo vuelva, ¿qué tienes que decir?

Tú ven conmigo”


La experiencia de los discípulos de Cristo resucitado es la de haber resucitado con Él.

Han perdido el miedo porque saben que viven para no morir; lo cual no son palabras, sino experiencia que deberíamos conocer los que hemos resucitado por el bautismo.

Vivir a Cristo es vivir de Cristo y, significa tener otro concepto de la vida y de la muerte. En este sentido hay que entender las palabras de Jesús.

Creer en Cristo resucitado es confiar que hemos vencido la muerte, aunque para llegar al Padre tengamos que pasar por la experiencia del adiós de esta vida terrena.

Lo que dice Jesús es que, cada uno de nosotros llegaremos al término de nuestra vida de diferente manera:

·         Juan siendo vida en la Iglesia y acompañando a su Madre hasta su asunción, y

·         Pedro dando su vida siendo crucificado como Él.

-          Jesús no le dijo que no moriría, sino “si quiero que se quede hasta que Yo vuelva, ¿qué tienes que decir?”.

-          Tengamos nuestra mirada puesta en Jesús para no distraernos.                 


  F. Allara




SANTORAL DEL DÍA

S. JUAN I, PAPA Y MÁRTIR



RESPIRA EN MI ESPÍRITU SANTO

(ORACIÓN DE SAN AGUSTÍN)

 
Respira en mí, oh Espíritu Santo,
Que todos mis pensamientos sean santos.
Actúa en mí, oh Espíritu Santo,
Para que también mi trabajo sea santo.
Atrae mi corazón, oh Espíritu Santo,
Que no amo sino lo que es santo.
Fortaléceme, oh Espíritu Santo,
Defender todo lo que es sagrado.
Guárdame, pues, oh Espíritu Santo,
Para que siempre sea santo. 

En Oración para acoger 

El Espíritu Santo en PENTECOSTÉS


(Clic en la imagen)


EL ESPÍRITU SANTO 


Es Luz que penetra las almas


El Espíritu Santo 

Es fuego.

Es viento

Es Luz


¿Quién puede contemplar su propia alma?

¿Quién puede entrar en su propia alma?


El Espíritu Santo es la luz que ilumina el alma 

porque es Dios quien penetra en ella. 


La vida, iluminada por el Espíritu, 

puede ser  vivida en paz, 

y puede entender lo que en ella pasa. 


Lo entiende desde los Dones del Espíritu, 

que le permiten tomar opciones y 

tener entendimientos jamás imaginados 

por la sola inteligencia y por el corazón 

mejor dispuesto para amar.


La luz del Espíritu Santo 

no es luz permanente.


El espíritu humano es 

el que guarda la presencia del alma 

que ha sido iluminada, 

aunque quede luego 

en la oscuridad de la noche, llena y herida.


                                                                                     F. Allara