viernes, 31 de octubre de 2025

BIENAVENTURADOS LOS 

QUE LLEGAN AL CIELO

Meditación-Oración de la PALABRA DE DIOS

Fray Federico Allara O.F.M

Animación a la lectura 

PALABRA DE DIOS

5 minutos en nuestro "día a día"

Mateo 5,1-12

5 III. SERMÓN DEL MONTE 
Al ver la multitud, Jesús subió al monte y se sentó.b Sus discípulos se le acercaron, y él comenzó a enseñarles diciendo:
La dicha verdadera ("Bienaventuranzas")
(Lc 6.20-23)
“Dichosos los que reconocen su pobreza espiritual, porque suyo es el reino de los cielos.
“Dichosos los que sufren, porque serán consolados.
“Dichosos los humildes, porque heredarán la tierra que Dios les ha prometido.
“Dichosos los que tienen hambre y sed de justicia, porque serán satisfechos.
“Dichosos los compasivos, porque Dios tendrá compasión de ellos.
“Dichosos los de corazón limpio, porque verán a Dios.
“Dichosos los que trabajan por la paz, porque Dios los llamará hijos suyos.
10 “Dichosos los perseguidos por hacer lo que es justo, porque suyo es el reino de los cielos.
11 “Dichosos vosotros, cuando la gente os insulte y os maltrate, y cuando por causa mía digan contra vosotros toda clase de mentiras. 12 ¡Alegraos, estad contentos, porque en el cielo tenéis preparada una gran recompensa! Así persiguieron también a los profetas que vivieron antes que vosotros.

DÍA 1 NOVIEMBRE  CICLO  C

·  La esperanza de una vida eterna es la que Cristo ofrece a toda la Humanidad.

La esperanza, como virtud teologal, es una esperanza cierta, porque se fundamenta en la evidencia de la fe, que es la certeza que tiene el espíritu humano de que Dios existe y es La Verdad.

¡Qué gran Don es creer en Dios!

Don, porque no es nuestra razón ni nuestros sentimientos lo que le alcanza con seguridad, sino la aceptación de haber sido el mismo Dios quien ha salido de Sí mismo para revelarnos su identidad.

·  Sólo la fe da la seguridad de “vivir el presente” como “el cielo en la tierra”.

Es curioso que, desde un nivel cristiano, se diga que el infierno se pasa en esta vida por las tribulaciones que toca vivir; cuando los bienaventurados, que viven de Dios en la tierra, ven en la tribulación la semejanza a Cristo crucificado por Amor a la Humanidad; son los que han conocido el Amor, y viven en la tierra configurando sus vidas a la de Cristo sin temer la muerte, deseándola para confirmar su “esperanza cierta de vida eterna”, vivida ya “en su propio tiempo”. ¡Sólo les falta morir!

No es fácil aceptar creer y amar la fe en Cristo Jesús y, por Él, creer en el Padre, en el Espíritu Santo y, “vivir el cielo en la tierra” para poder hacer de la vida un sí al testamento dejado por Jesús desde la suya propia.

·   Bienaventurados los que han optado por las consecuencias humanas de ser pobres, desde la humildad a la humillación

·   Bienaventurados los que optan por la mansedumbre en medio de un mundo que opta por la violencia y por devolver mal con creces.

·   Bienaventurados los que saben llorar en su espíritu por hacer suyos los sufrimientos propios y ajenos viviendo a la sombra del Amor de la Cruz.

·   Bienaventurados los que no se cansan por establecer la justicia en medio de un mundo que, hace de la injusticia y de la inmoralidad su ley.

·  Bienaventurados los que son habitualmente misericordiosos donde reina el odio, la venganza y la memoria que no olvida.

·    Bienaventurados los que tienen un alma transparente que cree, ama y espera, como dice S. Pablo, donde todo es duda y juicio sin querer conocer.

·    Bienaventurados los que trabajan por la paz entremezclados con fe por los campos convertidos en sangre de hermanos inocentes en guerra.

·   Bienaventurados los que son perseguidos por ser humanos, por creer en Cristo, por ser justos, por dar la vida por los que el mundo odia.

·   Bienaventurados los que no pierden la paz ni la mansedumbre cuando son insultados, perseguidos y calumniados.

Bueno es tener devoción a los Santos; mejor es conocer sus vidas bienaventuradas. Empecemos por la Vida de Jesucristo antes que por sus milagros.

El común denominador de todos los Santos son las bienaventuranzas; hayan conocido a Jesucristo o no; Él si los ha reconocido.     

 Federico Allara  

  

FIESTA DE TODOS LOS SANTOS(Clic en el nombre)

El autor, Federico Allara, nos comparte y nos dice que 

"La reflexión personal de las Bienaventuranzas es lo que me ha llevado a ofreceros, a cuantos vivís y buscáis crecer en la Verdad y en el Amor de Dios y a todo ser humano, que se interroga a sí mismo y busca la Verdad como hizo Santa Teresa Benedicta de la Cruz Stein" 

Nada de lo que recibimos gratuitamente es sólo para nosotros y menos para guadarlo" 


FELICES 





jueves, 30 de octubre de 2025

“NO PUDIERON REPLICAR; 

SE QUEDARON CALLADOS"

Meditación-Oración de la PALABRA DE DIOS

Fray Federico Allara O.F.M

Animación a la lectura 

PALABRA DE DIOS

5 minutos en nuestro "día a día"

Romanos 9,1-5

Lucas 14,1-6

14 Jesús sana a un enfermo de hidropesía
Sucedió que un sábado fue Jesús a comer a casa de un jefe fariseo, y otros fariseos le estaban espiando. Había allí, delante de él, un hombre enfermo de hidropesía. Jesús preguntó a los maestros de la ley y a los fariseos:
–¿Está permitido sanar a un enfermo en sábado, o no?
Pero ellos se quedaron callados. Entonces Jesús tomó al enfermo, lo sanó y lo despidió. Y dijo a los fariseos:
–¿Quién de vosotros, si su hijo o su buey cae a un pozo, no lo saca en seguida aunque sea sábado?
Y no pudieron contestarle nada.


DÍA 31 OCTUBRE CICLO  C


“Jesús entró en casa de uno de 

los principales fariseos para comer”

¿Quién aceptaría una comida sabiendo que no le invitan como amigo, sino para espiar lo que dices y haces como invitado?

Jesús sabía referente a sus intenciones y que, allí habría un enfermo siendo sábado; a pesar de todo, Jesús entró en casa del fariseo y les preguntó a los Maestros de la Ley y a los fariseos, contemplando al hombre enfermo de hidropesía:

“¿Es lícito curar los sábados, o no?”

-        Ellos se quedaron callados.

En el diálogo, entre seres humanos, y en la misma oración, que es dialogar con Dios, no es lo mismo "hacer silencio" que "callar".

·       El Silencio es una forma de dialogar.

Significa relacionarse desde la verdad íntima, desde el espíritu que contempla, escucha y dialoga en su interior con la persona con quien se relaciona y, en caso de la oración, con Dios.

·      El silencio es esencial para saber dialogar, desde la escucha, al desear entender lo que se habla y profundizar en el pensamiento, para crecer íntegramente como humanos.

No todo es diálogo, ni es fácil saber "escuchar" ni desear "entender".

Cada día hay menos comunicación personal entre los seres humanos; los “medios”, “redes sociales” han aumentado, y más con la IA, pero no para crear más y mejor relación humana, sino para ausentar las presencias, aun en presente.  

No es lo mismo “pronunciar o pensar en una persona” que, “entrar en diálogo con ella”; tanto en presencia como en ausencia.

- Acostumbrarnos a dialogar, desde la ausencia, con espíritu de presencia nos ayuda a saber hacer oración, que es siempre de presencia; Dios nunca deja de estar presente; somos nosotros quienes “lo ausentamos”, a veces, en el mismo diálogo oracional.

“Callar” puede significar muchas cosas; “saber callar” es una buena virtud.

-      “Saber callar”, que no es silencio, porque no deja de pronunciarse el interior humano, exige mucha madurez humana y mucho amor para no herir.

“Ellos se quedaron callados”

-    No responder a un diálogo es vivir ausentes o aceptar la culpa; en ambos casos “callar” es una cierta rebeldía interior.

“Callar” cuando se ve clara la respuesta es rebeldía; no se contesta por no dar la razón a quien la tiene; manteniéndose en el propio criterio aunque se reconozca el error.

 “Jesús, tocando al enfermo, 

lo curó y lo despidió”

-     Les hizo reflexionar sobre lo que hacen ellos cuando pierden algo de valor.

¡Cuántas injusticias y errores se cometen por salvar una situación personal!; no importa la ley ni el amor; el egoísmo y la sinrazón pueden más.

Es la dureza del mundo ante la Verdad de la Vida de Jesús y, lo real donde no hay ley ni amor, o cuando la ley se promulga para licitar la injusticia.

“No pudieron replicar a la pregunta 

ni a la reflexión de Jesús”

La “palabrería” del mundo, justificando el error,  es más grave que “callar”       

Federico Allara    

SANTORAL DEL DÍA

s. Alfonso Rodríguez, religioso jesuita



SÁNAME SEÑOR



 

miércoles, 29 de octubre de 2025

 “SAL DE AQUÍ JESÚS 

HERODES QUIERE MATARTE”

Meditación-Oración de la PALABRA DE DIOS

Fray Federico Allara O.F.M

Animación a la lectura 

PALABRA DE DIOS

5 minutos en nuestro "día a día"

Romanos 8, 31-39

Lucas 13,31-35

Jesús llora por Jerusalén
(Mt 23.37-39)
31 También entonces llegaron algunos fariseos, a decirle a Jesús:
–Vete de aquí, porque Herodes te quiere matar.
32 Él les contestó:
–Id y decidle a ese zorro: ‘Mira, hoy y mañana expulso a los demonios y sano a los enfermos, y pasado mañana termino.’ 33 Pero tengo que seguir mi camino hoy, mañana y al día siguiente, porque no es posible que un profeta muera fuera de Jerusalén.
34 “¡Jerusalén, Jerusalén, que matas a los profetas y apedreas a los mensajeros que Dios te envía! ¡Cuántas veces quise reunir a tus hijos como la gallina reúne a sus polluelos bajo las alas, pero no quisisteis! 35 Pues mirad, vuestro hogar va a quedar desierto. Y os digo que no volveréis a verme hasta que llegue el tiempo en que digáis:
‘¡Bendito el que viene en el nombre del Señor!’"

DÍA 30 OCTUBRE  CICLO  -C

Desde que fue concebido el Hijo de Dios en las entrañas de María, el enemigo ha querido matarle, pero Dios es El Señor. No hay un Dios del bien y un dios del mal, sino un solo Dios y un enemigo, convertido en muchos.

·       ¿Qué es el ser humano sin Dios?

Un fugitivo de sí mismo, que busca incesantemente a su dios.

Fugitivo porque, huye de su interior “utilizando” su espíritu para negar la razón de ser de todo lo que existe; huyendo de sí mismo niega su razón de ser y la de toda la existencia.

Al único Dios, que ha revelado su Ser, o se le acepta y se cree en Él y se halla razonablemente el sentido a la vida, a la tribulación y a la muerte, o la vida se convierte en una lucha entre:

-        Razonar con la pretensión de justificar su increencia y la inexistencia de Dios.

-        Y una búsqueda incesante, expresada de muchas maneras, de la propia razón de ser y la del Universo, apoyada en una esperanza insegura que nunca llega.

¡Qué contradicción la del hombre!

·       El texto de hoy nos presenta a Jesús en plena disposición mesiánica.

Los fariseos parece que quieren salvar la vida de Jesús diciéndole:

“Sal y marcha de aquí, 

porque Herodes quiere matarte”

-     Traducido era decirle, “vete de aquí antes de que te condenemos a morir”.

·       Jesús responde escatológicamente con palabras de “signo final”

Era decirles que seguiría haciendo lo que tenía que hacer, sin temor; el final sería determinado por voluntad divina, no la de ellos ni la de Herodes.

“Al tercer día mi obra quedará consumada”

¡Cuántas veces sale en la Escritura lo del tercer día”!, que sería el de su resurrección después de ser muerto y sepultado, “en su día y hora”

“Es necesario que camine hoy y mañana y pasado”

“Tres días”, como signo de su libertad en “hacer lo que debía” mientras subía a Jerusalén, porque, no cabe que un profeta muera fuera de Jerusalén”

·       Jesús ha sido el Hombre más libre obedeciendo al Padre:

-        Caminando hacía la muerte para vencerla.

-     Sabiendo que, llegado el momento de conocer su trágico desenlace humano, le pedirá a Dios si pudiera pasar sin beber el cáliz”

-        Sabiéndose vencedor de su propia debilidad humana se levantaría, y con Él sus discípulos, para afrontar lo que debía ya que, “para este momento había venido”, para mostrar a sus elegidos que no era el final.

“¡Jerusalén, Jerusalén, que matas a los profetas 

y apedreas a los que se te envían!”

·       Dios, en Cristo Jesús, ha venido para reunirnos en amor como la gallina con sus pollitos bajo sus alas, pero no siempre se acepta el Amor divino.

“Vuestra casa va a ser abandonada”

Dios nunca abandona. Somos nosotros los que, abrimos la puerta, para cenar juntos, o la cerramos para sentar, en la mesa de nuestro subjetivismo, a dioses que no pueden salvar llenando el hogar de soledad, no siempre advertida a su tiempo.

 Federico Allara


SANTORAL DEL DÍA

s. Germán, obispo de Capua



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