“TU FE TE HA SALVADO”
Meditación-Oración de la PALABRA DE DIOS
DÍA 12 NOVIEMBRE CICLO C
Nunca
dejemos de hablar de la fe; es tan necesaria para la vida del ser humano
como el aire que respiramos; me refiero, lógicamente, a la fe en el Dios revelado.
·
Fe
es aceptar la que llega de la gratuidad de la Misericordia divina.
Todo
lo vivimos de forma subjetiva, sin embargo, la verdadera fe no es subjetiva porque, no depende de nosotros “la objetividad del contenido revelado”,
al que no llega la sola razón ni los sentimientos.
· La
medida de la fe es la medida de confianza en Dios y,
nadie puede garantizar su confianza en Él
si no acepta “abrir la puerta al Dios que llama” con el fin de
identificarse para ser conocido. Todos podemos conocer a Dios
El ser humano está hecho
para conocerlo y no descansa su alma hasta que lo encuentra.
Es
Dios quien ama nuestra vida; Él es Camino
hacia nuestro futuro “con esperanza cierta”. “El deseo de Dios está inscrito en el corazón del hombre”
· Es por la fe
que “se inicia la vida eterna, que no es otra cosa que conocer a Dios”;
Es
la que “nos enseña todo lo necesario para vivir bien, y con ella “se vencen las tentaciones” (Sto.
Tomas de Aquino)
¿Qué pensar de las tentaciones?
La tentación en la que podemos caer
fácilmente es:
- No valorar la fe, conformarnos con de la propia vida, no pedirla,
no buscar el bien del verdadero Dios, no preocuparnos por vivirla, no ser
agradecidos si la tenemos.
·
“La razón más alta de la dignidad humana
consiste en la vocación del hombre
a la comunión con Dios”
El Catecismo de la Iglesia católica (n. 27)
nos dice que, la fe ayuda a vencer la tentación de ser minusvalorada y marginada de la vida.
“Jesús, maestro, ten
compasión de nosotros”
- Le ruegan a Jesús diez leprosos que confían
en Él, aceptando la enfermedad.
Una cosa es tener “devoción y fe en Dios” y otra, “acudir con fe confiando que sólo Él puede curar todas las enfermedades
de cuerpo, alma y espíritu”.
“Uno de ellos, viendo que estaba curado, se volvió alabando a Dios… y se postró a los pies de Jesús”
Es bueno detenernos
ante la propia vida y valorar, sin vanidad, la propia existencia para saber agradecer este Don; porque vivir es un don
gratuito y, tener salud y poder disfrutar la vida… ¿no es motivo para agradecerlo?
Cuando la existencia entra en momentos de
dolor se suele buscar remedio.
“Los otros nueve, ¿dónde
están?”
Quien
ama siempre espera; reconocerse
amado es no hacerse esperar.
Muchas
cosas pueden alegrar y dar sentido momentáneo a la vida, muchas pueden dar cierta
inmortalidad, pero sólo la fe salva.
“Levántate, vete; tu fe te ha salvado”
Seamos
de los que vuelven agradecidos a Dios.
Federico
Allara
SANTORAL DEL DÍA
DÍA 12 NOVIEMBRE CICLO C
Nunca
dejemos de hablar de la fe; es tan necesaria para la vida del ser humano
como el aire que respiramos; me refiero, lógicamente, a la fe en el Dios revelado.
·
Fe
es aceptar la que llega de la gratuidad de la Misericordia divina.
Todo
lo vivimos de forma subjetiva, sin embargo, la verdadera fe no es subjetiva porque, no depende de nosotros “la objetividad del contenido revelado”,
al que no llega la sola razón ni los sentimientos.
· La
medida de la fe es la medida de confianza en Dios y,
nadie puede garantizar su confianza en Él
si no acepta “abrir la puerta al Dios que llama” con el fin de
identificarse para ser conocido. Todos podemos conocer a Dios
El ser humano está hecho
para conocerlo y no descansa su alma hasta que lo encuentra.
Es
Dios quien ama nuestra vida; Él es Camino
hacia nuestro futuro “con esperanza cierta”. “El deseo de Dios está inscrito en el corazón del hombre”
· Es por la fe
que “se inicia la vida eterna, que no es otra cosa que conocer a Dios”;
Es
la que “nos enseña todo lo necesario para vivir bien, y con ella “se vencen las tentaciones” (Sto.
Tomas de Aquino)
¿Qué pensar de las tentaciones?
La tentación en la que podemos caer
fácilmente es:
- No valorar la fe, conformarnos con de la propia vida, no pedirla,
no buscar el bien del verdadero Dios, no preocuparnos por vivirla, no ser
agradecidos si la tenemos.
·
“La razón más alta de la dignidad humana
consiste en la vocación del hombre
a la comunión con Dios”
El Catecismo de la Iglesia católica (n. 27)
nos dice que, la fe ayuda a vencer la tentación de ser minusvalorada y marginada de la vida.
“Jesús, maestro, ten
compasión de nosotros”
- Le ruegan a Jesús diez leprosos que confían
en Él, aceptando la enfermedad.
Una cosa es tener “devoción y fe en Dios” y otra, “acudir con fe confiando que sólo Él puede curar todas las enfermedades
de cuerpo, alma y espíritu”.
“Uno de ellos, viendo que estaba curado, se volvió alabando a Dios… y se postró a los pies de Jesús”
Es bueno detenernos
ante la propia vida y valorar, sin vanidad, la propia existencia para saber agradecer este Don; porque vivir es un don
gratuito y, tener salud y poder disfrutar la vida… ¿no es motivo para agradecerlo?
Cuando la existencia entra en momentos de
dolor se suele buscar remedio.
“Los otros nueve, ¿dónde
están?”
Quien
ama siempre espera; reconocerse
amado es no hacerse esperar.
Muchas
cosas pueden alegrar y dar sentido momentáneo a la vida, muchas pueden dar cierta
inmortalidad, pero sólo la fe salva.
“Levántate, vete; tu fe te ha salvado”
Seamos
de los que vuelven agradecidos a Dios.
Federico
Allara
SANTORAL DEL DÍA
s. Diego, laico franciscano
GRACIAS SEÑOR
GRACIAS SEÑOR

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