lunes, 10 de noviembre de 2025

“ENSEGUIDA, VEN Y PONTE A LA MESA”

 Meditación-Oración de la PALABRA DE DIOS

Fray Federico Allara O.F.M

Animación a la lectura 

PALABRA DE DIOS

5 minutos en nuestro "día a día"

Sabiduría 2, 23-3,9

Lucas 17,7-10

El deber del que sirve
“Si uno de vosotros tiene un criado que regresa del campo después de haber estado arando o cuidando el ganado, ¿acaso le dice: ‘Pasa y siéntate a comer’? No, sino que le dice: ‘Prepárame la cena y estate atento a servirme mientras como y bebo. Después podrás tú comer y beber.’ Y tampoco da las gracias al criado por haber hecho lo que le mandó. 10 Igualmente vosotros, cuando ya hayáis hecho todo lo que Dios os manda deberéis decir: ‘Somos servidores inútiles; no hicimos más que cumplir con nuestra obligación.’"


DÍA 11 NOVIEMBRE  CICLO  C

 

Jesús nos da, cada día, una enseñanza al acoger y meditar su Evangelio; no interpretemos ni deduzcamos; dejemos que nos hable y enseñe.

“Suponed que un criado vuestro trabaja como labrador o como pastor; cuando vuelve del campo ¿Quién de vosotros le dice: “Enseguida, ven y ponte a la mesa?

En esta frase expresa que, de momento, hay queservir como trabajador” y también tenemos que ver el valor de decir o expresar algo que no es común: ponte a la mesa”; quiere decir que, “después de servir” el dueño lo espera en su mesa.

-  Una cosa es “vivir con el buen hábito y actitud de servicio a los demás, humanamente, o en respuesta al hecho de ser creyente y, otra, simplemente, “servir” en un trabajo.

·  Esta es la dignidad que revela Jesús. Si bien quien trabaja se debe a su trabajo; quien lo contrata tiene la obligación moral de tratarlo como hermano, como el mismo Jesús lo desea;

No se trata, tal vez, de estar físicamente en la misma mesa, pero sí de que, toda persona es digna de ser reconocida como tal, sobre todo desde responder de forma humana.

·  Si alguien ha defendido la dignidad de todos y cada uno de los seres humanos, y no con palabras, sino con su propia vida, arriesgada hasta morir, ha sido Jesús; tenemos que pensar en el tiempo en que habla para entender la interpretación que hace, de los criados, en este texto.

“¿Acaso tenéis que estar agradecidos al criado porque ha hecho lo mandado?”

Es lo que hemos de escuchar en su contexto, porque “el dueño debe agradecer que el trabajo haya sido hecho con diligencia”, porque esta es la responsabilidad de ser trabajadores: hacer lo que debemos como si todo dependiera de nosotros en propiedad. El dueño no lo es del trabajador.

Si todos, cada uno, desde la posición en que, la vida, la casualidad o el esfuerzo nos ha situado, partiéramos de la realidad de “ser iguales en dignidad”, no existirían las diferencias, ni el orgullo de creerse superiores, que es lo que nos separan a unos de otros.

El hecho de poder tener a quien “preste el favor de servir” no es motivo de creer que, se está por encima de los que sirven, ni éstos de sentirse menos.

No es fácil mantenerse en la dignidad de ser iguales, tal como lo somos ante Dios.

·    Seamos superiores en amor, en justicia, en perdón; esta superioridad advierte de la propia pobreza y de la dignidad del prójimo.

“Somos siervos inútiles, hemos hecho lo que teníamos que hacer”

-    Esto es lo que hay que demostrar, los que mandan y los que sirven; haber hecho lo que se tenía que hacer”, cada uno en su deber responsable.

No vivir a la altura de la dignidad, que sólo Dios nos ha dado, es lo que puede hacer de cada uno un ser inútil, por más dignidad que alguien crea que posee por encima de los demás.                                                                

Federico Allara


SANTORAL DEL DÍA

s. Martín, obispo de Tours



DONA LA PACE 







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