“SEÑOR, NO SOY DIGNO”
Meditación-Oración de la PALABRA DE DIOS
Mateo 8,5-11Jesús sana al criado de un centurión romano (Lc 7.1-10) 5 Al entrar en Cafarnaún, un centurión romano se le acercó para hacerle un ruego. 6 Le dijo: –Señor, mi asistente está en casa enfermo, paralítico, sufriendo terribles dolores. 7 Jesús le respondió: –Iré a sanarlo. 8 –Señor –le contestó el centurión–, yo no merezco que entres en mi casa. Basta que des la orden y mi asistente quedará sanado. 9 Porque yo mismo estoy bajo órdenes superiores, y a la vez tengo soldados bajo mi mando. Cuando a uno de ellos le digo que vaya, va; cuando a otro le digo que venga, viene; y cuando ordeno a mi criado que haga algo, lo hace. 10 Al oir esto, Jesús se quedó admirado y dijo a los que le seguían: –Os aseguro que no he encontrado a nadie en Israel con tanta fe como este hombre. 11 Y os digo que muchos vendrán de oriente y de occidente, y se sentarán a la mesa con Abraham, Isaac y Jacob en el reino de los cielos. |
DÍA 1 DICIEMBRE CICLO A
· Quien se plantea a Dios en su vida, aunque sea desde una mínima cultura, sabe que Dios se escribe en
“mayúscula”;
Dios no es cualquier cosa que se puede
usar, manipular o interpretar desde nuestro solo subjetivismo aunque, la
palabra “dios” se puede
escribir en “minúscula” porque, decir
“dios” no expresa nada objetivo.
-
Esta palabra, “dios”, en sí misma, no revela
nada al espíritu humano que la escucha, ni revela ninguna fe objetiva en
quien la pronuncia.
Quien se plantea a Dios, en su vida, puede errar si habla de su
fe y no del Don que aceptamos de Dios por ser ALGUIEN, que no está a nuestro alcance
desde la pretensión de tener derecho a saber de Dios cuando, la situación personal se considera por encima de Él.
· Todo el derecho a “saber de Dios” pasa por su
iniciativa; no por la nuestra.
Los dioses, en minúscula, están bajo
nuestro dominio, que pueden ser tantos como personas haya, sean creyentes
o no.
El Papa León XIV, en su viaje estos días a Turquía, donde hace 1700 años tuvo lugar el Concilio de
Nicea, que puso luz a la Naturaleza de Jesucristo, ha dicho:
“Los cristianos corren el riesgo de
reducir a Jesucristo a una especie de líder carismático o superhombre, una
tergiversación que al final conduce a la tristeza y confusión”.
Del texto de hoy debemos aprender mucho de la
actitud del centurión.
- No era un hombre creyente como se concebía quien lo era del Dios de
Abrahán, Isaac y Jacob, aunque sólo fueran cumplidores de la Ley.
- Era un hombre que amaba por encima de lo común; vivía preocupado por la salud de su criado.
-
Le tenía paralítico
y no lo abandonó.
-
Fue capaz de presentarse ante Jesús por
amor al prójimo.
Se acercó a Jesús rogándole:
“Señor, tengo en casa un criado que está paralítico y sufre
mucho”
La contestación de Jesús le sorprendió: “Voy a curarlo”
·
La Palabra de Dios hay que contemplarla en
sus dichos y hechos.
- Si los
Evangelios no los reconocemos como el medio por el que conocemos a
Jesús, y con Él a Dios, nos quedamos en un “dios” en minúscula, sin garantía de Verdad, ni de alcanzar lo
que, sólo el Verdadero Dios nos
ofrece.
“Señor, no soy digno que entres bajo mi techo”
-
El centurión le reconocía como “Dios” y no
se consideraba digno de que entrara en su casa; si acudió fue por amor a su
criado.
- El centurión nos enseña a tratar a Dios desde
la humildad de ser humanos.
“En Israel no he
encontrado en nadie tanta fe”
¿Qué puede decir Él de nosotros, o de muchos
de nosotros, bautizados en su Cuerpo resucitado, que somos la Iglesia de hoy?
·
Nosotros, los bautizados, tenemos
a Dios dentro de casa.
¡Feliz quien se lo cree!
Federico Allara
SANTORAL DEL DÍA
San Charles de Foucauld
NO SOY DIGNO

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