viernes, 14 de noviembre de 2025

 “ES NECESARIO ORAR SIEMPRE, 

SIN DESFALLECER”

  Meditación-Oración de la PALABRA DE DIOS

Fray Federico Allara O.F.M

Animación a la lectura 

PALABRA DE DIOS

5 minutos en nuestro "día a día"

Sabiduría 18,14-16.19. 6-9

Lucas 18,1-8

Parábola de la viuda y el juez
18
Jesús les contó una parábola para enseñarles que debían orar siempre y no desanimarse. Les dijo: “Había en un pueblo un juez que no temía a Dios ni respetaba a los hombres. Y en el mismo pueblo vivía también una viuda, que tenía planteado un pleito y que fue al juez a pedirle justicia contra su adversario. Durante mucho tiempo el juez no quiso atenderla, pero finalmente pensó: ‘Yo no temo a Dios ni respeto a los hombres. Sin embargo, como esta viuda no deja de molestarme, le haré justicia, para que no siga viniendo y acabe con mi paciencia.’ ”
El Señor añadió: “Pues bien, si esto es lo que dijo aquel mal juez, ¿Cómo Dios no va a hacer justicia a sus escogidos, que claman a él día y noche? ¿Los hará esperar? Os digo que les hará justicia sin demora. Pero cuando el Hijo del hombre venga, ¿encontrará todavía fe en la tierra?”
DÍA 15 NOVIEMBRE CICLO  C

·       Orar, para un creyente, es como el aire que necesitamos para vivir.

La existencia es humana porque somos conscientes de que vivimos; pasar de la pura existencia a una vida personal depende de cada uno.

Ayer comentamos que, “la vida no se puede guardar”, por ser la realidad siempre presente que nadie puede prescindir.

El ser humano no puede “vencer su propia vida” porque lleva el sello la inmortalidad y, desde la fe, ha sido “Cristo el único Hombre que ha vencido la muerte”. ES la misma PALABRA DIVINA que nos ha dado la vida; desde entonces, “morir es resucitar a una vida que no conoce la muerte”.

-     Esta es nuestra fe; no se apoya en verdades ideológicas, ni en sentimientos subjetivos, ni en los avances de la ciencia, que agradecemos y valoramos, sino en un Dios real y personal que se ha identificado ante nosotros.

-       Nuestra fe es la aceptación personal de Dios conocido en la Humanidad de Jesús, Dios y Hombre verdadero.

·       Fe es entrar en relación de comunión con Jesús.

-       A esta relación de vida y de comunión, por el amor que la motiva, es lo que llamamos oración.

Nuestras relaciones humanas llegan a un grado de conocimiento, de amistad y de amor en la medida en que, existe una mutua credibilidad y un trato personal de comunicación íntima y habitual

La existencia humana pasa a ser vida y convivencia con los demás cuando hay una relación semejante a lo que, en fe, llamamos vida espiritual y oración.

-  Esta semejanza de lo que es la oración para la fe, lo es para el crecimiento personal y para cualquier opción de vida y de convivencia.

-  Si orar es imprescindible para vivir la fe, que es mantener viva la relación de Dios con nosotros, antes que la nuestra con Dios, esta fe y esta forma de relación, a semejanza de vida oracional, es necesaria para mantener la vida personal y la vida de comunión con los demás.

Es tanta la importancia de la vida orante para la fe y su semejanza con las relaciones humanas que, advertimos que orar tiene su objetividad.

-   Esta objetividad viene de saber que, “en toda relación no estamos solos”

Lo primero que debemos asentir es que nadie se realiza solo; vivir en soledad es después de haber hecho opción de vida que incluye ser-con-los-demás. La vida personal crece cuando es vivida con los demás en verdad.

-    Sin este asentimiento no hay madurez humana capaz de aprender a convivir.

De ahí que, en aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos una parábola para enseñarles que, es necesario orar siempre, sin desfallecer.

En nuestro trato con Dios, sea en oración personal o comunitaria, la verdad de la oración pasa por aceptar que Dios es real y el prójimo también.

Orar no es elevarse a un castillo de soledad.

Orar con Dios, como vivir en familia o en comunidad, es aceptar al Dios real, al prójimo real y la vida en su realidad.

Somos en vida espiritual lo que somos ante Dios y el prójimo.

 Federico Allara


SANTORAL DEL DÍA

s. Alberto Magno, obispo y doctor 

de la Iglesia, dominico


ESTÁS AHÍ





No hay comentarios: