“ES DIOS DE VIVOS, NO DE MUERTOS”
Meditación-Oración de la PALABRA DE DIOS
PALABRA DE DIOS
5 minutos en nuestro "día a día"
5 minutos en nuestro "día a día"
1 Macabeos 6.1-13
Lucas 20,27-40
La pregunta sobre la resurrección27 Después acudieron algunos saduceos a ver a Jesús. Los saduceos niegan que haya resurrección de los muertos, y por eso le plantearon este caso:28 –Maestro, Moisés nos dejó escrito que si un hombre casado muere sin haber tenido hijos con su mujer, el hermano del difunto deberá tomar por esposa a la viuda para darle hijos al hermano que murió. 29 Pues bien, había una vez siete hermanos, el primero de los cuales se casó, pero murió sin dejar hijos. 30 El segundo 31 y luego el tercero se casaron con la viuda, y lo mismo hicieron los demás, pero los siete murieron sin dejar hijos. 32 Finalmente murió también la mujer. 33 Así pues, en la resurrección, ¿cuál de ellos la tendrá por esposa, si los siete estuvieron casados con ella?34 Jesús les contestó:–En este mundo, los hombres y las mujeres se casan; 35 pero los que merezcan llegar a aquel otro mundo y resucitar, sean hombres o mujeres, ya no se casarán, 36 puesto que ya tampoco podrán morir. Serán como los ángeles, y serán hijos de Dios por haber resucitado. 37 Hasta el mismo Moisés, en el pasaje de la zarza ardiendo, nos hace saber que los muertos resucitan. Allí dice que el Señor es el Dios de Abraham, de Isaac y de Jacob. 38 ¡Y Dios no es Dios de muertos, sino de vivos, pues para él todos están vivos!39 Algunos maestros de la ley dijeron entonces:–Bien dicho, Maestro.40 Y ya no se atrevieron a hacerle más preguntas.
La pregunta sobre la resurrección 27 Después acudieron algunos saduceos a ver a Jesús. Los saduceos niegan que haya resurrección de los muertos, y por eso le plantearon este caso: 28 –Maestro, Moisés nos dejó escrito que si un hombre casado muere sin haber tenido hijos con su mujer, el hermano del difunto deberá tomar por esposa a la viuda para darle hijos al hermano que murió. 29 Pues bien, había una vez siete hermanos, el primero de los cuales se casó, pero murió sin dejar hijos. 30 El segundo 31 y luego el tercero se casaron con la viuda, y lo mismo hicieron los demás, pero los siete murieron sin dejar hijos. 32 Finalmente murió también la mujer. 33 Así pues, en la resurrección, ¿cuál de ellos la tendrá por esposa, si los siete estuvieron casados con ella? 34 Jesús les contestó: –En este mundo, los hombres y las mujeres se casan; 35 pero los que merezcan llegar a aquel otro mundo y resucitar, sean hombres o mujeres, ya no se casarán, 36 puesto que ya tampoco podrán morir. Serán como los ángeles, y serán hijos de Dios por haber resucitado. 37 Hasta el mismo Moisés, en el pasaje de la zarza ardiendo, nos hace saber que los muertos resucitan. Allí dice que el Señor es el Dios de Abraham, de Isaac y de Jacob. 38 ¡Y Dios no es Dios de muertos, sino de vivos, pues para él todos están vivos! 39 Algunos maestros de la ley dijeron entonces: –Bien dicho, Maestro. 40 Y ya no se atrevieron a hacerle más preguntas. |
DÍA 22 NOVIEMBRE CICLO C
Los
seres humanos no podemos responder por nosotros mismos al interrogante
que, nos plantea la muerte como “final de
la vida o del más allá”.
· La existencia de Dios nos permite pensar
en “vida más allá de la muerte”; anticipadamente, el problema de Dios, nos lo resuelve Él
“revelando su existencia”.
La
fe
resuelve la duda de Dios y la de la
inmortalidad objetiva de la vida personal; ésta es la que
tratamos de salvar; la impersonal,
o la personal confusa, tiene la
fe en lo que dicen las ideologías u otras formas de vivir la
religiosidad y la trascendencia.
Muchos
tienen la Ciencia como la razón de su existencia;
tienen puestas en ella su confianza, esperando que vaya dando respuesta a sus
inquietudes.
- Demos
gracias al talento de las personas que trabajan por el bien de los demás
avanzando en conocimientos, que deberían servir para el bien común de toda la
Humanidad.
Unos
saduceos,
que no creen en la resurrección, se
acercaron a Jesús para proponerle una cuestión de la Ley, que recibieron de
Moisés; “mandaba
volver a casarse con la mujer de su hermano, si había muerte sin hijos”
- Lo
esencial de la Ley era multiplicar la descendencia; así llegó a ser numeroso el
Pueblo de Israel.
- A
Jesús no le preguntan sobre la Ley, sino qué pasa con la resurrección; los
saduceos no creían en la resurrección; con
la Ley lo tenían resuelto.
Jesús
les responde sobre la resurrección:
“Los que sean juzgados dignos de tomar parte en el mundo futuro
y en la resurrección de entre los muertos no se casarán”
Hablar de resurrección de los muertos, sin fe
en Jesús, es como ser saduceo.
· Sólo Jesús
ha resucitado y, sólo desde Él podemos hablar de lo que es,
realmente, que resuciten los muertos.
El mundo futuro es “ser en Dios” habiendo resucitado y juzgados
dignos.
· Creer en Dios pasa
por creer en Jesús; es el único CAMINO que conduce al conocimiento de
la VERDAD DIVINA y, también, al de nuestra realidad humana.
· Creer sin aceptar
la Vida, la Muerte y, sobre todo, lo
que es el eje de la fe, la Resurrección de Jesús, no se puede tener
clara la fe en Dios, ni se puede hablar de la inmortalidad como resurrección de los
muertos.
Los resucitados en Cristo, por el mismo
Espíritu que lo resucitó a Él, por voluntad del Padre, no vuelven a morir jamás y,
“Son hijos de
la resurrección...; Dios no lo es de muertos, sino de vivos, porque para Él todos están
vivos”
- Los saduceos
creían en Dios, pero interpretaban racionalmente la Ley de Moisés para terminar
con sus propias razones y discutirlas con los escribas.
· Fe es aceptar la realidad de la
Vida de Jesús, Dios y Hombre verdadero.
- Cuando no es así, se cree en Dios pero se discute,
racionalmente, desde lo que cada uno piensa sobre lo que
puede ser y, no desde la fe verdadera.
Federico Allara
SANTORAL DEL DÍA
s. Cecilia, virgen y mártir,
en el cementerio de Calixto
VUESTRA SOY PARA VOS NACÍ

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