" AQUÍ HAY UNO QUE
ES MÁS QUE JONÁS"
Meditación-Oración de la PALABRA DE DIOS
Animación a la lectura
PALABRA DE DIOS
5 minutos en nuestro "día a día"
Lucas 11,29-32 |
´DÍA 13 OCTUBRE CICLO C
Cuando
Dios promete y llama a uno, y no hay nadie a quien Dios
no llame, no se desdice de su promesa y
del porqué de su llamada; como dice S. Pablo, “aunque le seamos infieles, Él es fiel”;
aun los más abandonados de la sociedad, no lo están de Dios; “su
favor” no les llega por negárselo nosotros.
· El
caso más relevante es el de Pedro. En cuanto lo vio le dijo
que sería “piedra”.
Pedro
tenía un gran corazón, pero se creía seguro de sí mismo, hasta decirle a Jesús
que, “aunque
todos le abandonaran…”,
él no lo haría.
Llegó el momento de ser
fuerte,
como se lo creía, pero fue débil,
como lo somos todos cuando, de alguna manera, el temor rodea nuestras vidas.
Después
de traicionarle, e incluso de negarle, Jesús le fue fiel cumpliendo lo que le había prometido.
Lo
digo por Jonás; fue a Nínive; Dios se empeñó en ser fiel a quien huía de
Él.
- Ser
profeta o enviado, quien se lo cree, advierte la gravedad de la responsabilidad;
ningún Profeta deseaba serlo.
De
ahí deducimos el Amor de Dios cuando
llama y desea algo concreto de sus elegidos. Sentirse “profeta”, fiel a Dios en
nuestro tiempo y programar la redención del mal del mundo religioso y
creyente, como enviados, comienza
por la fidelidad a la Iglesia, garantía de ser enviados.
Mientras
Jonás huía de Dios, no sólo le acaecieron males, dificultades sobre él, sino
también sobre los que estaban con él.
Dios
tuvo misericordia
y, donde creía encontrar la muerte,
olvidando su llamada, iba a ser signo del ÚNICO del que nos habla Jesús,
“del Hijo del Hombre para esta generación”,
como garantía de su Vida, de su Verdad revelada y de su Amor.
- “Esta generación es una
generación perversa. Pide un signo, pero no se le dará más signo que el signo
de Jonás”
Hoy casi ni se piden signos,
mientras los testigos mueren como profetas.
Jonás, recuperado por Dios, debió
entrar en Nínive como Pablo, confesando su pecado de huir de Dios y del Amor
divino, que envuelve al pecador en su Gracia para que, su Presencia lo inunde de Luz y de paz hasta convertirlo.
- Estos pecadores convertidos, confesando su pecado, son los que convencen; como
Jonás convenció a la ciudad de Nínive.
Por esto: “Los hombres de Nínive se alzarán en el juicio contra esta
generación”
Hoy son muchos los profetas que
predican solidaridad y salvación, pero pocos los que lo hacen desde la confesión de su conversión y
fidelidad al Resucitado.
Todo bien es reconocido por Dios; pero
a los creyentes se nos llama a
ser testigos del Bien que obró Jesús, para ser “buenos profetas”.
-
Jonás fue un signo para
los habitantes de Nínive.
-
“Ellos se convirtieron
con la predicación de Jonás, y aquí (también hoy) hay uno que es más que Jonás”.
Federico Allara
SANTORAL DEL DÍA
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