sábado, 11 de octubre de 2025

EL ENCUENTRO CON JESÚS NOS SALVA

SEAMOS AGRADECIDOS

Meditación-Oración de la PALABRA DE DIOS

Fray Federico Allara O.F.M

Animación a la lectura 

PALABRA DE DIOS

5 minutos en nuestro "día a día"

Lucas 17,11-19

Jesús sana a diez leprosos
11 En su camino a Jerusalén, pasó Jesús entre las regiones de Samaria y Galilea. 12 Al llegar a cierta aldea le salieron al encuentro diez hombres enfermos de lepra, que desde lejos 13 gritaban:
–¡Jesús, Maestro, ten compasión de nosotros!
14 Al verlos, Jesús les dijo:
–Id a presentaros a los sacerdotes.
Mientras iban, quedaron limpios de su enfermedad. 15 Uno de ellos, al verse sanado, regresó alabando a Dios a grandes voces, 16 y se inclinó hasta el suelo ante Jesús para darle las gracias. Este hombre era de Samaria.l 17 Jesús dijo:
–¿Acaso no son diez los que quedaron limpios de su enfermedad? ¿Dónde están los otros nueve? 18 ¿Únicamente este extranjero ha vuelto para alabar a Dios?
19 Y dijo al hombre:
–Levántate y vete. Por tu fe has sido sanado.

DOMINGO XXVIII TIEMPO ORDINARIO

CICLO  -C   Fiesta Virgen del Pilar. 

2 Reyes 5,14-17

El sirio Naamán, leproso, visitó al profeta Eliseo. El rey de Siria, al cual servía, escribió una carta al rey de Israel, y Naamán se fue con gran cantidad de plata y oro para dárselos al profeta; éste le envió un mensajero que le dijera fuera a bañarse siete veces al rio Jordán”.

Naamán, que había creído a la niña israelita, se rebeló contra Eliseo; los que le acompañaban le convencieron de que fuera a bañarse y su carne quedó limpia de su lepra”

Regresaron a Eliseo para decirle:

“Ahora conozco que no hay en toda la tierra otro Dios que el de Israel”

El profeta Eliseo no aceptó ningún presente de Naamán;  bien sabía Eliseo que su poder era el de Dios y no suyo.

-  El mundo se mueve con “presentes”, obsequios, no siempre reconocidos como malinterpretó el rey de Israel, y con regalos que esclavizan.

Jesús enseñó a sus discípulos a no esclavizarse dando gratis lo que gratis habían recibido”

En este texto vemos:

1.   La fe muy humana de un pagano, confusa y con dudas, obedeciendo y rebelándose, que es lo propio cuando la fe no es la aceptación de la Verdad.

2.   La obediencia a las palabras del profeta y el “sencillo ritual”, bañarse en el Jordán, signo de las pobrezas de los ritos y, su riqueza cuando son hechos y recibidos con fe.

La curación de Naamán la recordará Jesús para mostrar que, su paso por la tierra es para llegar a creyentes y paganos.

2 Tim 2,8-13

S. Pablo nos dice a todos lo que le dice a Timoteo:

-        Que no olvide a Jesucristo, que resucitó de entre los muertos, “por el que padezco hasta llevar cadenas, como un malhechor Por eso lo aguanto todo por los elegidos”.

Si morimos con Él, viviremos con Él; si lo negamos, también Él nos negará; si somos infieles, Él permanece fiel, porque no puede negarse a sí mismo” (2 Timoteo 2, 11-14)

-     Existe una gran diferencia entre negar y ser infiel.

-     Dios haga que no nos olvidemos de Jesucristo y que seamos capaces de sufrir unos por otros; elegidos para creer, amar y servirnos como hermanos.

 Lc 17,11-19

No sabemos cómo acuden a Jesús diez leprosos, nueve judíos y un samaritano, por el odio que existía entre ellos; tal vez hemos de ver que, la enfermedad habla al corazón, y le hace ver la realidad de la vida, y de la fe, de muy diversa manera a como se ve en salud, que no es tanta como la que se tiene desde la enfermedad.

Los samaritanos habían perdido “la pureza de ser israelitas” y, a la vuelta del exilio luchan para que no vayan a Jerusalén, y construyen un templo que hiciera competencia al de Jerusalén.

Jesús, que ya había hablado con una mujer samaritana, cura a los diez.

El texto nos interroga sobre algo importante de nuestra oración:  

-     Ser agradecidos; y no sólo cuando pensamos que nos ha favorecido en algo, sino siempre. Pensemos que estamos llamados a una vida con su “razón de ser y, un destino eterno”, desde la fe; no a una pura existencia sin sentido.

mientras iban de camino, quedaron limpios. Uno de ellos, viendo que estaba curado, se volvió alabando a Dios a grandes gritos y se echó por tierra a los pies de Jesús dándole gracias. Ese era un samaritano”

El hecho de que el resto no vuelva a darle gracias nos puede advertir el hecho de “no estar seguros” y, “tener como normal que Dios nos favorezca”; sin embargo, el samaritano, impuro en su fe, reconoce, no sólo haber sido curado, sino, a ejemplo de Naamán, que Jesús es quien tiene la Verdad, entendiendo que, también él debía ir a los sacerdotes que veneraban el Templo de Jerusalén.

Es difícil convertirse cuando uno piensa que está convertido.

-      Convertirse es “don de la fe”.

El samaritano, que acudió con su fe a Jesús, al verse curado acepta la verdadera fe en Jesús; vuelve agradecido y escuchará de Él Tu fe te ha salvado”

Vemos la diferencia que hay entre “ser curados y ser salvados

· Dios en Cristo Jesús vino y se ha quedado para salvarnos; no solamente, tal vez, para curarnos.

El encuentro con Jesús nos salva; no es nuestra norma de vida, ni ser buenos a nuestra manera. Seamos agradecidos.

La salvación, que da el gozo de la fe en Jesús, es para vivirla en la libertad de los hijos de Dios “ahora y aquí”, que no siempre será de salud y de paz, sino muchas veces de tribulación.

·       Esperar la vida eterna no es el opio que nos separa del presente, ni de la realidad de vivir comprometidos por el bien de toda la humanidad.

No olvidemos que, la fe nos lleva a una libre obediencia percibiendo el valor de fiarnos y, confiando en el Dios único que nos ama.             

Que la VIRGEN sea para nosotros El Pilar donde nos apoyemos en la vida sabiendo que, nos acercamos a un corazón de Madre, que nos ama como hijos, desde la extensión de su vocación desde el pie de la Cruz.         

Federico Allara

                          

GRACIAS 


 

 

 

 

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