NUESTRA VIDA NO DEPENDE
DE LOS BIENES QUE TENGAMOS
Meditación-Oración de la PALABRA DE DIOS
Animación a la lectura
PALABRA DE DIOS
5 minutos en nuestro "día a día"
Romanos 4, 20-25
Lucas 12, 13-21El peligro de las riquezas 13 Uno de entre la gente dijo a Jesús: –Maestro, dile a mi hermano que reparta conmigo la herencia. 14 Jesús le contestó: –Amigo, ¿Quién me ha puesto sobre vosotros como juez o partidor? 15 También dijo: –Guardaos de toda avaricia, porque la vida no depende del poseer muchas cosas. 16 Entonces les contó esta parábola: “Había un hombre rico, cuyas tierras dieron una gran cosecha. 17 El rico se puso a pensar: ‘¿Qué haré? ¡No tengo donde guardar mi cosecha!’ 18 Y se dijo: ‘Ya sé qué voy a hacer: derribaré mis graneros y construiré otros más grandes en los que guardar toda mi cosecha y mis bienes. 19 Luego me diré: Amigo, ya tienes muchos bienes guardados para muchos años; descansa, come, bebe y goza de la vida.’ 20 Pero Dios le dijo: ‘Necio, vas a morir esta misma noche: ¿para quién será lo que tienes guardado?’ 21 Eso le pasa al hombre que acumula riquezas para sí mismo, pero no es rico delante de Dios.” |
DÍA 20 OCTUBRE CICLO C
· Somos seres espirituales;
definición no sólo mirando al ser humano desde lo que nos dice la fe, sino desde la misma realidad humana.
· Desde
la fe decimos que, Dios nos ha creado a
su imagen y semejanza y que ES ESPÍRITU EN SU SER.
Nos
sabemos creados, diferenciados de los ángeles, que son
puramente espíritus, mientras nosotros
somos de cuerpo y alma.
· Nuestra vida es de composición material
y espiritual en estricta unidad; sólo
separables temporalmente, desde la fe, por la muerte.
Esta unidad,
siendo real, hay que trabajarla
porque, sólo la conciencia de unidad y el deseo de permanecer en ella consiguen que no haya dependencia de uno sobre el otro.
Es igualmente deficiente
una vida espiritual que “no integra al cuerpo” que, una vida materializada
que “desconsidera el espíritu”
La
unidad de cuerpo y alma no es solo desde la fe, sino que, a nivel humano debemos “vivir la unidad”;
en la medida en que, no integramos, con objetividad, lo espiritual y lo
material es fácil que nos sorprenda
y deseemos lo material.
Todo
lo cual nos lleva al interrogante: ¿Qué
es la vida?
- La
vida,
desde todos los ángulos en que se mire, vemos que, es un misterio que la hace indomable ante quien la quiere
dominar científica,
filosófica o religiosamente.
- La vida no depende de los bienes que
tengamos, sean materiales o espirituales.
De ahí que Jesús nos advierta con esta parábola porque, tendemos a buscar en lo material la seguridad de la
existencia; es verdad que se necesitamos lo material para la existencia
corporal pero la vida no es pura existencia;
vivirla con sentido espiritual,
desde los valores humanos, nos hace capaces
de convivir, trascendiendo la existencia.
No
hagamos muchos cálculos donde “almacenar bienes”
Una cosa es la “dignidad del trabajo y la sensatez” de buscar los bienes para una
supervivencia, y otra bien distinta es “almacenar
previniendo seguridades”
- Almacenar no sólo es un error, porque los bienes no nos aseguran la vida, sino que, crean algo más que
un error, crean la injusticia de que otros no tengan lo
necesario para existir.
- El almacenamiento de los propios talentos crea la injusticia de que, muchos prójimos no
puedan pasar de su existencia a un bienestar espiritual puramente humano.
“Descansa, come, bebe y banquetea alegremente”
Es la lógica de un pensar inhumano, porque,
aun sin pensar en la muerte, esta forma
de vida es insaciable; lleva a necesitar cada día más de todo.
Es la manera de caer en la esclavitud de lo que se considera un bien; lo que en realidad es una sinrazón de
vida. Ser humano es “ser para los
demás”
“Así es el que atesora
para sí y no es rico ante Dios”
Toda sana filosofía y religión busca
el bien común de toda la Humanidad.
Regirnos por el criterio del mundo es
oponernos a un sano humanismo.
Federico Allara
SANTORAL DEL DÍA
s. María Bertilla Boscardin, virgen, de Vicenza
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