“¿POR QUÉ HACÉIS EN SÁBADO
LO QUE NO ESTÁ PERMITIDO?”
Meditación-Oración de la PALABRA DE DIOS
Animación a la lectura
PALABRA DE DIO1-8S
5 minutos en nuestro "día a día"
(Clic en los textos para leer)
Colosenses 1,21-23
Lucas 6, 1-5
DÍA 6 SEPTIEMBRE CICLO -C
Los
legalistas de hoy siguen diciendo lo mismo que los
fariseos de ayer.
No acabamos de conocer a Dios en Cristo Jesús.
Lo relaciono con Cristo Jesús porque hoy, igual como los legalistas siguen
siendo fieles al cumplimiento estricto de lo prescrito, también existen los que en nombre de su propia
libertad y de su propio amor, no sólo dejan de conocer la ley
y lo que sigue siendo importante ante Dios, sino que, sin consentimiento que lo garantice hacen de su vida religiosa
y creyente su proceder arbitrario como criterio de verdad.
Si solo “cumplir y juzgar” no es bueno ante Dios, tampoco lo es hacer
del don de la fe lo que a cada
uno le parece. Las dos situaciones
difieren de la Vida de Cristo y dejan de ser camino de la
necesaria vida de Comunidad.
“El Hijo del Hombre es
señor del sábado”
No
dice “el Hijo de Dios”, sino “el Hijo
del Hombre”, Jesús, el que estaba delante de los fariseos que le
interrogaban.
“David entró en la casa de Dios, y tomando los panes de la
proposición, que sólo está permitido comer a los sacerdotes, comió él y dio a
los que estaban con él”
De
este modo les responde dos cosas:
1.
Lo que permite con el ejemplo de David.
2. Que Él
era el enviado del Padre y, el Mesías
que esperaban.
Para
los fariseos no les sirvió ni lo uno ni lo otro.
“Panes de proposición” eran:
· Panes sin levadura, que representaban la
comunión y la provisión de Dios para su Pueblo.
· Signo del “Yo Soy”; quien
está siempre presente en la vida del
Pueblo. Era tal que, no era legalmente un pan que podían comer
todos; sin embargo, Jesús aprueba la
actitud de David, y Santiago dice en su carta: “Vivamos la vocación de la libertad”, (St. 2,8)
No era el Pan consagrado que hoy tenemos en la Eucaristía.
De
esta manera Jesús aprobaba que sus
discípulos arrancaran espigas y las comieran en sábado, porque “no eran comedores y
bebedores, como tampoco lo era Él”, como en el Evangelio de ayer decían los fariseos.
¿Quiere decir que, con Cristo y con la vocación de la
libertad, podemos hacer de la fe lo
que cada uno crea que es lo mejor?
-
La
medida es Cristo, no nosotros; arbitrar nuestra vida de fe es
derivarla en pura religiosidad, sin necesitar de su Iglesia.
Una
cosa eran los “panes de la proposición”
y, otra es el “Pan de la Eucaristía”,
Memorial de la Muerte y Resurrección de Cristo, hasta que vuelva.
No es que podemos, desde “nuestra libertad ni desde la vocación
de libertad”, disponer acercarnos a
la Mesa del Altar, ni dejar de “practicar de hacerlo”.
Somos miembros del Cuerpo de Cristo
resucitado y, como consecuencias, miembros de
una Comunidad eclesial, que tiene la libertad de los hijos de
Dios para aceptar y agradecer la
Fe en el Dios revelado.
Federico Allara
SANTORAL DEL DÍA
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