jueves, 4 de septiembre de 2025

“LOS DISCÍPULOS DE JUAN 

AYUNAN Y REZAN”

 Meditación-Oración de la PALABRA DE DIOS

Fray Federico Allara O.F.M

Animación a la lectura 

PALABRA DE DIO1-8S

5 minutos en nuestro "día a día"

(Clic en los textos para leer)

Colosenses 1,15-20

Lucas 5,33-39
La cuestión del ayuno
(Mt 9.14-17; Mc 2.18-22)
33 Le dijeron a Jesús:
–Los seguidores de Juan y los de los fariseos ayunan mucho y hacen muchas oraciones, pero tus discípulos no dejan de comer y beber.
34 Jesús les contestó:
–¿Acaso podéis hacer que ayunen los invitados a una boda mientras el novio está con ellos? 35 Ya llegará el momento en que se lleven al novio; cuando llegue ese día, ayunarán.
36 También les contó esta parábola:
–Nadie corta un trozo de un vestido nuevo para arreglar un vestido viejo. De hacerlo así, echará a perder el vestido nuevo; además el trozo nuevo no quedará bien en el vestido viejo. 37 Ni tampoco se echa vino nuevo en odres viejos, porque el vino nuevo hace que los odres revienten, y tanto el vino como los odres se pierden. 38 Por eso hay que echar el vino nuevo en odres nuevos. 39 Y nadie que beba vino añejo querrá después beber el nuevo, porque dirá que el añejo es mejor.

DÍA 5 SEPTIEMBRE  CICLO -C

Los miembros de todas las Religiones, y de las sectas, cumplen con todo lo que les prescribe su fe ahora también; y nos admirarnos de su cumplimiento puntual, sin temor al que dirán.

Somos los miembros del Cuerpo de Cristo, pertenecemos a Él por el bautismo, los que no llevamos del todo bien el rezo y la penitencia; la mayoría no hemos entendido ni profundizado, o no se nos ha educado, o no hemos querido ser educados en “saber lo que somos por el bautismo” recibido gratuitamente “en y por la Iglesia”, que es la visibilidad de Cristo resucitado.

Pensemos que es nuestra vida la que ofrece “la visibilidad de Cristo” seamos o no creyentes;

Como bautizados somos parte de su Cuerpo y, no hay justificación por el hecho de no haber contado con nuestra aceptación.

Desde la Verdad de Cristo no hay razones para tal justificación; mayor es la responsabilidad de conocerlo, para razonar la fe, la duda o la negación.   

Los fariseos y escribas le dicen a Jesús que sus discípulos “no ayunan ni rezan” y añaden:

“Los tuyos, a comer y a beber”

Los discípulos de Jesús eran del mismo Pueblo que los escribas y fariseos, por tanto, eran cumplidores en rezo y penitencia, como ellos, hasta que vieron la manera de rezar y de ser penitente Jesús y, le piden que les enseñe a rezar. Lo de comer y beber mejor se lo podían atribuir a ellos y, puede que nos vaya mejor también a nosotros que a los discípulos de Jesús.

El rezo, y cualquier modo de realizar algún acto de sacrificio, en las Religiones puede ser el modo y medio obligado de cumplir la Ley; para Jesús era la manera de corresponder al Amor del Padre, desde la necesidad espiritual de encontrarse con Él para cumplir su voluntad; entendiendo la obediencia como un acto de libertad para saber amar a Dios, sobre todas las cosas, y revelarlo con el amor y el perdón al prójimo “amigo o enemigo”.

La respuesta de Jesús hay que meditarla, porque Jesús “está y no está”.

“Llegará el día en que 

les arrebaten al Esposo, 

entonces ayunarán”

Jesús, con su Ascensión, volvió donde nunca había dejado de ser; el Ser divino trinitario nunca deja de ser uno.

Dios se hizo visible en la Humanidad de Jesús y, desde esta Humanidad divina y humana, nosotros “estamos” con Dios en el cielo, mientras somos la visibilidad de su Presencia en el mundo.

Querer saber lo sublime de nuestra fe exige la responsabilidad de conocer lo que somos. No busquemos la justificación fácil, como es el pensamiento débil del mundo actual.

Cristo Jesús es la razón de ser de nuestra vida humana y de fe.

Seamos consecuentes con lo que es la verdadera oración, la relación habitual de encuentro con Él; y entendamos que, en amor no hay penitencia, sino medidas de amar a Dios y al prójimo.                                              

Federico  Allara 

SANTORAL DEL DÍA

s. Rosalia, virgen palermitana



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