JESÚS TOMÓ LA DECISIÓN
DE IR A JERUSALÉN
Meditación-Oración de la PALABRA DE DIOS
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PALABRA DE DIOS
5 minutos en nuestro "día a día"
Zecarías 8,20-23 |
CAMINO DE JERUSALÉN (9.51–19.27) Jesús reprende a Santiago y Juan 51 Cuando ya se acercaba el tiempo en que Jesús había de subir al cielo, emprendió con valor su viaje a Jerusalén. 52 Envió por delante mensajeros, que fueron a una aldea de Samaria para prepararle alojamiento; 53 pero los samaritanos no quisieron recibirle, porque se daban cuenta de que se dirigía a Jerusalén. 54 Cuando sus discípulos Santiago y Juan vieron esto le dijeron: –Señor, si quieres, diremos que baje fuego del cielo para que acabe con ellos. 55 Pero Jesús se volvió y los reprendió. 56 Luego se fueron a otra aldea. |
DÍA 30 SEPTIEMBRE CICLO -C
· Jesús conocía íntimamente a las
personas;
lo comentamos ayer.
Si
ha habido Santos que han recibido el “don de discernir espíritus”, ¿podemos dudar de que Jesús lo tuviera en su grado máximo?
“Cuando se completaron
los días en que iba a ser llevado al cielo…”
El tiempo que debía estar el Hijo de Dios entre
nosotros se había completado; hacía falta cumplir las profecías,
en su máxima gravedad, para volver al cielo; Jesús sabía
que sólo faltaba cumplir esto; su
paso por la tierra fue una revelación de humildad y humillación.
- A
sus discípulos les costó aceptar este hecho; los escribas y fariseos no
lo creyeron; hoy sigue siendo el
campo de batalla de las inteligencias,
que buscan seguridades en fundamentos más rocosos; no
acertando a saber que, no hay mejor
roca para elevar un edificio humano que “la humildad”
- Virtud
compleja en sí misma, precisamente
porque la dificultad de la razón,
en la decisión de aceptar la fe,
suele estar también en personas
humildes; lo que nos lleva a tener que discernir si hay verdadera humildad donde “vence la inseguridad” de
la razón sobre la decisión.
“Tomó la decisión de ir a
Jerusalén”
Jesús sabía a qué iba a Jerusalén.
- Cuando en Nazaret pretendieron acabar con
Él, se marcho de entre medio de ellos, porque a Cristo Jesús nadie
le podía hacer daño si Él no lo consentía.
- Ahora sabe que va a cumplirse lo que venía
repitiéndoles a sus discípulos, y camina decidido a Jerusalén.
“Puestos en camino entraron en una aldea de samaritanos”
- Nada pasa sin el por qué de Dios; nada es casual en el camino de
Jesús.
Recordamos la extrañeza de la samaritana
cuando Jesús le pidió agua, no sólo por ser un hombre quien la pedía, sino
por ser judío, cuando ellos no se consideraban judíos.
“No lo recibieron, porque
su aspecto era el de uno que se dirigía a Jerusalén”
- Los samaritanos también creían en un solo
Dios y en Moisés como su único profeta, pero apoyaban su fe en el Monte
Guerezin, como el lugar que Dios había elegido y no Jerusalén.
“¿Quieres que digamos que
baje fuego del cielo que acabe con ellos?”
-
Es lo que le dijeron a Jesús los hermanos
Santiago y Juan.
¡Advertimos la paciencia de Jesús al
ver que no es fácil la verdadera conversión a Dios y, sí caer en el
error de lo que podemos pensar del cielo!
- Nunca del cielo baja un fuego destructor, como
no bajó el Hijo con la cruz.
- El Hijo de Dios es quien bajó del cielo, y
luego el fuego del Espíritu Santo.
El que convirtió a la samaritana vino a
salvar a toda la Humanidad.
“Él se volvió y los
regañó”
· Jesús, que iba a dar la vida por todos, no
podía permitir el deseo de Santiago y Juan, a quienes llamó: “Boanerges”,
hijos del trueno.
Federico Allara
SANTORAL DEL DÍA
SAN JERÓNIMO, DOCTOR DE LA IGLESIA
ORACIÓN DE SAN FRANCISCO
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