“LO ECHARON FUERA DEL PUEBLO”
Meditación-Oración de la PALABRA DE DIOS
Animación a la lectura
PALABRA DE DIOS
5 minutos en nuestro "día a día"
(Clic en los textos para leer)
1 Tesalonicenses 4,13-18 |
Lucas 4,16-30
|
DÍA 1 SEPTIEMBRE CICLO -C
Somos
normales hasta que, algo propio y personal marca
la diferencia; si es negativa, es comentada; si es positiva, hay diversidad de
opinión.
Para
quien ama
es un gozo y lo agradece; para quien no
ama, de alguna manera, echa fuera de “su espacio” a quien no puede
entender ni compartir su ser.
“Jesús fue a Nazaret,
donde se había criado”
Allí llegó la sagrada Familia después de haber nacido Jesús en Belén y
haber emigrado a Egipto.
Las familias de Nazaret “sabían lo que veían de ellos”; una familia del pueblo; lo más importante les era desconocido;
como ocurre con todo el acontecer de Dios en nuestra vida. Solamente
podemos conocer lo que percibimos.
Como de costumbre, entró Jesús en la
sinagoga.
“Toda la sinagoga tenía
los ojos clavados en Él”
Siendo uno más de los coetáneos, toda la
familia, y especialmente Jesús, aún siendo normales y semejantes, la gente del pueblo debía intuir,
presentir en ellos, algo diferente.
Entre la multitud que llenaba la sinagoga, en
el lugar de las mujeres, también estaba su
Madre, que más que nadie “tenía los
ojos puestos en Él”
“Hoy se ha cumplido esta
Escritura que acabáis de oír”
“Se ha cumplido”; su significado es “desde lo eterno”, en aquel momento, eran evangelizados los pobres, liberados los cautivos y oprimidos,
porque era proclamado el Año del Señor.
· Las cosas de Dios suceden en el tiempo, por nuestra condición, pero desde Dios todo es realizado
“en su presente eterno”
La contradicción la vivimos nosotros cuando
no somos capaces de aceptar la unidad
de lo divino con lo humano, lo eterno “en nuestro tiempo”
Quedarnos “en la orilla de nuestra parte” es ver
sólo la diferencia; y surge el problema de nuestra libertad:
Creemos “lo de la otra orilla, venido a la nuestra” o,
aparecen las dudas e interrogantes, que en cierta manera son necesarios, y también la sinrazón al pensar
que, nosotros tenemos la razón.
“¿No es éste el hijo de
José?”
-
Así era conocido Jesús, como el hijo de José.
La
revelación de Dios es Luz para el alma abierta a su Amor.
Cuando vivimos sólo de lo que sabemos por lo que vemos o escuchamos, de
Dios y de cualquier persona conocida, “el secreto de sus vidas” queda marginado y separado de nuestro conocimiento.
Ante las diferencias no aceptadas, surge el
refrán que Jesús pronuncia:
“Médico, cúrate a ti mismo”
¡Qué te crees que eres!
¿Pensamos sobre cuál es la primera dificultad
para convivir en libertad y felicidad?
-
Es no hablar en verdad, no aceptar la
realidad del otro y optar por desconocer la diferencia que, en realidad,
sirve para complementarnos mutuamente.
“Levantándose lo echaron fuera del pueblo”
Primer sufrimiento de María; y Jesús, eterno en el
tiempo, se abrió paso entre ellos y seguía su camino.
Federico Allara
SANTORAL DEL DÍA
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