domingo, 31 de agosto de 2025

 “LO ECHARON FUERA DEL PUEBLO”

 Meditación-Oración de la PALABRA DE DIOS

Fray Federico Allara O.F.M

Animación a la lectura 

PALABRA DE DIOS

5 minutos en nuestro "día a día"

(Clic en los textos para leer)

1 Tesalonicenses 4,13-18

Lucas 4,16-30

Jesús en Nazaret
(Mt 13.53-58; Mc 6.1-6)
16 Jesús fue a Nazaret, al pueblo donde se había criado. Un sábado entró en la sinagoga, como era su costumbre, y se puso en pie para leer las Escrituras. 17 Le dieron a leer el libro del profeta Isaías, y al abrirlo encontró el lugar donde estaba escrito:
18 “El Espíritu del Señor está sobre mí,
porque me ha consagrado
para llevar la buena noticia a los pobres;
me ha enviado a anunciar libertad a los presos
y a dar vista a los ciegos;
a poner en libertad a los oprimidos;
19 a anunciar el año favorable del Señor.”
20 Luego Jesús cerró el libro, lo dio al ayudante de la sinagoga y se sentó. Todos los presentes le miraban atentamente. 21 Él comenzó a hablar, diciendo:
–Hoy mismo se ha cumplido esta Escritura delante de vosotros.
22 Todos hablaban bien de Jesús y estaban admirados de la belleza de su palabra. Se preguntaban:
–¿No es este el hijo de José?
23 Jesús les respondió:
–Seguramente me aplicaréis el refrán: 'Médico, cúrate a ti mismo', y me diréis: 'Lo que oímos que hiciste en Cafarnaún, hazlo también aquí, en tu propia tierra.'
24 Y siguió diciendo:
–Os aseguro que ningún profeta es bien recibido en su propia tierra. 25 Verdaderamente había muchas viudas en Israel en tiempos del profeta Elías, cuando no llovió durante tres años y medio y hubo mucha hambre en todo el país. 26 Sin embargo, Elías no fue enviado a ninguna de las viudas israelitas, sino a una de Sarepta, cerca de la ciudad de Sidón. 27 También había en Israel muchos enfermos de lepra en tiempos del profeta Eliseo, pero ninguno de ellos fue sanado, sino Naamán, que era de Siria.
28 Al oir esto, todos los que estaban en la sinagoga se llenaron de ira. 29 Se levantaron y echaron del pueblo a Jesús. Lo llevaron a lo alto del monte sobre el que se alzaba el pueblo, para arrojarle abajo. 30 Pero Jesús pasó por en medio de ellos y se fue.

DÍA 1 SEPTIEMBRE CICLO  -C

Somos normales hasta que, algo propio y personal marca la diferencia; si es negativa, es comentada; si es positiva, hay diversidad de opinión.

Para quien ama es un gozo y lo agradece; para quien no ama, de alguna manera, echa fuera de “su espacio” a quien no puede entender ni compartir su ser.

“Jesús fue a Nazaret, donde se había criado”

Allí llegó la sagrada Familia después de haber nacido Jesús en Belén y haber emigrado a Egipto.

Las familias de Nazaret sabían lo que veían de ellos”; una familia del pueblo; lo más importante les era desconocido; como ocurre con todo el acontecer de Dios en nuestra vida. Solamente podemos conocer lo que percibimos.

Como de costumbre, entró Jesús en la sinagoga.

“Toda la sinagoga tenía los ojos clavados en Él”

Siendo uno más de los coetáneos, toda la familia, y especialmente Jesús, aún siendo normales y semejantes, la gente del pueblo debía intuir, presentir en ellos, algo diferente.  

Entre la multitud que llenaba la sinagoga, en el lugar de las mujeres, también estaba su Madre, que más que nadie “tenía los ojos puestos en Él”

“Hoy se ha cumplido esta Escritura que acabáis de oír”

“Se ha cumplido”; su significado es “desde lo eterno”, en aquel momento, eran evangelizados los pobres, liberados los cautivos y oprimidos, porque era proclamado el Año del Señor.

·  Las cosas de Dios suceden en el tiempo, por nuestra condición, pero desde Dios todo es realizado “en su presente eterno”

La contradicción la vivimos nosotros cuando no somos capaces de aceptar la unidad de lo divino con lo humano, lo eterno “en nuestro tiempo”

Quedarnos “en la orilla de nuestra parte” es ver sólo la diferencia; y surge el problema de nuestra libertad:

Creemos “lo de la otra orilla, venido a la nuestra” o, aparecen las dudas e interrogantes, que en cierta manera son necesarios, y también la sinrazón al pensar que, nosotros tenemos la razón.

“¿No es éste el hijo de José?”

-        Así era conocido Jesús, como el hijo de José.

La revelación de Dios es Luz para el alma abierta a su Amor.

Cuando vivimos sólo de lo que sabemos por lo que vemos o escuchamos, de Dios y de cualquier persona conocida, “el secreto de sus vidas” queda marginado y separado de nuestro conocimiento.

Ante las diferencias no aceptadas, surge el refrán que Jesús pronuncia:

“Médico, cúrate a ti mismo”

¡Qué te crees que eres!

¿Pensamos sobre cuál es la primera dificultad para convivir en libertad y felicidad?

-        Es no hablar en verdad, no aceptar la realidad del otro y optar por desconocer la diferencia que, en realidad, sirve para complementarnos mutuamente.

“Levantándose lo echaron fuera del pueblo”

Primer sufrimiento de María; y Jesús, eterno en el tiempo, se abrió paso entre ellos y seguía su camino.

 Federico Allara 


SANTORAL DEL DÍA

s. Egidio, abad



ORA EN MI ESPÍRITU SANTO







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