TÚ, CAFARNAÚM,
¿PIENSAS ESCALAR EL CIELO?
Meditación-Oración de la PALABRA DE DIOS
5 minutos en nuestro "día a día"
(Haz Clic en los textos para leer y orar
Éxodo 2, 1-15
Mateo 11, 20-24
DÍA 15 JULIO CICLO -C
El
Evangelio no es un libro sólo para leer;
debemos ser “asiduos a su lectura”.
Cada
libro que llega a nuestras manos, para ser leído, exige una actitud; y sacamos provecho en la medida en que lo acogemos
con un espíritu abierto.
El
Evangelio
es letra muerta cuando no se lee con la disposición interna pensando que, ES LETRA DE UN DIOS VIVO.
Lo
mismo nos puede pasar con tantas cosas
buenas, que llegan hoy a
nuestras manos; tal vez demasiadas para ser leídas y meditadas…, o no.
El
texto de hoy pretende despertar
nuestro espíritu ante Dios. Sería bueno detenernos a pensar: ¿Qué ha hecho Dios en cada una de
nuestras vidas?
· De
la respuesta podemos deducir nuestra actitud ante Él.
· La fe no es virtud para que
la mente trabaje y decida.
· La fe no depende de nuestra razón ni de
nuestro corazón.
Dios,
cuando lo ha dispuesto, nos ha revelado su Identidad Trinitaria, y la Humanidad
del Hijo ha llegado ante ti y
ante mí como ayer ante su Pueblo.
A
nuestro Dios, que
por Amor ha decidido llegar a nuestra puerta, es absurdo “pensarlo”
y “decidir”, dentro de casa, no abrirle ni desear contemplar
su rostro.
El
Pueblo “decidía” al ver lo que Dios había hecho a su favor; cuando lo más grande de la omnipotencia divina fue aparecer como Hombre, “uno de
tantos”.
Si
alguien piensa que Dios no ha hecho nada por su vida, lógica es su posible
indiferencia; aun así, Dios seguirá
en la puerta esperando cubierto de rocío.
“Y tú, Cafarnaúm,
¿piensas escalar el cielo?”
·
En Cafarnaúm Jesús hizo muchos milagros: curó a un paralítico, al sirviente de un
centurión, a la suegra de Pedro, liberó a un poseído etc...
Allí pasó mucho tiempo enseñando en la sinagoga.
Corozaín y Betsaida, el pueblo natal de Pedro y Andrés, se sabe dónde están, pero han desaparecido totalmente; también Cafarnaúm, que sólo queda la Basílica construida sobre la casa de la suegra de Pedro.
No pidamos milagros, porque vemos que, no sirven para convertir y creer,
y menos para permanecer en fe ante Dios.
Los escribas y fariseos decían que los milagros los hacía Jesús por arte de Belcebú. Creían en el poder del diablo y no en el
de Jesús.
·
Los milagros se hicieron como signo del Amor divino.
Te
escribo cada día como creyente de Cristo resucitado. Hace mucho tiempo que Él llamó a mi puerta y se sentó a mi lado
en la mesa, como en Emaús.
Desde
entonces dialogamos, rezamos…, y
siento muy cercano su Amor y su Perdón mientras voy de camino, enderezándolo permanentemente al Suyo.
Soy muy pobre ante Él, pero creo firmemente que, ha venido por los necesitados de su Misericordia, de la que deseo
el don de la humildad, para vivir en la Paz establecida con su Sangre.
Federico Allara
SANTORAL DEL DÍA
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